Sintió cómo lo jalaban para atrás y cómo le ponían sobre la boca y la nariz, sintió mucho sueño y después... nada, absolutamente nada.
A Wei Ying apenas se le estaban pasando los efectos del somnífero pero estaba seguro de que lo habían puesto en el asiento trasero de un coche. Abrió los ojos lentamente y se dio cuenta de que tenía una almohada color rojo con bordados dorados y una cobija blanca encima.
Se sentó en el asiento sin destaparse y logró visualizar que iban por un camino con muchos árboles.
-Qué bueno que ya despertó joven Wei- dijo el conductor del coche.
-¿Falta mucho para llegar?- preguntó Wei Ying tallándose un ojo.
-Si quiere puede dormir otro rato doctor- dijo el conductor sonriéndole amablemente.
-En ese caso- dijo Wei Ying volviéndose a acostar- No he podido dormir bien estos días, así que ¡Buenas noches!
-Pero es de tarde, usted nunca cambia joven Wei- comentó el conductor con una suave risa.
-Dudo mucho que algún día cambie, y si llegó a cambiar será porque me traumatizaron o borraron mi memoria- respondió tapándose con la cobija. Después de eso se volvió a dormir otro rato, hasta que lo despertaron.
-Doctor, ya llegamos, por favor despierte.
-¿Tan pronto?- preguntó con un puchero.
-Doctor Wei, su familia lo está esperando adentro.
Wei Ying se sentó y se acomodó el cabello como pudo ya que lo tenía muy desordenado.
Le abrieron la puerta del coche y frente a él tenía una mansión de dos pisos, era color blanco con bordes rojos, las ventanas y la puerta eran de un color dorado, la puerta tenía un sol en el centro.
-¿Está mi tío aquí?- preguntó mientras entraban.
-Wen Ying, que bueno que ya llegaste- se escuchó una voz un poco grave hablar.
-Y hablando del rey de Roma- murmuró Wei Ying- Hola tío RuoHan, tiempo sin vernos- dijo dándose la vuelta para verlo y sonriendo.
-¿Por qué no nos avisaste que habías venido a China? Hubiera mandado a alguien por ti antes- dijo Wen RuoHan sonriéndole de regreso.
-Porque ¿tal vez vigilas cada movimiento que hago?- respondió Wei Ying alzando los hombros.
-Sabes que eso no es cierto Wen Ying, ¿Todavía crees que te vigilamos?
-Pues si mandar a alguien para que vea cada movimiento que hago no es vigilar, entonces no sé lo que es. Además ya te he dicho que mi apellido es Wei no Wen, W-e-i, Wei.
-Sabes que aquí siempre serás Wen Ying, ¿No ya te lo había dicho antes?
Wei Ying soltó un suspiro pesado antes de responderle- Creo que nunca voy a hacer que cambies de opinión, ¿Verdad?
-¿Alguna vez lo has logrado querido sobrino?- le respondió con una sonrisa maliciosa.
Wei Ying miró a su tío con reproche, lo que decía era cierto, había tratado mil y un veces que lo dejara de llamar así, de las cuales cero lo había logrado.
-¡Primo Xian! ¡Qué bueno que veniste!- dijo Wen Xu mientras lo abrazaba por la espalda.
-Hola primo Xu, hace tiempo que no te veía- dijo Wei Ying sonriendo.
-¿Qué le pasó a tu cabello? Lo recordaba mucho más largo- dijo Wen Xu revolviendo su cabello.
-Me lo corté- dijo con una sonrisa- Me gusta mucho cómo se ve ahora y es más fácil de cuidar, ¿Acaso no me veo bien así?
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Voz de mí
FanfictionWei WuXian es uno de los mejores médicos de su generación, solo alcanzado por otro doctor llamado Hua Cheng. Ellos se conocen desde la más tierna infancia, pero por una razón del destino se separaron y no se habían vuelto a ver. Ambos nada más se ac...