Una Vida, Dos caminos.

Capítulo 52

—¿Fiesta de Halloween? Nunca creí imaginarme tu en una fiesta.-Se burla James en la otra línea de la llamada.-

—En serio. Fui para nada. -respondo mientras salgo del baño.-

Lena y las demás chicas se quedaron en la fiesta. Scott fue me saco de la fiesta y traerme.

—No digas eso. Aún tienes tiempo en disfrutar tu vida. Pronto se acercan las vacaciones. ¿Has pensado volver?-

—No creo. Ha pasado casi un año. No estoy lista para regresar.-

—¿Y si fuera mi graduación? -

—Que yo sepa, aún te falta más de un año para que te gradúes.-

—Es cierto.-escucho algunas voces y después James responde algo que lo esperarán.-Tengo que irme, nena. No dudes en llamarme si te sucede algo. Sabes que me tienes como un gran apoyo.-

—Gracias, James. Cuídate mucho.-

—Tu igual cuídate. Hasta luego.-

—Hasta luego.-

Finalizó la llamada que solo fue unos diez minutos. No hablamos tanto como las veces, ya que el horario choca un poco.

En Londres siempre hay frío, niebla y humedad. Me he acostumbra mucho. Son alrededor de las tres de la madrugada.

Después de lo que Nicolás hizo en la fiesta, ese beso. Lo único que lo mente reaccionó fue darle una pisada fuerte en su pie derecho y salir corriendo de la cocina en busca de Scott. Por suerte, se quería ir al igual que yo en la fiesta así que nos regresamos. Deje a mis amigas en la fiesta y me fui sin decirles nada. Supongo que me sermonearán cuando estén consiente.

(...)

—Buenos días.-Saludo a Anna que ella me sonríe.-

—Buenos días. ¿Y eso que vienes tan temprano?-

—Tengo trabajo. Además, ya descansé suficiente.-

Mentira. No descanse mucho. Me desperté a las ocho por culpa de Lena que se le olvidó las llaves de la habitación.

Llegó al menos medio consiente para caer rendida en la cama.

Fui a dejar mis cosas en mi pequeño casillero y me cambio. Ya listo, salgo y algunas ya llegaron a trabajar. La tienda ya abierta, como estoy algo libre, ayudo a acomodar algunos vestidos que los dejan en los probadores y no se lo llevan. También lo desinfectamos.

A la mitad de la tarde, llega Scott para su pasantía y fue al salón de costura.

El día fue agotador. Atender a los clientes nunca fue fácil. Ayudar a escoger vestidos, buscar de su talla, además había mal costumbres de Camry sobre todo.

Ha espantado a dos clientes de todo el día. Anna ya estaba al tanto de eso, así que hablaría bien con ella o con la señorita Petit que cambien su posición de trabajo o peor, despedirla del trabajo.

—Kate, ¿vienes un segundo?-pregunta una de las trabajadoras mayores y yo asiento siguiéndola.

Mientras la sigo a los vestidores, veo que una clienta tiene un vestido puesto de gala.

—La clienta dice que quiere un encaje en este vestido, quiere llevárselo.-

—He escuchado que eres buena haciendo bordados de encajes. Así que vine y quiero este vestido para una fiesta de gala que es en tres días.-

—Bueno, es agotador el trabajo. Pero con gusto puedo hacérselo. Solo que tengo que obtener el permiso de mi jefa.-

—Yo hablaré con Petit. Ella estará a gusto que modifiques este vestido.-