¿Rencarne En Una Novela? Y Aún Por Encima ¿Como Villana?

capitulo 39

¿De que se habla cuando estás con una persona que apenas conoces (por no decir que no lo conozco) y con la que casualmente te encuentras solo? Para mi es un silencio tan incomodo y tenso... Pero el está tan tranquilo mirando por la ventana como si absolutamente nada pasara. El pasar tiempo con Astrid afecta, saca temas de donde nadie los saca y no soporta el silencio, aunque fusiles su tema de conversación saca otro y como no mi costumbre por el silencio si que ha sido fusilada.

—Hola, bienvenidos a Cup of Caffe, el día de hoy la especialidad de la casa es la explosión de chocolate, no está en la carta pero les puedo explicar en que consiste— como si los dioses hubieran escuchado mis suplicas para que el silencio se rompiera la camarera vino a pedir nuestra orden/pedido.— ¿y bien? Tienen algo pensado para ordenar.

—Un té verde, por favor— Canta a la vista que viene de buena familia. La meseta asintió

—un chocolate caliente— la mesera me miró y asintió.— oh y lo de la explosión de chocolate suena bien, una por favor— bien? Bueno quizás mentí, y bien lo escuché se me hizo la boca agua. Yo ya sabía lo que hera, había venido un día y me dio por probarlo.

—¿algo más?— miró a mi acompañante y el negó, así que se fue.

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—Aquí está su orden— y como si hubieran escuchado mis suplicas, de nuevo llegó la camarera rompiendo ese interminable silencio.

—Gracias— liam y yo dijimos a la vez al tener las ordenes delante de nosotros.

Y bien la camarera se fue el príncipe miró el contenido de la mesa.

—¿Que es eso?— ¿Hola? ...... Si, llamaba para informar de un delito ..... Si ..... Oh, es el peor que usted pueda imaginar .... ¿Como quiere que me tranquilice? La persona frente a mi no sabe lo que es el chocolate caliente!

—Un chocolate caliente— si... Su cara lo confirma, no sabe lo que es. SOS— ¿quieres probar?— di un sorbo a la tasa de chocolate y continué— está rico.

—bueno...— desconfiado acercó la taza a sus labios y tomó un sorbo.... Luego de un tiempo otro, luego otro... Luego otro... Oh, mi chocolate.

—Recuerdame que no te deje probar nada de lo mio— miré mi taza bacía de rastros de que alguna vez tuviera ese delicioso liquido espeso calentito de chocolate, cuando subí la mirada tampoco estaba la explosión de chocolate— No volveré a perder de vista mi comida si estoy con tigo, te has comido mi pedido...

—Puedes tomarte mi té— vete a la mier.... Pensándolo bien, mejor que nada....

—Está bien... Pero aún quiero mi chocolate— cogí la taza de té, a la cual le que daba la mitad de su contenido y bebí con tranquilidad aquel té.

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—y a ahora?— lo miré— que hacemos?

Luego de unos cuantos cambios de expresiones (a mi parecer tiernos) y unos cuantos minutos de indecisos gestos el príncipe por fin habló

—Ven, te encantará— cogió mi mano y corrió con la alegría de un niño guiándome por los infinitos pasillos del centro comercial.