Mi nombre es Kate Miller.Desde niña, mi madre y yo vivíamos juntas en una departamento pequeño.
No me quejaba del espacio. Solo me importaba donde quedarme en un techo.
En la escuela sufría bullying. No por ser fea, inteligente o gorda. Sino, de mi madre.
Mi madre me dio a luz cuando tenía dieciséis años. Mis abuelos la botaron de la casa y no quisieron saber de nosotras.
Yo soy feliz con mi madre. Ella trabaja día y noche para traer pan a cada día. Cualquiera pensaba que éramos hermanas. Prefiero que piensen así, a que piensen mal de ella.
Amo a mi madre. Amo todo de ella.
Hasta un día llegó deudas extrañas para las dos.
Mi madre tuvo que trabajar horas extras y yo no podía quedarme sentada viéndola como sufría.
A los quince años, tuve que buscar trabajo. Trabajo en una cafetería después de la escuela hasta las nueve de la noche.
Con el dinero suficiente que reunimos mi madre y yo. Pagamos las deudas. Hasta que un mes después, vinieron más y más altas era el precio.
Hasta un día, tuve que preguntarle a mi mamá.
—Mamá.-mi madre me sonríe mientras me ve.-
—¿Que pasa, hija?-
—Quisiera saber si...-bajo la mirada viendo las deudas.-Sobre...sobre papá.-
Levanto la vista. A ver a mi madre sorprendida, unos cinco segundos después me sonríe en grande.
—Papá murió hace mucho tiempo.-
—¿Como era papá?-
Mi madre bajo la vista y sonrió más grande.
—Él fue una persona muy dulce. Con mucha confianza y...es...es todo un caballero.-
—¿Hay una foto de él?-
—Lo siento. No tengo ninguna de él.-niega mi madre acariciando mi cabeza.-Kate, no importa lo que te digan. Solo confía en ti misma.-
Después de cinco meses.
Mi madre falleció.
Me dijeron que falleció por un problema en el corazón. No la pudieron reanimarla.
En su entierro, me quede a su lado. Ni siquiera los abuelos vinieron a despedirse de ella.
Ese día, regresando a casa, las puertas estaban pegadas de deudas. Conocía a mi madre. Mi madre me contó que había pagado todo hasta el último centavo a estas personas.
¿Por que seguían viniendo?
(...)
—Señorita Kate Miller. Debe desalojarse del departamento de inmediatamente.- decía la dueña del edificio con su gato a lado.-
—En serio. Déjenme al menos un mes, señora Diana.-
—Está bien. Esta semana. Tienes hasta el viernes.-
—Yo...trataré!-
(...)
—No te puedo dar un préstamo, lo siento.-niega mi jefa.-Tampoco te daré hora extras. Ve y sigue trabajando.-
(...)
El timbre del departamento sonó y me levanto rápidamente a ver quien es.
Si era la señora Diana, estoy muerta.
Abro la puerta y veo a un señor alto, cabello rojizo, lentes, ojos verdes y un traje de negocio.
¿Quien será? No muchas personas de esta clase aparece en este barrio.
—Buenos días.-
—Buenos días.-Saludó un poco tímida.-¿Usted quien es?-
—Mi nombre es Aran Smith. Trabajo como el secretario de mi jefe Tommy Hunter. Usted, tiene que venir conmigo a Nueva York.-
—¿Perdón? ¿Por que debería? Además...no...no tengo pasaporte.-
—No se preocupe por eso. Pero vendrá con...-
—Sigue sin responder mi pregunta. ¿Por que debería ir?-
El hombre suelta un suspiro y se ajusta sus lentes.
—Su padre lo espera en Nueva York.-
Miro un poco sorprendida al señor y me rio de su chiste.
—Creo que se confundió de departamento, señor Smith. Yo no tengo un papá.- iba a cerrar la puerta pero esta se detiene por el pie del señor.
—Su madre, Vanessa Miller.-me detengo un segundo al escuchar el nombre de mi madre.-Vanessa Miller, que descanse en paz. Lamento mucho sobre ella. A menos, que quiera escuchar sobre su padre.-
—Yo...yo no tengo ningún padre...mi madre me contó que él murió hace mucho.-chillo molesta tratando ahora de cerrar la puerta. Quiero que desaparezca este señor.
—Su padre es Tommy Hunter.-
—No hay pruebas! No las hay!-al fin cierro la puerta y pongo el seguro rápidamente.
Caigo al piso y mis lagrimas no tardaron en salir.
—Señorita Kate Miller. Hay pruebas de que usted es hija de Tommy Hunter. Si viene conmigo.-
—No me iré a Nueva York. No...no iré. Prefiero estar aquí...aquí en Los Angeles.-
—Señorita.-
—Largo! No se quien es ese Tommy Hunter! No tengo padre. El murió antes que yo naciera, nunca lo conocí!-
Mis ojos salían más y más lagrimas. No sabía en que momento. Pero trate de levantarme, solo pude ver mi vista borrosa y caer dormida en el piso.
(...)
—¿Estará bien, Aran?-
—Si, el doctor ya vendrá con los resultados pronto.-
—Bien.-
Mis ojos se abrieron poco a poco y pude ver de nuevo a ese señor Aran Smith y a su lado hay un señor un poco más joven. Su cabello castaño, ojos grises, alto igual y con traje de negocio color azul marino.
—Veo que heredaste mis ojos.-sonríe el señor castaño.-Yo, yo soy Tommy Hunter. De ahora en adelante, eres mi hija. Kate Hunter.-
—Agua...-pido agua, estoy sedienta.
Al tomar un poco de agua. Miro mantengo mi vista baja con la mirada en el vaso.
—Te pareces mucho a Vanessa. Tu cabello dorado, su fina nariz, las pecas visibles y...su tez blanca. Solo tienes mis ojos. ¿No es verdad, Aran?-
—Efectivamente, si se parece a Vanessa.-
La puerta se abre dejando ver a un viejo con una bata blanca con unos papeles.
—Aquí están los exámenes.-le entrega a Aran y este lo revisa.-Señor Hunter. Definitivamente, ella es su hija. Un noventa y nueve por ciento.-
—Gracias, doctor.-agradece Tommy Hunter. Este voltea y me abraza.-Ahora vendrás a casa. A tu verdadera casa.-
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Una Vida, Dos caminos.
Ficção Científica¿Que tan doloroso es perder a tu único pariente? ¿Ser una persona pobre y que al otro día te dicen que vienes de una familia reconocida? Kate Miller pierde a su único ser vivo en el planeta, su madre. Ella colapsa al ver las deudas que quedan todav...