C.№4 Las Hermanastras

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Capitulo 4

Las Hermanastras
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Cómo era de esperarse mi padre se enteró sobre desobedecer su castigó, le explique qué tenía que ver a mis abuelos además Darien me ayudó mucho, siempre estuvo a mi lado apoyándome y al final mi padre paso desapercibido aquel regaño puesto que empezó a charlar con Darien olvidandose de todo. Para mí parecía todo excelente a excepción de la mirada mortal que me lanzaba Metalia al verme libre del castigo.

-Estar aquí es como vivir en la casa de terror -Se río-. Eso es aterrador

Asentí sonriente.

-¿Quieres vivir aquí conmigo?

Mencioné sin mirarlo y de forma burlona pero al notar los segundos de silencio me gire hacia él Encontrándome con su mirada azulada profunda.

-¿Que? ¿Dije algo malo?

Darien negó pero aún así sonrió.

-¿Has pensado que haremos cuando estemos en la universidad? -pregunto-. Por qué nuestros planes en California siguen siendo los mismos ¿cierto?

Asentí emocionada.

-Nuestros planes siguen siendo los mismo -Le dí un empujón con mi hombro-. Viviremos juntos ¿No?

Pude ver cómo sus ojos brillaron al solo mencionarle eso.

-Viviremos juntos -Repitio con emoción

Había algo en su mirada que me resultaba encantador, lindo y perfecto. El azul de sus ojos decía más que mil palabras y era extraño las emociones que Surgía cuando estaba a solas con Darien, era como si mi corazón se conectaba a Sentimientos que no quiero pensar. Le sonreí con dulzura e instantáneamente recibí la suya pero desvíe mi mirada a sus labios, jamás los había visto de esta Manera. Eran rosados y carnosos.

⟨«¡Besaló»⟩

Pero es mi mejor amigo

⟨«¡Que nada te impida besar a ese hombre perfecto»⟩

Estás loca.

Y mientras mis voces interiores tenían aquella discusión mi corazón ya estaba acelerado por el acercamiento de él y el mío. Y lo extraño pero curioso era que Darien también se mantuvo observando mis labios para después levantar su mirada a mis ojos, obtuve un escalofrío en todo mi cuerpo. El acercamiento ya era muy notorio y solo estábamos a menos de cinco centímetros.

Nos...nos...va...vamos a besar. Pero... pero... Él.. y yo...

La puerta abrirse y chocar con fuerza en la pared nos hizo dar un brinco y separarnos, cerré los ojos con frustración. ¡Oh no! ¡Por favor no!

-¡Serena!

-¿Que quieres Beryl?

La mire con odio.

-Necesito tu tarjeta de crédito -Menciono pasando a mi habitación sin mí autorización y empezar a buscar en mis cosas-. Necesitó comprar unas zapatillas que ví en el centro comercial

Me puse de pie molesta.

-¡Quiero que salgas de mi habitación! -Ataque colocándome enfrente de ella-. Y no te voy a dar mi tarjeta, tú tienes la tuya

-Cariño no te estoy pidiendo tu tarjeta, te la estoy exigiendo

-No te la voy a dar

Beryl alzo una ceja en modo de reto, mientras Darien estaba detrás de ella con el ceño fruncido y su rostro molestó.

¿Quien es Cenicienta? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora