Culpa

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Mello no recordaba la última vez que el dolor en su pecho había sido tan persistente e intenso como lo estaba siendo en aquella ocasión. Buscó por todos los pisos, en cada habitación y cada rincón dentro de las rejas del orfanato sin encontrar rastro alguno de Ayumi y Ren.

Peinó su melena y arrastró las uñas por su cuero cabelludo en señal de desesperación. No había rastro de los gemelos Lawliet y ninguna de las personas a quienes había preguntado de forma amenazante sabía algo de ellos.

Apretó los dientes cuando su celular sonó.

-¡¿Qué?!

-Woh, cálmate, viejo-Respondió con calma la voz al otro lado del teléfono. Era Matt- Encontré las grabaciones del accidente y no creerás lo que...

-¡No importa ahora!

-E-Espera, ¿qué?

-¡Matt, los engendros desaparecieron!

Mello tardó menos de tres minutos en llegar al cuarto que les estaba sirviendo como lugar de investigación. El ambiente se había vuelto tan tenso que por primera vez en años deseaba que todo se solucionara sólo con pedirlo.

-Hermano, trata de tranquilizarte.- habló el castaño procurando no tirar el cigarrillo de su boca. A Mello se le antojaba molerlo a golpes, pero en vez de ello, prefirió golpear la pared. Matt se había dado cuenta de sus intenciones reprimidas y decidió continuar para justificarse- Necesitamos pensar con claridad. Por una vez en tu vida, Mello, no dejes que eso te controle. Además, la pared no tiene la culpa.

El rubio le dirigió una mirada rápida y continuó con su trabajo. Aquello último no le había gustado. Si la pared no tenía la culpa, ¿entonces él sí? ¿Él tenía la culpa por haberlos descuidado o por no haber dado aviso a tiempo?

-Me-Mello... ¡Mello!

-¿Los encontraste?

La pantalla se concentraba en la oficina de Roger llena de todo tipo de juguetes. Watari había salido corriendo y momentos después el gemelo menor había destruido todos sus regalos mientras parecía gritar algo que sin micrófonos era inentendible.

-Mini L parece tener el temperamento de Misa... -bromeó el castaño hasta que vio que la niña salía de la habitación

-¡Síguela!

Matt obedeció y fue cambiando las cámaras hasta llegar a la del pasillo que llevaba hacia la habitación donde estaban en ese momento. Con sólo ver lo siguiente, Mello y Matt intuyeron lo que había pasado: la niña había escuchado todo lo que habían dicho sobre Kira.

Observaron unos instantes más, siguiéndola por pasillos hasta su habitación, de donde salió junto con su hermano y un par de mochilas a sus espaldas.

-Querían escapar...

-Pero eso no es posible, la entrada sólo es abierta desde la sala de controles y los guardias no los dejarían... -El rubio frenó de pronto. Las imágenes de las cámaras que apuntaban a las afueras de la casa, con excepción de la entrada principal, habían cesado para dar paso a nada más que interferencia gris.- ¿Qué pasó?, Matt, ¿qué hiciste?

-¡Yo no hice nada! Hasta ahí llega la grabación, ¡las cámaras están dañadas!

El ojiverde comprobó las imágenes de todas las formas posibles. Mello golpeó el escritorio con el puño.

La habitación se quedó en silencio y las miradas puestas en los ojos del otro. Ninguno decía algo, pero sabían, por su propia experiencia, que el "algo" parecido a miedo y culpa estaba albergando sus cuerpos al mismo tiempo.

Tomorrow / LxMisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora