36.- Sirius obtiene algunas respuestas

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Había pasado un mes desde el final de la guerra, los mortífagos que se negaron a rendirse estaban muertos o huyendo y no pasaría mucho tiempo antes de que todos fueran capturados. Sirius estaba pensativo y la razón era que su prima había entrado en la habitación. Había llamado a Narcissa aquí porque finalmente había descubierto quién lo había puesto en Nurmengard. No culpaba a su prima, de hecho se sentía más seguro con ella aquí ahora. Ella había actuado por amor y honor y él no la culpaba en absoluto.

– Me tomó un tiempo darme cuenta de que fuiste tú quien me puso allí – Sirius le dijo en voz baja a Narcissa. – Como estoy un poco, creo que me tomó mucho más tiempo que tuviera a Remus o incluso a Severus –

– ¿Estás muy molesto conmigo? – Narcissa le preguntó: – Ya sabes cómo se veía, habías traicionado a personas inocentes, a tus amigos y habías matado a doce personas inocentes junto con Pettigrew. Tuve que actuar rápido y sacarte de allí era la única manera. Aunque parecías culpable... eras de la familia y no iba a dejarte ir a Azkaban –

– Gracias, mostraste más misericordia de la que yo hubiera tenido – Le dijo Sirius. – Me siento honrado de llamarlos familia –

– Me siento honrado de llamarte familia, incluso si eres, ¿cómo te llama Severus el perro de la familia? – Narcissa dijo una sonrisa burlona en su boca.

– Bueno, soy un perro lindo, ahora dime ¿por qué te casaste con alguien más tonto que yo? – Sirius le preguntó a Narcissa. – Podrías haber tenido lo mejor, sé que es rico y todo, pero hay quienes son aún más ricos –

– Eso es cierto, pero lo amo, lo amaba en la escuela, era bueno conmigo. Creo que realmente me enamoré de él por la forma en que trataba a Severus – Ante la mueca de Sirius ella añadió – No hagas eso Severus es muy inteligente y completamente Slytherin como tú y tus amigos descubrieron demasiadas veces para contar. Lucius trató a este pobre pilluelo con respeto y lo enseñó. Han sido verdaderos amigos desde entonces –

– Lucius torturó a Dobby – Sirius respondió.

– No trataste a Kreacher tan bien como debías cuando eras niño – Narcissa respondió – Y eras un matón en la escuela, no lo niegues. Odiaste a Severus porque se enfrentó a ti y aunque nunca te expulsó a ti o a tu amigo públicamente, obtuviste lo que merecías en detenciones y tal –

– Odio cuando tienes razón – Sirius dijo: – ¡No odio a Snape, en realidad no, pero todavía me molesta! –

– Bueno, ustedes son dos perros viejos y quieren ser los mejores, a veces puede ser un dolor de ver – Dijo Narcissa.

– Bueno, yo soy el purasangre y él no lo es – Sirius dijo sonriendo levemente.

Se reclinó en su silla y tomó la taza de té que Abby trajo con pasteles de té y galletas. Narcissa era una mujer inteligente y sabía que había criado bien a su hijo. Su esposo tenía el problema de haber servido a Voldemort, pero se había redimido generosamente en la batalla y las consecuencias. Algunos de sus amigos mortífagos lo habían seguido y renunciado a Voldemort, Rookwood, Crabbe y Goyle, Nott y Avery habían denunciado a Voldemort e incluso ahora estaban ayudando a reunir a cualquiera que todavía intentara mantenerse fiel a Voldemort a pesar de que estaba muerto. Draco era un joven inteligente y se lo debía a su madre, Sirius lo sabía, Sirius tomó un sorbo de té y sonrió.

– Sirius, no te atrevas a hacer nada por lo que tenga que castigarte – Narcissa le advirtió.

– Me conoces Cissy, ¿alguna vez hago algo que merezca un castigo? – Sirius dijo luciendo tan inocente como pudo.

– Bueno, Molly no estaba feliz contigo la semana pasada cuando vine a verte – Narcissa respondió – Ella no es una bruja para meterse con Sirius –

Adoptando a Harry: Ojoloco y el hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora