<<Maldición.>>
Tengo a Raúl en el departamento, a Nick en la ducha conmigo, sólo me falta que Carol o Sarah estén también.
Miro a Nick, pero a él le han cambiado la cara por una molesta. Sé que él y Raúl tienen problemas sin resolver, y además tenemos lo que pasó en la fiesta y también en el puente y en la cafetería. Bueno, en realidad ellos tienen más que problemas; sin querer recuerdo las palabras del señor Villalobos: <<Debería preguntarle lo que pasó hace dos años.>>
– ¿Meli? –pregunta impaciente.
– ¿Si? –respondo con una voz chillona.
– La puerta de tu cuarto está cerrada –dice al tratar de abrirla.
Parece que Nick en verdad está hechando humo, es eso o debe ser el vapor del cuarto. Le pongo la mano en la boca rápidamente cuando hace ademán de hablar.
– Sí, bueno... quería privacidad –me apresuro a mentir.
– Ah... Sarah y Carolina llegarán más tarde está noche. Tienen mucho trabajo en la oficina.
– Okey.
– Yo voy a salir con Lucía y no vendré hasta dentro de las doce o la una.
– Vale... –Escuchar el nombre de ésa hace que me invada él malhumor.
– Adiós –oigo que me dice una vez que se aleja de la puerta.
Creo que en definitiva se va, cuando se cierra la puerta del departamento. Suelto un fuerte suspiro que me oprimía el pecho, pero regresa al ver a Nick, tiene el ceño fruncido.
No sé qué decirle, se le ve molesto y no quiero incitar una pelea.
– ¿Desde cuándo entra a tu cuarto?
– No entra –no quiero pelearme con él.
– Pues quería entrar sin tu permiso. No escuchaste que no toco hasta que comprobó que la puerta estaba asegurada.
Analizo su tono, y puedo comprobar que no está molesto en sí, sino más bien preocupado por mí.
Para tranquilizarlo, pongo mis manos alrededor de su cuello y lo beso con cautela debajo de la regadera; me pego a él lo más que puedo. Nick se resiste, pero rápidamente cede cuándo le muerdo el labio inferior; lo tomo entre los dientes hasta que gime, repito el movimiento una vez más hasta que percibo que se le ha puesto dura por enésima vez desde que lo conozco.
Me excita tener su entrepierna dura contra la mía, es una de las cosas que más amo.
Me agradece cuando me toma por las caderas y baja la cabeza hasta estar a la altura de mis senos. Toma un pezón entre sus dientes, primero lo muerde y al final lo jala un poco hasta que el otro pezón se pone duro sin siquiera ser tocado. Me provoca escalofríos por todo el cuerpo mientras lame y muerde para calmar el dolor. Tomo de su pelo y tiro, Nick sube hasta mi oído y atrapa mi lóbulo con todo y arete, y empieza a lamerlo hasta que me tiene jadeando y sujetándolo de los hombros.
Me crece esa presión en el abdomen bajo hasta el grado en que mi espalda se calienta al sentir que me levanta un poco del suelo y sé restriega otro tanto hasta que noto su erección. Me quiere hacer el amor otra vez, lo sé.
– Nick... –gimo–, por favor...
– Quieres hacerlo otra vez, ¿no?
– Por favor –estoy suplicando.
– No quiero que vuelva a entrar –ordena.
Quiero decirle que no es una amenaza, que al quien quiero es a él y sólo a él, pero me lo pide con tanto miedo que no soy capaz de pensar en una respuesta clara. La pasión entre nosotros tampoco me ayuda mucho a pensar.
– No dejes que nadie entre, por favor –me dice al repartirme besos por todas partes de mi cara.
Me abraza a tal grado que me oprime los pechos y me deja sin aire para siquiera responder.
– ¿Miel? –pregunta impaciente.
– Bien –cedo–, no dejaré que entre. Lo prometo.
Mi fuerza se dobla con sus palabras, debe ser porque lo amo. Amo tanto a Nick que no quiero que nunca se separe de mi lado, espero que él también sea capaz de amarme de la misma forma. A veces me da miedo que todo sea parte de un sueño, o que todo sea parte de una pesadilla.
Perder la virginidad y estar a punto de una pelea en el mismo día me han dejado agotada. Por suerte a Nick, se le pasó el malhumor en cuanto cambiamos de tema y terminamos de bañarnos.
«Oh, carajo. Perdí la virginidad.»
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Así Son Las Cosas [Así somos #1] ✔️
Teen FictionCuando Miel recibe la golpiza de su vida, decide irse a vivir lo más lejos posible de su padre. Encontrará consuelo en su tía Andrea, quien le ayudará a escapar a la Ciudad de México en donde reside la disfuncional familia de Raúl, los que le darán...