Capítulo 41

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Al regresar a casa. Estaba siendo vigilado desde que mi madre descubrió mi relación con Kate.

Me quito mi teléfono y me entrego uno nuevo. Había perdido mis contactos, solo tenía el número de emergencias en casa.

Había faltado a las pasantías y trabajo en la oficina. Mi madre le contó a mi padre todo. Papá tenía un rostro neutral. Es decir, no estaba molesto pero tampoco estaba de un gran ánimo. Así que, este tema entre nosotros dos sería para una próxima.

Estaba haciendo trabajo desde mi habitación, mi hermano me enviaba los archivos que necesita ayuda y yo los hago. El timbre de la casa fue tocada y mire desde mi ventana a Kate con John.

¿Que hacia Kate aquí?

Salgo de mi habitación rápidamente y antes de bajar las escaleras había escuchado la conversación.

Federico ¿Por que mientes? ¿Mamá te obligo a esto?

Necesito hablar con Kate. Tengo que explicarle todo.

Cuando la puerta se cerró bruscamente, baje por completo y Federico dejó sus manos detrás de su espalda.

—Buenas tardes.-me saluda educadamente y yo solo asiento.-

—Buenas tardes. ¿Quien era?-

—Solo unos niños exploradores vendiendo galletas.-saca desde sus manos detrás de su espalda las galletas.-compre uno para probarlas.-

—Sirve un poco de café con esas galletas.-le pido sin más y Federico sonríe.-

—Lamentó, pero su madre me prohibió darle dulces a ustedes. Recuerda que no puede comer muchos dulces.-

—Pero quiero galletas. Los espero en mi habitación.- subo de nuevo por las escaleras dirigiéndome a mi habitación.

Solo diez minutos tardo en subir y noto que trae una bandeja con café con leche y unas galletas con chispas de chocolates. Parecían hechas a manos.

—Joven Da...-

—Si ella vuelve, no la trates mal. Que sea la última vez que vea tu comportamiento frente de ella.-

Federico solo asiente y se va callado fuera de mi habitación.

Tomo las galletas y me como una para después beber mi café. Hoy no es mi día.


(...)

Al otro día siguiente, estoy desanimada.

Había llorado toda la noche y no estaba Lila. Me dolía mi rostro, tanto mis mejillas ya que los apretó muy fuerte.

No estaba Lila para ayudarme, así que me vestí sola, tomo mi bolso y salgo de mi habitación. Lista para ir a la escuela.

Salte el desayuno y me fui a la escuela con el autobús.

Desde ayer tampoco pude contactarme con Daniel. Quisiera haber llamado a Ray, pero tenía miedo que me odiara y escuchara las mismas palabras que su madre, Samantha.

Al llegar a la escuela, solo me dirigí a mi casillero para intercambiar unos libros que necesito para mi clase y de ahí ir a mi salón de clases.

Estando en el salón, no estaba ninguno de mis amigos ahí. ¿Había llegado muy temprano?.

Estaba confundida. No tenía idea que rostro poner al ver a mis amigos.

¿Acaso James sabía sobre la relación que tenía Daniel y Selene? Soy una idiota. Recordé que desde el inicio Selene es muy apegada con Daniel.

Una Vida, Dos caminos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora