Ya siendo de noche. Cerramos el local y todos fueron a cambiarse para irnos.Como siempre Scott espera por mi para dejarme en la residencia.
Cuando termino de cambiarme, me despido de mis compañeras de trabajo y salgo de la habitación.
Scott ya listo para irnos, justo la mujer de esta tarde me detiene.
—Hola.-Saluda con mucha confianza.-
—Hola.-Saludamos los dos al mismo tiempo.-
—Quisiera hablar contigo.-me señala y yo veo a Scott.-Él puede venir.-
—Claro.-Asentimos.-
La tienda lo cerramos complemente asegurado y la mujer nos guía al auto que está aparcado frente. Es un carro muy lujoso, así que nos montamos detrás y la mujer comienza a manejar.
Nos sentimos como niños secuestrados.
—¿Los dos comen mariscos?-Pregunta la mujer y Scott asiente.-
—Yo si. Pero Kate no come mariscos, ella es alérgica a los mariscos.-
—Oh...se que puedo ser alguien rara para ustedes pero...soy la jefa y la fundadora de La Villa Rosé.-
Scott y yo nos miramos sorprendidamente.
—Es un gusto conocerla.-dijimos al mismo tiempo.-
—También me da mucho gusto en conocerlos a ustedes dos.-
En diez minutos, llegamos a un restaurante algo lujoso. Lo cual Scott y yo nos quedamos algo incomodos por nuestra vestimenta.
Aún así, la mujer nos invita a entrar y era normal que las personas nos miraran por estar vestidos algo informal.
Nos guiaron a una mesa de cuatro y estaba el mismo hombre que me llamó a su oficina.
El hombre se sorprende al verme y a mi amigo Scott.
El mesero nos invita a sentar y eso hicimos. El hombre y la mujer comenzaron a discutir en voz baja pero después nos sonrieron.
—Un gusto en conocerlos.-
—También, es un gusto en conocerlo.-Habla Scott.-
—Entiendo que es algo sorprendente en haberlos invitado. Lo siento si es raro para ustedes y se sientan incómodos.-
—Bueno...-veo a Scott que está nervioso.-Muchas gracias por invitarnos. Ustedes que son nuestros jefes, es una gran sorpresa.-
—Pidan lo que quieran. Nosotros pagamos.-Dice Gisela.-
Scott y yo pedimos nuestra comida. No tardaron mucho, llegó aproximadamente unos veinte minutos la comida. Scott pidió una pasta, yo un pollo a la plancha, el señor Jerry y la señora Gisela un platillo de chuleta ahumada.
Al terminar de comer, trajeron la cuenta y no quiero imaginarme el millón que hay pagar por la comida.
El señor Jerry pago la comida y salimos del restaurante.
—Tenemos que irnos, el último bus se puede ir.-Me dice Scott y yo asiento.-
—Muchas gracias por invitarnos a cenar.-agradecemos a los señores y ellos nos sonríen.-
—Los llevaremos a sus casas.-
Miro a Scott y nosotros sonreímos.
—Gracias. Yo puedo irme solo, Kate es la única que vive en la residencia y tiene toque de queda.-
—Oh! Pues, Jerry puede llevar a Scott y yo a Kate. Es rápido, trajimos los dos autos.-
—Preferiblemente puedo llamar a nuestro chofer.-dice Jerry abrazando a su mujer pero está se separa.-
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Una Vida, Dos caminos.
Science Fiction¿Que tan doloroso es perder a tu único pariente? ¿Ser una persona pobre y que al otro día te dicen que vienes de una familia reconocida? Kate Miller pierde a su único ser vivo en el planeta, su madre. Ella colapsa al ver las deudas que quedan todav...