17.- El Torneo de los Tres Magos

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Una vez más había comenzado un nuevo año escolar y con él había más seguridad en la escuela que nunca. Por eso, además de los centauros fuertemente armados, había brujas y magos que ayudaban a proteger la escuela. Entre los que custodiaban la escuela estaba Sirius Black y Harry sabía por lo que Remus le hablaba que Snape y Sirius no se querían en absoluto. De hecho, Harry esperaba ver un duelo en cualquier momento una vez que llegara a la escuela. La clasificación había sido divertida y él había disfrutado de las miradas de sorpresa en la cara de muchos estudiantes cuando supieron por primera vez que el torneo de los Tres Magos iba a ser organizado en Hogwarts ese año. En un mes, Durmstrang y Beauxbatons llegarían a Hogwarts y todos estaban ansiosos por eso.

El día señalado, Harry estaba de pie con su casa esperando que aparecieran las escuelas. Luna Lovegood señaló al cielo y todos miraron hacia donde una docena de caballos alados tiraban de un carruaje del tamaño de una pequeña casa. Aterrizó graciosamente en el césped y la puerta del carruaje se abrió y un chico con túnica de lana azul pálido salió y bajó las escaleras. Una mujer casi tan alta como Hagrid salió del carruaje. Estaba vestida con un elegante vestido negro y caminaba con veinte estudiantes detrás de ella. Era muy bonita a pesar de que era muy alta y miró a los estudiantes de Hogwarts y sonrió amablemente.

– Me siento honrado de estar aquí Dumbledore – Dijo en un inglés con un ligero acento.

– Es un honor tenerla aquí, Madame Maxine – Dijo Dumbledore.

– ¡Mira el lago! – Neville dijo señalándolo.

Todos lo hicieron y se pudo ver la parte superior de un mástil saliendo del agua. En muy pocos minutos, un barco de tres mástiles con velas ondulantes se acercó al lago. Navegó cerca de la orilla, echó el ancla y la pasarela se dejó caer a la orilla. Los estudiantes salieron del barco y Harry pensó por un momento que todos estaban construidos al estilo de Crabbe y Goyle. Cuando se acercaron, vio que estaban vestidos con capas de pieles y que caminaba frente a ellos con túnicas de piel plateada, un hombre alto y delgado con cabello corto y gris y en su débil barbilla había una perilla. A Harry no le agradaba porque había algo en él que sabía que era malvado. Caminó hacia Dumbledore y se inclinó rígidamente.

– Me siento honrado de verte de nuevo Dumbledore – Dijo Karkaroff.

– Es bueno verte de nuevo Igor – Dijo Dumbledore. – Entremos y empezamos con el banquete –

– ¡Mira, es Krum! – Dijo Ron mientras Victor Krum pasaba.

– Brillante, no sabía que todavía estaba en la escuela – Harry dijo sonriendo.

Caminaron hacia el gran salón, los Beauxbatons tomaron asiento en la mesa de Hufflepuff y Durmstrang tomó asiento en Slytherin, una vez que todos estuvieron sentados, apareció el festín. Harry vio la Bouillabaisse casi al mismo tiempo que Hermione y la dejó tomar su parte primero. Había tenido esto cuando visitó Francia hace unos veranos y le gustó entonces y lo encontró muy bueno esta vez como entonces. Una vez que terminó el banquete y los platos estuvieron relucientes, Dumbledore se levantó de nuevo para dirigirse al gran salón.

– Me gustaría dar la bienvenida a nuestros huéspedes que han viajado lejos para estar con nosotros – Dijo Dumbledore. – En un minuto se sacará el cáliz de fuego, sin embargo, a la luz de mantener seguro este torneo, solo los mayores de edad podrán ingresar sus nombres –

– ¡Cumpliré diecisiete en abril! – Fred dijo.

– Sí, ¿por qué no podemos entrar? – Dijo George.

– Como tal, se pondrá una línea de edad alrededor de la copa – Dijo Dumbledore. – ¡Esos campeones mayores de edad pondrán sus nombres y que gane la mejor bruja o mago! –

Adoptando a Harry: Ojoloco y el hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora