Voz de mí

¿Me estoy quedando solo?

Wei Ying estaba yendo al hospital cuando recordó que tenía que ir a quitarle la aguja a Luo Binghe, así que le pidió al conductor que por favor se dirigiera a la casa donde vivía.

Bajó del auto y entró a la casa, ahí en la alfombra estaba un Binghe bien dormido que no daba señales de querer despertar; en un punto clave tenía una delgada aguja plateada. Wen Qing se sintió orgullosa de su hermanito, había aprendido bien de ella.

Wei Ying se acercó y le quitó el pequeño objeto, después acompañó a Wen Ning a ayudarle con el almuerzo en lo que esperaba a que Binghe despertara.

Claro que Wen Ning no dejó que Wei Ying le echara a la comida todos los condimentos que él quería aunque le haya hecho pucheros, sólo dejó de insistir cuando Wen Qing se acercó y le mostró sus agujas, después le dijo que saliera de la cocina para que fuera a vigilar a Luo Binghe y A-Yu.

Después de unos 10 minutos por fin despertó Binghe, su primera reacción fue agarrar el florero que estaba en la mesa y apuntarle a la primera persona que vio.

-¿Xian-... di?- preguntó confundido- ¿No te habían secuestrado?

-Binghe-ge, ¿En serio crees que me pueden secuestrar fácilmente?- preguntó Wei Ying con un puchero.

-Pues... No importa, ¿Cómo lograste escapar?

Wei Ying no había pensado en una excusa para justificar eso, así que dijo lo primero que se le ocurrió.

-Verás, tuvieron que... ¡pasar por gasolina!... Entonces cuando se detuvieron decidí que era momento de dejar de fingir que estaba dormido y bajé del auto, me persiguieron por un buen rato hasta que los perdí de vista en un ba... ¡barranco! Sí, bajé con cuidado un tramo y después de unos momentos buscándome se fueron, entonces salí de mi escondite y me encontré con A-Ning, no sabía dónde estaba así que me trajo de regreso pero llegamos muy tarde y decidí dejarte dormir.

Binghe no se veía muy convencido, más cuando le contó la parte del barranco, pero sólo se limitó a asentir.

-A-Xian, te tengo que decir algo.

-¿Qué cosa?- preguntó con curiosidad.

-Me tengo que regresar a Inglaterra en dos días, Yue QingYuan me dijo que era mejor que ya volviera a hacerme cargo de mi puesto.

-Si el doctor Shen te escuchara dirigirte así hacía el director Yue seguramente te regañaría, y de lo otro, no te preocupes, algún día tenías que regresar, ¿No?

Binghe no estaba seguro de si debía regresar, hace poco su didi se quedó sin su Shishu y también lo habían secuestrado el día anterior.

-¿Estás seguro que quieres que me vaya? Puedo decirle al director Yue que me quedó más tiempo para ayudarte- le dijo Binghe.

-No te preocupes por mí Binghe-ge, voy a estar bien. Sé defenderme yo solito- dijo sonriéndole.

Se quedaron en silencio un instante, Wei Ying sabía que en algún momento Binghe se tenía que regresar, pero aun así se preguntaba ¿Ahora quién se va a quedar a su lado? Jiang Cheng y Wen Qing se iban a ir en un año también, Wen Ning ya estaba cuidando a su pequeño A-Yu y eso significaba que no lo podía ayudar a él, entonces ¿Quién lo apoyaría?

-Por cierto A-Xian, la otra vez mencionaste algo sobre un zorro ¿No?- dijo Binghe rompiendo el silencio.

-Sólo era una llamada Binghe-ge, no tienes que preocuparte por eso- respondió Wei Ying sonriéndole.

-Entonces ¿el tipo del otro día no era ese zorro del que hablabas?

-¿Cuál tipo Binghe-ge?- preguntó Wei Ying y su sonrisa decayó un poco.