𝕷𝖚𝖓𝖆 𝖉𝖊 𝕾𝖆𝖓𝖌𝖗𝖊 // 𝕾𝖊𝖛𝖊𝖗𝖚𝖘 𝕾𝖓𝖆𝖕𝖊

Cap. 11 // UNA SOMBRA EN EL ESPEJO

Diciembre:

Narra T/n:

Se acercaba la Navidad, una mañana de mediados de diciembre Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve, el lago estaba sólidamente congelado y los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante, las pocas lechuzas que habían podido llegar a través del cielo tormentoso para dejar el correo tuvieron que quedar al cuidado de Hagrid hasta recuperarse, antes de volar otra vez.

Todos estaban impacientes de que empezaran las vacaciones, mientras que la sala común de Slytherin y el Gran Comedor tenían las chimeneas encendidas, los pasillos, llenos de corrientes de aire, se habían vuelto helados, y un viento cruel golpeaba las ventanas de las aulas. Lo peor de todo eran las clases del profesor Snape, abajo en las mazmorras, en donde la respiración subía como niebla y los hacía mantenerse lo más cerca posible de sus calderos calientes.

- Me da mucha lástima- dijo Draco en una de las clases de Pociones- Toda esa gente que tendrá que quedarse a pasar la Navidad en Hogwarts, porque no los quieren en sus casas- mientras hablaba, miraba en dirección a Harry, Crabbe y Goyle lanzaron risitas burlonas, Harry, que estaba pesando polvo de espinas de pez león, no les hizo caso.

- Cállate Draco- dije dándole un codazo- Yo también me quedo.

- Pues no es mi culpa que ni tu padrino ni mis padres te quieran en la mansión- dijo mi primo con un poco de burla.

- Te asesinaría Malfoy, pero no lo hago para que Cissy no tenga que pagar los gastos de tu funeral y llorarte, usar lágrimas en ti que podría usar en otra cosa más útil- dijo Tom muy molesto.

- Deja en paz a nuestra hermana- dijo Mattheo en el mismo estado que Tom.

- Vaya, como tú no sabes defenderte tienes que mandar a tus hermanos a que lo hagan- dijo el rubio haciéndome explotar.

- ¡Ahora si te mato!- grité volteando hacia el llamando la atención de los demás.

- ¡Prima podemos arreglar esto de una forma pacífica!- dijo Draco dando pasos atrás rápidamente.

- ¡Vas a cavar tu tumba!- dije empezando a correr hacia el mientras el hacia lo mismo.

- ¡Grindelwald!¡Malfoy!¡Vuelvan a sus calderos ahora!- gritó Snape pero ya era muy tarde, ya había salido corriendo del salón persiguiendo a Draco por los pasillos.

Lo perseguí por los pasillos y salimos a los terrenos de Hogwarts, Draco no sabía hacia donde correr así que fue al bosque prohibido conmigo detrás, lo seguí un buen de rato más hasta que tropezó y cayó, me acerqué y le golpeé un pómulo.

- ¡Yo me puedo defender sola, también te recomiendo que hagas lo que mi padre te ordenó y dejes de interferir en lo que tengo que hacer!¡Sabes que te pueden torturar, a ti o a tus padres y yo no quiero eso!- grité en su rostro haciendo que cerrara los ojos con miedo y para cuando los abriera y mirara detrás mío, gritara muy fuerte- ¿Pero que?

Había unas arañas bajando de los árboles así que lo levanté rápido y lo puse detrás mío, las arañas se acercaban y tenían intención de comernos.

- ¿Ahora que hacemos?- dijo Draco ocultándose detrás mío.

- Evitar que nos coman- dije metiendo mi mano a mi túnica para sacar mi varita y al darme cuenta que no la tenía recordé que la había dejado en mi cama y que como la clase de pociones había sido la primera del día no tuve tiempo de recordar que la había dejado- Chinga tu madre- hablé molesta en español.

- ¿Qué pasó?- dijo el rubio mirando aún a las arañas con temor.

- ¿Traes tu varita?- pregunté mirándolo de reojo y este negó- Entonces habrá que hacerlo sin varita.