Era un frío día de septiembre, Harry regresó a la escuela. Realmente debería haber sido esperado, con la fuga de Azkaban unas semanas antes y los dementores negándose a proteger la prisión, parecía que Inglaterra estaba bajo una terrible depresión. Harry estaba leyendo el Quisquilloso en el tren mientras Neville leía El Profeta. La historia del día fue cómo una bruja o mago desconocido había involucrado a sacerdotes cristianos para destruir a los Dementores. Se habló mucho sobre una ley poco conocida que se había aprobado cuando se estableció el estatuto de secreto, que disponía que la autoridad religiosa permitiera el ataque y la destrucción de las fuerzas oscuras y que el mundo mágico no interferiría si el ataque estaba claramente justificado. Ahora se hablaba de que esto estaba justificado o no.
– Entonces, ¿qué piensas Harry? – Dijo Neville. – ¿Crees que esto es legal? –
– Sí, lo hago, no podemos destruir a los dementores, pero los sacerdotes cristianos pueden – Dijo Harry. – Llama a los Dementores por lo que realmente son, demonios y ahí lo tienes –
– Harry tiene razón, los dementores son malvados y nunca deberían haber sido utilizados para proteger una prisión – Luna dijo desde donde estaba acurrucada cerca de la ventana. – Quien notifique al sacerdote debe recibir un premio –
– ¿Pueden los goblins manejar a los prisioneros? – Preguntó Neville.
– Mejor que los dementores – Dijo Harry. – No ha habido una fuga masiva de ninguna de las prisiones dirigidas por duendes. De hecho, mi padrino es el único en más de doscientos años que ha escapado de una prisión vigilada por duendes –
– Y el último – Llegó la voz de Draco desde la puerta.
Entró en el compartimento vestido con su túnica escolar y su placa de prefecto a la vista. Se sentó y alcanzó un pastel de caldero y Luna le dio un golpe en la mano. Ron y Hermione entraron y Ron le dio a Draco una mirada de no empieces conmigo. Draco se veía un poco pálido y Harry se preguntó si ya había conocido a su querida tía. Harry lanzó un hechizo para que nadie pudiera escuchar lo que se decía en su compartimiento y Draco parecía un poco nervioso.
– ¿Así que la conoces? – Preguntó Harry en voz baja.
– ¿Quién Potter? – Draco le espetó.
– Tu tía – Dijo Harry. – ¿AKA la perra? –
– Sí, la conocí, está loca, si no fuera por mi madre dudo que hubiera sobrevivido – Dijo Draco. – Realmente la odio. Cuando se enteró de que estaba saliendo con Ginny se puso un poco violenta, voy a tener que romper con Ginny, odio lastimarla pero es para mantenerla a salvo –
– Entonces, ¿te vas a unir a Voldemort? – Harry le preguntó a Draco.
– No creo que tenga otra opción, ¿verdad? – Draco dijo enojado. – Si no lo hago, la tía perra me matará, si no, mi padre seguramente lo hará –
– Quizás podamos ayudar – Harry dijo en voz baja.
– ¿Cómo Potter? – Draco gruñó. – Sabes que no tenemos ninguna posibilidad, el señor oscuro tiene sus espías en todas partes, va a ganar –
– No, no, no lo hará – Dijo Ron. – Déjanos ayudarte –
– ¿Sabes que mi padre tiene al ministro creyendo que el señor oscuro no ha regresado? – Dijo Draco. – Tu tío fue obligado a dejar su trabajo por un tecnicismo y ahora adivina quién viene a enseñar? –
– Lo sabemos, Dolores Umbridge – Dijo Hermione. – Mire, déjenos ayudar, podemos saber que no está solo –
– Es demasiado poderoso – Draco dijo levantándose. – ¡No entiendes su poder! –
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Adoptando a Harry: Ojoloco y el hombre lobo
FanfictionRemus Lupin saca a Harry de St. Mungo's después del ataque a Godric's Hollow. Alastor Moody encuentra al hombre lobo y se pone de su lado para criar a Harry. ¿Cómo funcionará esto? Lea para averiguarlo. Los personajes le pertenecen a J.K. Rowling Es...