Kara Danvers es, en secreto, la sobrina de Cat Grant. Gracias a que su tía le fue enseñando el mundo del periodismo, Kara sintió una atracción inmediata por las letras. Fue en su primer reportaje, donde se hizo pasar por reportera para conseguir una...
Liam nació con 2 kilos 425 gramos y 47 centímetros de estatura el 27 de abril a las 23:50 hs. Pero lo tenían en incubadora desde hace varias horas. La esposa de la doctora Swan apareció esa mañana y me desperté con su voz.
—Señorita Danvers, mi nombre es Regina Mills y soy la pediatra que eligieron para su hijo Liam.
—Es un placer conocerla. Lo siento, mi prometida no está en este momento. Fue a la sala de cuidados intensivos a ver a Liam.
Me asintió y sonrió.
—Sí, justo vengo de ahí. Le estaba explicando a su prometida que cuando la calidad de la respiración de Liam sea satisfactoria, la evolución del peso llegue a unos niveles aceptables, la tolerancia a la alimentación sea adecuada, no aparezcan episodios infecciosos y el nivel de desarrollo de sus órganos vitales sea favorable, podrá salir de la incubadora.
—¿Y cuánto tiempo pasara para eso? Aún estoy con dolor en mi cuerpo pero quiero ir a ver a mi hijo.
—Justo de esto vengo a hablarle, estamos haciendole análisis a Liam y en unas horas podremos confirmarlo pero todo indica que todos sus órganos están desarrollados y funcionales. —Sus palabras me aliviaron muchísimo—. Y para el bebé es necesario establecer cuanto antes los vínculos afectivos con sus madres. Así que tengo una propuesta para usted. Quisiera aplicar el método canguro con Liam.
—¿Qué es eso?
Pregunté y me miró sentándose al borde de la cama y mirándome.
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—Este método consiste en sustituir la incubadora por el cuerpo de la madre que le ofrece el calor necesario. El contacto con la piel y el pecho materno estabiliza la frecuencia cardiaca del bebé y mejora su ritmo respiratorio. Sin duda este cobijo garantiza la mejor estimulación física y afectiva para que evolucione correctamente. —Me dijo y yo asentí sonriendo—. Además de que es necesario que intente amamantarlo. Cuando salí de cuidados intensivos la señorita Luthor le estaba dando un biberón y lo aceptó pero me interesa que reciba leche materna.
—Gracias doctora Mills. —Le dije y me sonrió con dulzura—. Estoy eternamente agradecida con usted y su esposa por lo que hacen por la seguridad de mi hijo.
—¿Qué puedo decir? —Dijo con diversión—. Ese niño es un bombón. Tiene a todas las enfermeras enamoradas.
—Eso lo sacó de Lena. —Dije y me miró seria.
—Espero poder traerle a su hijo en unas horas para que lo tenga en brazos.
Ella se retiró y yo me quedé descansando un poco más. Lena regresó con una enorme sonrisa ya que le dijeron que en unas horas me lo traerían. Me trajeron el almuerzo y Lena estuvo a mi lado mirándome con dulzura. Fue cuando había terminado de comer que me llevé la sorpresa de la doctora Mills apareciendo con una cuna de vidrio cerrada. Sonreí y vi con entusiasmo mientras una enfermera me quitaba la comida. Lena tomó a Liam en brazos y lo sostuvo así un momento mientras la doctora Mills instruía a la enfermera para que me ayudaran a abrir mi bata. Querían que quedara casi desnuda para tener a Liam contra mí pecho y sintiera mi calor.
