Capítulo 24. Gemidos, sudor y sexo

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Alexander 

Me senté en el último banco y no me quite aquellos lentes oscuros. El tal Eric estaba a una distancia prudente de Allison y eso me mantuvo tranquilo, sabía que era exagerado, que estaba siendo demasiado intenso, pero no podía evitarlo. Lo que sentía por Allison me hacía perder la razón y sabía que a ella le asustaba, sin embargo me costaba bajar la guardia.

No recordaba la última vez que había entrado a una iglesia y me sentí extraño. No encajaba en este mundo, pero entendía que esto era parte del mundo de Allison y lo tenía que aceptar, porque ella me gustaba y me gustaba demasiado. Clave la mirada donde ella se encontraba y no sé si fue por puro instinto, pero se giró y me clavo sus ojos en mí. No sabía hasta donde me llevaría esta locura, no sabía si podría soportar estos cambios en la rutina de mi vida, pero lo que si sabía era que ahora mismo no quería separarme de ella.

Todos los presentes se levantaron en aquel momento y el móvil me vibro justo en aquel momento en el bolsillo. Era el mensaje que estaba esperando, uno que cambiaría la relación que había mantenido hasta ahora con mi familia, sin embargo debía hacerlo. Debía alejar a Marco Antonelli de una vez y para siempre de Allison.

«Haré lo que me pidas»

Decía el corto, pero lleno de significado mensaje que me había dejado mi hermano. Todos comenzaron a salir en aquel momento y Eric fue uno de los que sostuvo el féretro, pero aquello era lo justo. Allison se detuvo frente a mi cuando paso por mi lado y le extendí la mano. Ella la tomo sin titubear y observe a su madre mirarnos con atención, no teníamos por qué escondernos, éramos dos adultos que se gustaban y querían estar juntos, aunque sabía que para la señora Dollister yo no era de mucha confianza.

—Gracias por estar aquí—susurro Allison. Deje un beso sobre su cabeza y la atraje más cerca de mí.

—Lamento todo lo de anoche—me disculpe—tengo que acostumbrarme a todo esto—ella asintió y dejo un beso sobre mi mejilla al tiempo que soltaba mi mano, sin embargo se la sostuve con firmeza para que no se alejara.

—Voy con mi madre, no voy a ningún otro lado—aunque había dicho aquello con tristeza, entendí lo que escondían sus palabras.

Ella no iba a ir a ningún otro lado, porque su lugar era conmigo.

***

Estuve junto a Allison durante el funeral y en ningún momento me aparte de su lado. Esta vez se subió al auto conmigo y su madre decidió ir con la familia de Eric. Sabía que ganarme la confianza de aquella mujer no iba a ser tan fácil, pero estaba dispuesto a cosas que nunca imagine para quedarme junto a la mujer que se encontraba a mi lado. Y sabía que lo primero era hacer cambios drásticos en mi vida.

—Debo regresar—. Dije sin apartar la mirada del camino. —Alessio esta como loco con lo del nuevo desfile y también debo poner algunas cosas en orden—mire por un segundo en su dirección y esta me estaba mirando fijamente.

—No quiero que hagas nada respecto a Marco. Voy a solucionarlo por la vía legal, si algo llegara a pasarte por mi culpa yo no me lo perdonaría Alexander—pude sentir el temor en sus palabras, sin embargo las personas como Marco no debían seguir respirando.

—Debes saber que no cambiare de opinión—Detuve el auto frente a su casa. Los demás también habían llegado y comenzaban a entrar, pero nosotros nos quedamos un momento allí.

—Me doy cuenta de que no te conozco, no sé nada más allá de lo que me has querido mostrar. No sé quién es tú familia o que hace y por lo que presiento no son cosas buenas—este no era el momento, ni mucho menos el lugar para tener aquella conversación.

El oscuro deseo de Alexander (Libro #4 serie Oscura +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora