Daniel insiste en pagar el almuerzo, dice que para la próxima yo le puedo invitar; no le discuto, pero me hace sentir incómoda que alguien más me invite. Mi mente viaja hasta Nick y en el desayuno que preparamos ayer en su casa; me hubiera gustado que me llamara, o que por lo menos me mandara un mensaje, pero nada. Sigo sin tener noticias de nada.
– Fuiste el alma de la fiesta.
– Oh, gracias.
– Tienes una voz perfecta.
– Gracias.
– Mi hermana se puso de un humor... cuando se dio cuenta que su broma no iba a funcionar contigo.
– Ah. –Entonces planeaba humillarme.
– Ni el tal Alejandro la pudo sacar de su malhumor.
Se me hiela la sangre al escuchar el nombre de Alejandro. En la fiesta lo vi platicando muy a gusto con Daniela, incluso compartieron un beso. Bueno, se restregaban como dos animales en celo en ese sofá, pero eso me hizo pensar: ¿Y si ella lo mando para hacerme daño?
– ¿No te lo presento?
– No, no tuve el placer –digo con sarcasmos.
– Sus amigos traían unos buenos golpes, e incluso Skillet tenía una huella de una bota en su camiseta.
– ¿En serio? –Me llevo la taza a la boca para ocultar mi sonrisa de satisfacción. Si Daniel supiera que yo se la hice.
– Pero ninguno dijo lo que pasó; creo que andaban muy pedos para recordar.
– No me lo imagino.
<<Y no quieres ni saber lo que estoy pensando>>, añade mi subconsciente.
Entre más tiempo paso con Daniel, menos me acuerdo de mis problemas con mi madre y mi padre; más le vale que no venga, sí viene, tendré que comprar un arma por mi protección, no es juego.
– Eh, mira es Gabriel –dice al tiempo de señalar la puerta de cristal.
Mi cabeza gira como si tuviera un resorte.
Gabriel, Lucía, Daniela y Raúl atraviesan la cafetería hasta llegar a la mesa.
<<¡Raúl!>>
Lucía va del brazo de Raúl, Daniela tiene un café y unas donas en cada mano, y Gabriel trae una camiseta blanca debajo del pantalón.
Raúl me mira con sorpresa y con algo más de odio; ya somos dos amigo. Daniela me mira con desdén; ya somos dos amiga. Lucía no parece sorprendida al verme con Daniel. Gabriel tiene una mueca extraña al verme; debe pensar lo mismo que yo, pero en terminos distintos. Todavía me acuerdo de lo pedo que iba cuando Nick y yo nos lo topamos en la fiesta. Me pregunto si aún recuerda todo lo que dijo en su estado yonqui.
– Hola, Mell –dice Daniela, y no sé cómo, pero se encarga de que todos me saluden, incluso Raúl.
<<¿Qué hace Raúl aquí?>>
Después de nuestro enfrentamiento, yo que él mantendría las distancias. No pienso volver a aceptar disculpas de su parte si va a seguir así. Me dijo que Daniela y Gabriel son mejor compañía que la mía; si quiere seguir en su estado de rorro, pues que lo haga, pero que a mí no me meta en sus problemas.
¿Qué está haciendo aquí? Por la cara que pone al verme, sé que debe de estar preguntándose lo mismo. Suerte que Nick no está aquí; aunque a una parte de mí le encantaría recibir un poco de su apoyo, la otra sigue enfadada por pasar de mí. Él sabe cómo tratar a sus hermanos; sea como sea, pero él sabe decir las palabras justas para quitárselos de encima.
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Así Son Las Cosas [Así somos #1] ✔️
Fiksi RemajaCuando Miel recibe la golpiza de su vida, decide irse a vivir lo más lejos posible de su padre. Encontrará consuelo en su tía Andrea, quien le ayudará a escapar a la Ciudad de México en donde reside la disfuncional familia de Raúl, los que le darán...