Extra IV

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Hubo un largo silencio y miradas retadoras entre los chicos.

—¿Por qué nadie dice nada? —preguntó Hoseok—. No viajamos por toda la galaxia para nomás vernos a los ojos.

—Tiene razón —dijo Jungkook—. ¿Cuáles son tus intenciones?

Namjoon se recargó en un bastón de hielo que formó y soltó una falsa carcajada.

—Ustedes son los que vinieron aquí. ¿Cuáles son sus intenciones?

—Venimos a detenerte, no queremos tener más problemas. Sabemos que te has estado ejercitando —dijo Jimin.

—Sí, esos pectorales y brazos perfectos son peligrosos —observó Hoseok.

Taehyung se acercó con cuidado alzando ambas manos en señal de paz. Jimin lo sujetó del hombro.

—¿Qué piensas hacer?

—Necesito a mi hija —le suplicó Taehyung.

Namjoon lo miró confundido, él sólo estaba leyendo cuando recibió aquella señal de búsqueda. Si alguien lo estaba buscando seguro era porque lo necesitaba.

—Yo no tengo a tu hija.

—Necesito un alma.

Namjoon comprendió y asintió con la cabeza.

—¿No vamos a pelear? —preguntó Jungkook.

—Lo dejaremos para después —hizo una rueda con su mano y cada uno fue envuelto en una capa de hielo, excepto por Taehyung.

Ninguno pudo moverse, si quisiera ya los habría matado, pero siempre pensó que tomar un alma era casi imposible, pero lo tenía a ÉL delante suyo pidiendo que lo hiciera.

—Bien, siéntate —lo invitó Namjoon formando una silla a su espalda. Taehyung tocó la silla de hielo y a esta le salió un cojín. Namjoon observó con curiosidad la habilidad de Taehyung.

—Es muy buena tu habilidad —halagó sin ninguna pizca de falsedad.

—Aún no sé manejarla bien —Taehyung miró sus manos con preocupación—. Mi Don es mi maldición.

—Te escucho.

Namjoon escuchó atentamente la historia de Taehyung y llegó a una conclusión; Taehyung ni siquiera lo necesitaba.

—No sé qué hacer.

—Puedes conseguirle un alma —dijo Namjoon—. Una vida pasada, un alma que aún no tiene cuerpo.

—No sé cómo.

—En el lago.

—¿Dónde está?

Namjoon tocó su cabeza.

—Tu poder se basa en el pensamiento. Sólo cierra los ojos y piensa en el lago.

—Pero no lo conozco, ¿y cómo sabes eso? Me dijeron que debe ser alguien que ha resucitado.

Namjoon lo miró serio. Claro estaba que no confiaría en él después de haberlo intentado matar tiempo atrás, pero admitía que la soledad era una buena terapia.

Descongeló a los chicos y todos se pusieron a su alrededor apuntando con sus armas.

—¿Estás bien? —preguntó Jimin mirando a Taehyung sobre su hombro.

—Sí, yo debo ir al lago para tomar un alma. Dice que puedo encontrarlo en mi cabeza.

Jimin parpadeó varias veces.

Anpanman || VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora