Tomorrow
El día pintaba perfecto. Aquellas tardes tenían el clima que por años había anhelado en Winchester y que pocas veces le era concedido. No es que él amara que el sol estuviera en lo alto del cielo y le provocara sudar, sino que tan acostumbrado estaba al clima frío y a la lluvia, que de vez en cuando un día soleado no le venía mal, sobre todo si el calor no pegaba tan fuerte y era acompañado por ligeras ventiscas frías.
Días así en Wammy's House eran excelentes para jugar soccer y pasar un rato en los patios principales aunque generalmente lo hiciera solo. Qué idiota debió haberse sentido cuando él mismo se excluía del mundo y evitaba que cualquiera entrara al suyo propio.
Siempre se había enfocado en ser el mejor y se había aislado con la intensión de concentrarse en su objetivo de superar a Near, pero siempre terminaba siendo un idiota. Quizás esa idiotez era lo que le había impedido hacer algo cuando de la nada un intruso invadió su zona de confort y se convirtió en algo más que un simple conocido. Tal vez esa misma idiotez lo había llevado a seguirlo hasta Japón cuando aquel era quien debía seguirlo a él a donde fuera que se marchara.
Posiblemente esa misma idiotez era lo que lo hacía no querer marcharse de ese lugar tan acolchado y tibio donde ahora hacía una mala actuación de niñera y reprimía sus bostezos de aburrimiento por el aburrido pero curioso movimiento que los gemelos hacían. Ellos intentaban arrastrarse, aunque impulsarse fuera una palabra más adecuada para el movimiento que realizaban.
-Esto es aburrido- habló hacia aquel intruso al que ahora consideraba amigo- Matt, ¿cuánto tiempo tenemos que estar aquí?
-Un par de horas- respondió desde otro lado de la habitación sin despegar su vista de un videojuego portátil que era su más grande acompañante- Las suficientes para que L y MiSabrosa descansen un poco
-Ellos dos juntos lo último que harán será descansar. Si no pelean, seguro están...
-Eso ya no nos corresponde a nosotros, Wammy dijo que le ayudáramos y eso hacemos, además, estos niños no hacen ruido ni nada, sólo ignóralos, es lo que yo hago. ¿Crees que es bonito saber que se pueden estar echando a la chava que te gusta? Obvio no
-...Qué fastidio, acepté a ayudarle a Wammy, no a ser niñero
-Bueno dime que quieres hacer y lo hacemos- dijo con un deje de picardía y doble sentido que a Mello le disgustaba que usara
-Iagh, olvídalo
-Cómo quieras
El castaño volvió su mirada jade a la pantalla de su videojuego y el rubio sólo se recostó boca arriba, sobre el acolchado piso de una esquina alejada a donde los bebés estuvieran. Se sintió tentado a dormir al ritmo de los ventiladores de las computadoras y lo logró. Los minutos en su mente pasaron en completa oscuridad hasta que sintió una presencia a su lado y esta fue acompañada por la risa corta e inocente de una pequeña persona envuelta en ropa color rosa.
-Sólo ignórala- se dijo a sí mismo en su mente- se irá
Pero las risas pronto se convirtieron en intentos de balbuceos y sus brazos fueron atacados por los débiles golpeteos de las pequeñas manos cuyas palmas no medían más de 5 cm de largo, los cuales lo hicieron abrir uno de sus ojos para observarla.
-¿Qué?- rezongó al ver la regordeta y clara cara de la gemela mayor: sus mejillas apresaban las comisuras de sus pequeños y adorables labios, su nariz tenía pequeños puntos parecidos a pecas y sus ojos grises perdían su calidad de rasgados por lo grandes que eran. - ¿Qué te han hecho mis brazos?