27.- Atrapan a Remus Lupin

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Remus Lupin realmente debería haberse dado cuenta de que esto sucedería. Después de todo, Greyback no iba a estar feliz de estar tratando de reclutar a "sus" hombres lobo lejos de él. Remus se despertó lentamente y se dio cuenta de que debería tener suerte, uno aún estaría vivo y dos no destrozados. Escuchó gruñidos y supo exactamente quién estaba sobre él antes de que abriera los ojos. Podía oler el aroma de Greyback y sabía que le esperaba mucho dolor. Los rumores sobre Greyback eran suficientes para enfermar a cualquiera si eran ciertos. Remus abrió los ojos y se sentó, todavía estaba adolorido por la pelea pero pronto estará completamente curado. Miró a Greyback que estaba de pie sobre él y notó que estaba vestido con una túnica negra de mortífago y tenía su varita en la mano apuntando a Remus. Su túnica le quedaba ajustada y su largo cabello gris y canoso le colgaba hasta los hombros.

– Todavía estás tratando de pelear conmigo – Greyback le dijo a Remus. – Necesitas saber que eres mía –

– No, no lo soy – Remus dijo retrocediendo hacia una esquina de la habitación, tenía la sensación de lo que se avecinaba. – ¡No soy tuyo! –

– Oh, ¿crees que te haría algo tan grosero, cachorro? – Greyback dijo acercándose a Remus y levantándolo fácilmente del piso por su túnica. – Muchos rumores sobre mí son solo eso, puede que me guste comer humanos, pero no me contagio de esa manera con los humanos o con los de mi propia especie –

– ¡Me convertiste en un monstruo! – Remus gruñó. – ¡Esa es la única conexión que tenemos y te odio por eso! –

– No eres un monstruo, eres una criatura superior, puedes sufrir heridas y dolores que un humano no puede, vivirás mucho más tiempo que un humano y, a diferencia del vampiro, solo tienes sed de humanos una vez al mes. Puedes soportar el sol y el las únicas cicatrices que llevas son las que te di el día que te convertiste en mío. No entiendo por qué me odias por eso –

– ¡No tuve otra opción! ¡Arruinaste mi vida, si no fuera por mis padres, me hubieran echado por completo! – Remus gruñó.

– Lástima que veas las cosas de esa manera cachorro – Greyback dijo tirándolo al suelo y sacando un látigo. – Puedes curarte sin cicatrices, pero aún sientes dolor y sabrás que soy tu maestro –

– No, no lo eres – Dijo Remus. – Nunca podrías serlo, me he impreso completamente en los humanos –

Greyback gruñó y bajó el látigo. Si eso fuera cierto, Remus había estado aquí solo por una cosa, ¡para llevarse parte de su manada! Eso no sería tolerado e iba a tener que darle una lección a este cachorro. Entonces se le ocurrió a Greyback en quién se había impreso este cachorro, ya que esa persona le habría hecho la poción Matalobos para mantenerlo "domesticado". Greyback gruñó y se dio cuenta de que no podía matar a este cachorro como quería, si lo hacía, el mago humano que era dueño de este hombre lobo seguramente lo mataría.

– ¿Quién es el humano que es tu alfa? – Greyback gruñó acercándose a Remus y golpeándolo con el látigo. – ¡Dímelo tú o me aseguraré de que tus últimos días estén llenos de dolor! –

– Severus Snape – Remus gimió cuando el látigo atravesó su túnica y se hundió profundamente en su piel. – Traté de no dejarle huella, pero no pude evitarlo. ¡Es malvado y cruel como tú, pero me hace la poción para mantenerme cuerdo! –

– ¿Así que es el maestro de pociones del señor oscuro? – Greyback gruñó. – Escucha bien, cachorro, la única razón por la que no te mato por tratar de convertir a mis cachorros en humanos para imprimirlos es que perteneces al maestro de pociones del señor oscuro. Es solo él quien ahora puede decidir tu destino si vives o mueres –

Remus sabía que Snape no sería amable con él, tenía que mantenerse encubierto. Era algo bueno que los mestizos como Remus tuvieran habilidades naturales de Oclumancia y ningún mago humano podría atravesarlas. Remus sabía lo que iba a pasar y sabía que dependía de él mantener la tapadera de Snape, aun así sabía que le esperaba mucho dolor, humillación y sufrimiento. Greyback terminó de golpearlo y lo dejó en la celda. Se pondría en contacto con Voldemort y, con suerte, ganaría el favor al traerle una "mascota" para divertirse...

Adoptando a Harry: Ojoloco y el hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora