Sujeto

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ADVERTENCIA: Este capítulo contiene temas delicados.  

Tomorrow

-¿Divorcio? ¿De qué estás hablando?

-No quiero ser un estorbo y ya no puedo con esto... ¡no soy idiota, L! Matsuda me lo dijo todo, tus casos de L... tus casos, cada uno de ellos, los aceptas exclusivamente porque estás aburrido. Hoy tenías tres, ¡TRES! ¿Cómo quieres que interprete eso? ¿Te aburres conmigo y tus hijos? ¿No somos lo suficientemente interesantes para ti?, ¡anda, responde!

-Sinceramente, Amane, lo que estás diciendo son disparates. No tengo tiempo de escuchar esto, hablaremos cuando estés más calmada

-¡Ah! ¡¿No tienes tiempo?!

-Tengo que resolver algo importante, Amane

-Perfecto, cuando termines resuelve el caso del porqué te quedarás solo.

Misa se levantó de la alfombra, y mientras se tambaleaba hacia el ropero por ropa seca, se deshizo de su vestido empapado y se lo aventó en la cara al investigador.

-Acabas de mojarme, Amane

-Ese era el punto, genio... y ¿sabes?, guarda bien ese vestido, porque será lo único que quede de mi en esta casa. Ahora déjame sola.

A pesar de su evidente estado de ebriedad, las sentencias de Misa sonaban fuertes y decididas, lo que de alguna forma lograba poner incómodo a L.

Durante el camino a su lugar de trabajo, las palabras de Misa rondaron en su mente. ¿En serio la había descuidado tanto? Era cierto que no la había visto en persona en un tiempo pero en aquella casa no les faltaba nada, tenían ropa, dinero, comida, lujos... todo lo que a una mujer con dos hijos podría preocuparse de carecer, ella lo tenía.

Tenía belleza, tenía una carrera, amigos, fans... Incluso lo tenía a él... a ese hombre que había intentado arrebatarle lo que era suyo.

¿Por qué se sentía tan desamparada entonces?, se preguntó, pero aquella respuesta tendría que esperar hasta que terminara de leer los documentos en su pantalla, o en su defecto, a que Misa Amane estuviera sobria. Después de todo, ella no podría dejarlo solo. Ella lo amaba y no se iría de su lado... ¿o sí?

.

-Ryuuzaki-se escuchó desde la puerta.

La voz siempre en calma de su tutor esta vez sonaba pesarosa y al mirar la pantalla de su computador se dio cuenta de que habían pasado un par de horas desde su discusión marital. L apretó los párpados esperando lo peor.

-...¿Se fue?

-Sí, L, se llevó todo.

./././.

Ayumi y Ren se arrastraron hasta quedar debajo de uno de los autos que los protegía. Desde ahí no podían ver todo, pero sí lo necesario. Los carros policía eran tantos, que desde su lugar, las ruedas que pasaban parecían eternas. Si él no hubiera visto que eran varias, hubiera pensado que era el auto más largo del mundo, tal como una limusina exageradamente costosa sacada de una caricatura de su canal favorito.

-¿Todos esos policías nos estarán buscando?-susurró Ayumi, con miedo. Ren tomó su mano y la apretó para hacerla sentir acompañada-No quiero ir a la cárcel...

En ese momento Ren quiso que aquella libreta de deseos -que traía atorada en el resorte de su pantalón- sirviera para cumplir cualquier cosa que él escribiera, pero sin un nombre y un rostro era simplemente imposible. Por eso, en cuanto los autos terminaron de pasar, ambos salieron de su escondite cuidando que nadie los viera y se echaron a correr para alejarse de aquellos policías.

Tomorrow / LxMisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora