Voz de mí

De regreso a Yiling y una videollamada incorrecta

Después de esa llamada, Hua Cheng, se quedó en su lugar unos momentos.

Bien, si esa era la decisión que había tomado su Ge..., el príncipe de XianLe, la iba a respetar, igual, aunque quisiera, por ahora no podía hacer nada.

Tenía que despejar su mente para poder pensar con claridad, esa llamada lo había dejado con muchos sentimientos y emociones que eran difíciles de descifrar.

Salió de su apartamento a caminar por la ciudad y aunque estaba llena de personas, en ese momento se sentía como sí nada más estuviera él caminando, nadie más que él.

Era un recorrido que sinceramente lo estaba calmando bastante, tal vez demasiado para su gusto. No le gustaba este sentimiento de sentirse solo, lo odiaba, le recordaba cosas del pasado que no quería recordar por el resto de su existencia.

Inconscientemente sus pasos lo llevaron a un pequeño parque en el que le encantaba estar, no sabía porque, pero los colores otoñales siempre lo relajaban.

Era un pequeño parque en donde había bancas pintadas de rojo, había unas lámparas que iluminaban el lugar de un tono rojizo, los árboles en esta época sus hojas eran color naranja y el piso era de un color gris claro. Curiosamente cada vez que venía sentía una gran nostalgia, aunque estaba seguro de que antes de venir a Japón nunca había estado en este lugar.

Estaba a punto se sentarse en una de las bancas cuando lo vieron dos personas que conocía muy bien, y se dirigieron con él. Cuando llegaron lo único que le dijeron fue:

-Ya te enteraste, ¿Cierto?

Ugh, y ahí estaban sus dos acosadores recientes: Feng Xin y Mu Qing.

-¿Enterarme de qué?- dijo alzando una ceja.

-Se te nota un aire enojado a kilómetros, claramente ya lo sabes- dijo Feng Xin.

-No sé de qué estás hablando- dijo con un tono indiferente.

-Claramente es sobre el compromiso de Xie Lian- dijo Mu Qing empezando a desesperarse.

-Oh, era eso- dijo Hua Cheng- Si esa es la decisión que tomó el príncipe de XianLe, no puedo hacer nada.

Feng Xin y Mu Qing se sorprendieron, normalmente Hua Cheng llamaría a Xie Lan "Gege", pero ahora lo había llamado "Príncipe de XianLe". Con eso ambos fruncieron el ceño, claramente algo había pasado.

-¿No vas a intentar separarlos?- preguntó Mu Qing.

-¿Por qué habría de?- dijo alzando una ceja.

-Siempre andabas pegado a Xie Lian desde que te trajo de China, y siempre que se le acercaba algún pretendiente lo alejabas.

-Sí es la decisión que tomó, no tengo derecho a interferir. Además- dijo viéndolos a la cara- cuando regrese por favor díganle que no es necesario que los mande a vigilarme.

-¡Tú! ¿Cómo sabes que nos mandó?- preguntó Feng Xin.

-¿En serio?- dijo Hua Cheng como si fuera lo más obvio- Claramente nosotros no nos soportamos, y de repente estos días ustedes dos se me han pegado como no sé qué.

-Bien, nos mandó a que vigiláramos que no te enteraras.- respondió Mu Qing- Por eso esta vez no lo acompañamos.

Hua Cheng nada más sonrió con amargura, sacó el celular que le habían roto esos dos y se lo dio a Mu Qing.

-Cuando regrese el príncipe heredero, devuélvanselo y díganle que acepté una oferta de trabajo en otro lugar.

-¿Acaso este no es el celular que te regaló Xie Lian en tu cumpleaños número 15?