Unidos En La Cascada (tomioka giyuu × T/N)

Cap 28

*Narra Autora*

Sanemi: T/N!! No seas idiota!

T/N: y dejar que huya?! Ni loca -salto dentro del lago después de tomar aire-

Sanemi: T/N!

Sanemi y T/N estaban peleando contra tres demonios, Sanemi se estaba encargando de dos a la vez mientras que T/N solo con uno, que al estar apunto de cortarle el cuello se sumergió en el lago que estaba cerca, el cual era su dominio.

*Narra T/N*

No tuve problema al sumergirme en el lago, podía contener la respiración por varios minutos,en esto le agradezco al abuelo Urokodaki por lanzarme varías veces a la cascada.

Al sentir el tacto con el agua, pude ver cómo algo se acercaba y rápidamente hice lo que más me convenía para no preocupar a Shinazugawa y salir rápido a ayudarlo. Cuando estuvo a punto de tocarme le realice un gran corté en su estómago y el veneno hizo su efecto.

Nade hacía la superficie y me encontré con Shinazugawa viendo el cadáver del demonio, totalmente concentrado en el, así que era un buen momento para asustarlo un poco, me coloqué atrás de él cerca de su oído sin que se diera cuenta y hablé

T/N: hola~

En un rápido movimiento ya me estaba estrangulando.

T/N: me rindo!

Sanemi: idiota, avisa que eres tú! -dijo molesto-

T/N: perdona, quería darte un pequeño susto.

Sanemi: acabaste con en demonio cierto? -asenti y me dió un golpe en la cabeza- no vuelvas a saltar dentro del dominio de un demonio idiota!

T/N: si si, ya no lo volveré a hacer-dije sobándome la cabeza

Sanemi: más te vale idiota -comenzo a caminar- como castigo por preocuparme invitarás el desayuno

T/N: está bien... Espera -volteo a verme- te preocupada por mi -le sonreí-

Sanemi: no -se volteo y siguió caminando-

T/N: vamooos tú lo dijiste

Sanemi: camina

Llegamos a una posada, cada quien se fue a su habitación asignada y nos fuimos a dormir y como de costumbre horas después me despertó con una linda y agradable salpicada de agua.

T/N: idiota!!

Sanemi: JAJAJAJA

T/N: idiota lo vas a pagar! -dije totalmente enojada-

El salió corriendo mientras yo lo correteaba por el pueblo hasta alcanzarlo por qué se detuvo al ver a dos niños pequeños que parecían hermanos trabajar.

Niño1: vamos, hay que darnos prisa para ir a comprar los medicamentos de mamá

Niño2: pero aún no nos alcanza.

Niño1: entonces hay que trabajar el doble

Sanemi entró en escena.

Sanemi: oye tú -se dirigío al primer niño-

Niño1: necesito algo señor?

Sanemi: toma -le dió una bolsa con varías monedas- por accidente escuché su conversación, tomarlas para comprar el medicamento de tú madre

Niño2: no podemos aceptarlas

Sanemi: no les pregunté si podían aceptarlas, tomenlas y compren el medicamento de su madre.