Adoptando a Harry: Ojoloco y el hombre lobo

10.- Nuevos trabajos y sirvientes

La Sra. Weasley levantó la vista de su edición para ver a Severus Snape parado frente a ella. Era verano de nuevo y él estaba de vuelta aquí en la madriguera buscando a Remus, ella estaba segura ya que necesitaba su poción. El año escolar después de la muerte del basilisco y la exoneración de Hagrid de abrir la cámara había ido muy bien. Remus había asumido el cargo de profesor de defensa y fue un éxito instantáneo con los estudiantes. Incluso Severus Snape estaba impresionado porque a los estudiantes les gustaba el hombre lobo y disfrutaban sus lecciones, pero maldita sea si Snape alguna vez diría eso.

– ¿Cómo es el puesto de editor en el Quisquilloso Molly? – Preguntó.

– Muy bien, a Xenophillius le encanta mi trabajo y las sugerencias para mejorar la revista – Dijo la Sra. Weasley. – Las suscripciones han aumentado y el dinero realmente está llegando ahora –

– Eso es genial, tienes mucho talento – Dijo Snape.

– Vaya, gracias Severus – La Sra. Weasley dijo sonriéndole al joven maestro de pociones, él no era de los que daban cumplidos a la ligera.

– Digo la verdad, oh, y mira a quién metió la droga – Snape le dijo a Remus que entró, agarró un pastel grande y se tiró en una silla. – El hombre lobo favorito de los estudiantes, veo a las chicas caer sobre ti –

– No tanto como ellos lo hacen contigo – Remus respondió alcanzando la copa de poción y gruñó cuando Snape se la retuvo.

– ¿Qué quieres decir? – Snape dijo con frialdad.

– Oh, vamos, el oscuro maestro de pociones peligroso de las mazmorras – Dijo Remus. – Las chicas se caen encima de ti – Remus dijo extendiendo su mano por la poción. – ¿Puedo tener eso ahora? –

– Hnn, bueno, todo lo que puedo decir es gracias al cielo por las protecciones – Snape dijo y al recordarlo – ¿Ahora quién aprendió más sobre los de la escuela? –

– Sirius, trató de tener algunos parientes por falta de una palabra más cortés y bueno, Poppy no estaba feliz de tener que llamar a un sanador para que se ocupara de los hechizos de su virilidad – Remus dijo tomando la poción de Snape. – James se burló de él durante semanas –

– Sí, bueno, todos sabíamos lo que pasó con la forma en que caminó durante una semana después – Snape dijo sonriendo.

– Sería bueno si pudiéramos compartir esos encantos y protecciones con los muggles – Dijo la Sra. Weasley mirando el artículo sobre el profesor de la semana en Hogwarts. – Mantendría a los niños a salvo unos de otros –

– Y maestros, si no fuera por ellos, ¿en qué problemas se podría haber metido Ricitos de Oro? – Snape dijo – Por supuesto que habría terminado muerto en mis manos al estilo muggle. Nadie se aprovecha de un estudiante nunca –

– Acordado – Remus dijo terminando su poción.

En ese momento Harry irrumpió en la habitación y Snape lo miró y sus ojos se abrieron en estado de shock. Harry ya no usaba anteojos, Moody había leído sobre un estudio nuevo y no público sobre algo hecho con láseres muggles para corregir la vista y, por supuesto, tanto él como Remus habían dejado que Harry se sometiera a la cirugía. Eso no era todo, Harry había crecido unos centímetros y sus ojos libres de las gafas eran de un verde muy intenso, exactamente como su madre. Harry sonrió ante la reacción de Snape y Snape miró a la Sra. Weasley, quien sonrió ante la reacción de Snape.

– Harry, ¿por qué no estás usando anteojos? – Preguntó Snape.

– Oh, esta nueva cirugía muggle con láser que corrige la vista – Harry dijo que sus ojos verdes se iluminaron.