Cap. 54 // HUESO CARNE Y SANGRE

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T/n sintió que sus pes daban contra el suelo y entonces notó que con quienes había viajado eran Potter y Diggory.

- ¿T/n?- preguntó Cedric al darse cuanta que la chica también estaba allí- ¿Cómo llegaste?

- Los vi a punto de tomar la copa y no quise quedarme atrás- dijo T/n levantándose- ¿Dónde estamos?- dijo ayudando a Harry a levantarse, entonces miraron alrededor suyo todos.

Habían abandonado los terrenos de Hogwarts. Era evidente que habían viajado muchos kilómetros, porque ni siquiera se veían las montañas que rodeaban el castillo. Se hallaban en el cementerio oscuro y descuidado de una pequeña iglesia, cuya silueta se podía ver tras un tejo grande que tenían a la derecha. A la izquierda se alzaba una colina. En la ladera de aquella colina se distinguía apenas la silueta de una casa antigua y magnífica.

- ¿Les dijo alguien que la Copa fuera un traslador?- preguntó.

- Nadie- respondió Harry, mirando el cementerio, T/n negó mintiendo. El silencio era total y algo inquietante- ¿Será esto parte de la prueba?

- Ni idea- dijo Cedric. Parecía nervioso- ¿No deberíamos sacar la varita?

- Sí- asintió Harry. Las sacaron.

- Alguien viene- dijo de pronto T/n.

Escudriñando en la oscuridad, vislumbraron dos figuras que se acercaban caminando derecho hacia ellos por entre las tumbas. Quien quiera que fueran, uno era de pequeña estatura mientras que el otro mucho más alto, y llevaban sobre la cabeza una capa con capucha que les ocultaba el rostro. La distancia entre ellos seacortaba a cada paso, permitiéndoles ver que lo que llevaba el más pequeño parecía un bebé. Los tres solo observaban a los que se acercaban, que al fin se detuvieron junto a una enorme lápida vertical de mármol, a dos metros de ellos. Durante un segundo, T/n, Harry, Cedric y los hombres no hicieron otra cosa quemirarse.

 Potter se llevó las manos a la cara y lavarita se le resbaló de los dedos. Se le doblaron las rodillas y cayó al piso.

Desde los brazos del pequeño hombre se oyó una voz fría y aguda que decía: - Mata al otro.

Entonces escuchó un silbido y una segunda voz, que gritó al aire de la noche estas palabras: - ¡Avada Kedavra!

Cedric Diggory cayó muerto y el otro hombre alto sacó su varita y hechizó una estatua atrapando a T/n el hombrecillo de la capa había posado su lío de ropa y, con la varita encendida, arrastraba a Potter hacia la lápida de mármol.

A la luz de la varita, Potter vio el nombre inscrito en la lápida antes de ser arrojado contra ella:

TOM RYDDLE

El hombre de la capa hizo aparecer por arte de magia unas cuerdas que sujetaron firmemente a Harry, atándolo a la lápida desde el cuello a los tobillos. Harry podía oír el sonido de una respiración rápida y superficial que provenía de dentro de la capucha. Forcejeó, y el hombre lo golpeó.

- ¡Tú!- dijo Potter jadeando.Pero el hombre, que había terminado de sujetarlo, no contestó: estaba demasiado ocupado comprobando la firmeza de las cuerdas, y sus dedos temblaban incontrolablemente hurgando en los nudos. Colagusano sacó de la capa una tira larga de tela negra y se la metió a Harry en laboca. Luego, sin decir una palabra, le dio la espalda y se marchó a toda prisa. El otro hombre también ató a T/n fuertemente y se la llevó cargando.

- ¡Diablos Percival!¡No tenías razón para atarme con tanta fuerza!- dijo T/n una vez que su amigo la soltó, la habían llevado a la mansión Riddle, entonces invocó su máscara y esta apareció frente a ella, cambió su ropa y se puso la máscara.

𝕷𝖚𝖓𝖆 𝖉𝖊 𝕾𝖆𝖓𝖌𝖗𝖊 // 𝕾𝖊𝖛𝖊𝖗𝖚𝖘 𝕾𝖓𝖆𝖕𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora