Mi Corazón Es Todo Tuyo (LucaxAlberto +18)

Capítulo 47 (+18)

Ambos chicos comenzaron poco a poco a desnudarse hasta quedar completamente desnudos y ahí, frente a frente el mayor habló.

—Demos inicio a esta despedida de solteros mi vida.

Luca al escuchar eso, no pudo controlar su instinto, pues al ver a ese chico completamente desnudo no soportó más y la lujuria rápidamente se apoderó de él.

—Hazme gemir tu nombre una y otra vez papi, aquí tienes a tu puta que te va a consentir como te lo mereces —comentó el castaño mientras se tiraba en la cama boca abajo—

El de la piel morena también fue invadido por la lujuria, se colocó un preservativo e inicio a penetrar al menor mientras lo tomaba del cabello.

—A ver, a ver ¿Cómo dices que me llamo mi rey? —Exclamó el de piel morena—

—Ahhh, Ahhhh, ¡ALBERTO, ALB, ALBERTO SCORFANO! —gimió el castaño con extremo placer—

—Date la vuelta papi —Dijo el mayor—

El chico del cabello castaño obedeció, y al darse la vuelta para estar boca arriba, el de los ojos esmeralda introdujo dos dedos de su mano izquierda en la boca del menor mientras esté puso sus piernas sobre su cintura atrapandolo.

—Abre la boca —exclamó el moreno—

El menor al abrirla pudo sentir como caía la  saliva de la boca del mayor en la suya para después tomarlo del cuello y posteriormente besarlo con gran pasión. Al momento de separarse para tomar algo de oxígeno, dejaban un hilo de saliva.

Terminando el beso, el mayor expresó;

—Pon tú pierna sobre mis hombros bonito, te haré sentir la misma experiencia que sentí yo cuando pásate tu lengua por mis piernas.

Sin pensarlo, rápidamente colocó su pierna en el hombro de su prometido para acto seguido este comenzará a pasar su lengua desde la entrepierna al tobillo.

—No se te ocurra detenerte, de verdad esto se siente como estar en el paraíso, ahora entiendo por qué te gustaba que yo lo hiciera mi vida  —Argumento el castaño con excitación—

Cuando el mayor terminó, dejo un beso en cada tobillo del menor para recostarse junto a el y expresarle;

—Mis brazos y pecho se sienten algo excluidos y cansados, ¿Puedes arreglar eso bonito?

—No te preocupes mi vida, yo me encargo de eso, tú eres mi hombre y no quiero que nada te haga falta, no quiero que te sientas cansado —expresó el menor—

Esté comenzó a darle besitos en ambos brazos desde los dedos hasta las axilas. Al terminar llegó a sus pezones, los cuales apretaba con fuerza mientras daba besos en el cuello del moreno.

—Me duele un poco, pero al mismo tiempo me excita, quiero que pare, pero no quiero dejar de sentir esto que si que es extremadamente delicioso —decía el de piel morena en su mente—

—Bueno guapo, ahora voy a consentir esos pies tan hermosos qué tienes, me encanta y me vuelven loco —exclamó el menor con una mirada seductora hacía el de piel morena—

Rápidamente el menor comenzó a darle un masaje dedo por dedo hasta llegar a la planta dónde continúo, sólo que dejando uno que otro beso ahí, para seguido de juntar ambos y olfatearlos.

¿Y, a qué huelen? —preguntó el moreno con un tono de excitación—

—No sé, a ver, deja vuelvo a oler.
—Huelen a hombre, así cómo me encanta, un olor delicioso —expresó el castaño—

Acto seguido este metía dedo por dedo a su boca, pasando su lengua entre estos.

—No se te ocurra parar, siento que estoy en el paraíso —decía el mayor lo cual hizo que el menor comenzará a hacerlo con más velocidad—

El menor miró a su promedio, y al notarlo satisfecho, decidió terminar dando pequeños besitos en cada pie del moreno con gran pasión.

—Ahora necesito que tú me amamantes a mi pececito, quiero volver a probar tu delicioso semen —Exclamó el moreno mientas se acercaba al pene del castaño—

Acto continúo, este comenzó a masturbarlo a gran velocidad mientras escuchaba los gemidos de placer del menor.

Cuando observó que el climax en el de ojos marrón se acercaba, metió el pene del castaño en su boca y este eyaculó dentro de su boca.

—Joder pececito, está lechita estubo más que deliciosa, deliciosa como lo eres tú, ¿A caso le pusiste algo? —preguntó el
moreno—

—No ojitos, sólo comí bastante piña, ya que leí que eso hace que el semen tenga un mejor sabor —exclamó el castaño—

—Bueno pececito, ahora es tu turno de ser amamantado —expreaó el de piel morena mientras se masturbaba y emitía señas al menor para que fuera hacía él—

El chico castaño de inmediato se colocó debajo del pene del mayor. ahí estaba el menor, observandolo como se masturbaba su amor con rapidez. Y sin previo aviso, el moreno eyaculó sobre la cara del menor.

—Es la mejor manera que pudiste hacerlo bebé —dijo Luca—

Al terminar el climax de ambos, el castaño dijo;

—Bueno guapo, sólo quiero hacer una última cosa.

—A ver, dime de qué se trata pececito—

El menor se levantó de la cama y en el piso buscó el boxer del moreno y lo olió con excitación, al terminar expresó;

—Ese olor que tienes me vuelve loco, huele a lo que huele realmente un hombre.

Alberto lo tomó del brazo e hizo que cayeran ambos a la cama para decir; ¿Qué te parece si nuevamente tú usas mi bóxer y yo el tuyo bonito?, es que me gusta sentirte parte de ti con tu ropa interior puesta.

El menor accedió a la propuesta y se colocaron el bóxer del contrario.

—Oye ojitos, no quiero arruinar el momento y ya se que puedo desesperar con lo mismo pero, ¿Qué pasará cuando nos casemos?

—No va a pasar nada de lo que hacemos hoy en día bonito, todo seguirá igual, solo que a tú nombre le agregaras mi apellido y serás Luca Paguro de Scorfano, suena bonito, como tú, ¿no? —expreso el de piel morena—

—La verdad es que si guapo, al tener tú apellido como parte de mi fue algo que quería desde la última vez que me estuve aquí y por fin se me hará una realidad
—respondió el castaño—

—Cuándo por fin seamos hombre y marido nada o poco va a cambiar, pero no serán grandes cambios, anda ven y abrazame para dormir y poder sentir tus brazos entre los míos, ya por qué hay que hacer algunos pendientes el día de mañana —exclamó el de los ojos color esmeralda—

El menor de inmediato se acurrucó en los brazos de su prometido y este expresó;

—¡Vaya pececito!, si que han aumentado tus brazos y la verdad es que eso me encanta, me excita.

—Todo esto fue, en parte, por ti ojitos, ya que tú fuiste quien me inspiró a hacer esto, de poner tener más masa muscular en mis brazos y piernas —dijo el castaño—

El moreno se quedo en silencio por unos segundos, solo se sonrojó y le sonrió.

—Bueno papi, te amo con toda mi alma, descansa y buenas noches, y así como tú dices, si no vas a soñar con nuestra boda, mejor ni te duermas —expresó el castaño con un beso en los labios del mayor—

—¡Ay bonito!, yo sueño con eso desde el primer día en que te conocí y pasado mañana al fin se hará una realidad —dijo el mayor correspondiendo el beso—

Después del beso, los muchachos se quedaron dormidos abrazados, como era su costumbre, de cucharita.

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