𝕷𝖚𝖓𝖆 𝖉𝖊 𝕾𝖆𝖓𝖌𝖗𝖊 // 𝕾𝖊𝖛𝖊𝖗𝖚𝖘 𝕾𝖓𝖆𝖕𝖊

Cap. 76 // LADRONES DE SECRETOS

— Necesito saber de mejor forma la información que me proporcionas, T/n— le dijo quien~ustedes~saben a su hija, estaba complacido por saber sobre la relación de Tom y de Mattheo, pero quería MÁS, como siempre fue.

— Entonces comenzaré con la creación de el primero de los seres mágicos que se volverá partidario nuestro, me aseguraré de que se reproduzcan como conejos...— T/n terminaba de empacar sus cosas en sus baúles para el nuevo año escolar mientras hablaba con su padre cuando entró Severus sin siquiera tocar.

— Bella lo espera, mi lord— le informó Severus con Ares en brazos desde la puerta de la habitación.

— En un segundo voy, primero quiero despedirme de mi hija— Voldemort se acercó un paso a su hija y extendió ambos brazos para abrazar a su hija quien lo miró un poco y luego le dio un fuerte abrazo— Espero con ansias ver a esas criaturas.

— Cuídate, en dos meses te enviaré el producto final de la bestia— Voldemort asintió y luego salió de la habitación de la mansión Prince.

— Me parece que nuestro pequeño Ares desea estar con su madre— dijo Severus entregándole al infante.

Ares miró expectante a T/n durante varios segundos antes de mostrarle una gran sonrisa en donde no se veían sus dientes debido a su corta edad,  luego dio la hora de comida del peque y T/n se recostó en la cama para amamantar al bebé, los ojos oscuros de Severus fueron heredados al niño junto al cabello rubio de Lucius y principalmente el color de piel y la forma del rostro los había heredado de su madre.

Severus se acostó junto a ella y se puso a leer un libro viejo de pociones que le llamó la atención a T/n.

— El viejo me dio el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras para este ciclo— le informó Severus moviendo su mirada del libro hacia su esposa y esta lo miró con una sonrisa.

— Severus eso es grandioso, en vez de decirlo tan tranquilamente deberíamos celebrar— Severus volteó a ver a Ares que parecía iba a dejar seca a su esposa por tanta leche que tomaba.

— Para celebrar quizá quieras darme un poco de eso, si le gusta tanto supongo que ha de saber exquisita— Severus se acercó un poco al rostro de su esposa mordiéndose el labio— Prometo dejarle a Ares un poco...

— ¿Y lo dices sin pensar en mí?— Lucius entró por la puerta de golpe a lo que Severus rodó los ojos por que su mejor amigo acababa de arruinar el momento candente que él quería tener solo con su esposa— También prometo dejarle al pequeño algo que comer...

— ¡Lucius!— habló T/n con una risita al escucharlo hablar— Los dos son unos tontos, no creo que le dejen algo de leche a mi hijo.

— Oh, por favor linda, prometemos portarnos bien, ¿verdad, Severus?— Lucius tenía una gran sonrisa en el rostro mientras veía a Snape matarlo con la mirada.

— Si— dijo cortante y a punto de marcarle su territorio al rubio, pero entonces T/n le marcó un beso profundo que para nada pudo ignorar.

— Luego te daré atención a ti, no compartirás mi atención con Lucius— los ojos de Severus brillaron un poco y la abrazó por la cintura, entonces notaron que Ares ya estaba dormido y T/n fue rápido a llevarlo a su cunero en la habitación de al lado y a llamar a Dobby para que cuidara de él.

Al regresar, Severus cargó emocionado a T/n y la aventó a la cama mientras ambos hombres gateaban sobre la cama para quedar sobre ella y quitarle la blusa con los dientes. Los dos rasgaron la ropa y miraron expectantes los pezones de su chica antes de comenzar a morderlos, chuparlos y darles pequeños lametones que comenzaron a hacerla soltar jadeos.