Capítulo 50

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Los rayos del sol comenzaban a colarse por la ventana de la habitación, Alberto fue quien despertó primero, se sentía más que emocionado, pues el gran día que tanto había esperado al fin llegó.

El mayor miró a Luca que aún dormía, el cuál abrazaba a su hijo como si de una almohada se tratase.

—Mi pequeño pececito, hoy es el gran día y no sabes las ganas que tengo de que llegue el momento en que nos declaren marido y hombre —susurro el mayor al oído del castaño—

El de piel morena dió un beso en la frente del menor para acto seguido acostarse poniendo sus manos detrás de su cabeza mirando hacía el techo con una sonrisa en su rostro.

—Buenos días guapo, ¿Cómo dormiste?, ¿Estás nervioso e impaciente como yo lo estoy? —expresó el castaño mientras soltaba un bostezo—

—Buenos días bonito, ¡Ya no puedo esperar a que estemos casados oficialmente!
—agregó el mayor—

—¿Sabes ojitos?, a veces siento que todo esto es un sueño, que estoy dormido, y cuando despierte tendré 13 años y estaré viviendo la aburrida vida que tenía antes de conocerte —dijo el chico de los ojos color chocolate—

—mírame bonito, todo está más que bien, estás despierto y conciente en tus cinco sentidos—

—Y aunque yo estuviera dormido, iría a buscarte ojitos de mi vida, pues ya sabría dónde encontrate —comentó el menor—

Alberto lo miró y le sonrió sin decir nada, hasta que el mismo rompió ese silencio.

—Bueno pececito, tenemos que apurarnos, ya que la ceremonia religiosa será a las 11:00 AM para después disfrutar de la fiesta y partir a las 9:00 PM tomar el tren con dirección a Génova para portarnos mal en nuestra primera noche como esposos.

Dicho lo anterior, ambos se levantaron del suelo, tomaron a su hijo, salieron de su casa, se montaron en la Vespa y se dirigieron hacía casa de la familia Marcovaldo.

Al llegar a la plaza del pueblo, notaron que todo estaba decorado como lo habían pedido, aunque claro, no estaba del todo completo ya que aún se alistaban los últimos detalles, el acto religioso sería a la orilla de la playa, para que tanto humanos y monstruos marinos estuvieran presentes.

Boun Giorno—exclamó él moreno al entrar a la casa—

Boun Giorno Ragazzi exclamó él hombre de bigote quién estaba en la cocina preparando el desayuno—

—¿Cómo se sienten al saber que en menos de dos horas estarán casados?

—La verdad, estamos nerviosos señor Massimo, habló por los dos al decir que no podemos esperar a aquel momento —dijo el chico del cabello castaño—

Giulia llegó a casa, saludo a los chicos y dijo que la familia del castaño estaría por llegar en unos cuentos minutos, así que dijo que si querían comer algo, lo hicieran ya, por qué en el momento en que su abuela y madre llegarán, comenzarían a arreglar al menor.
Y así fue, los cuatro pasaron al comedor y comieron su desayuno.

Una hora después, llegó la familia Paguro.
—Buenos días a todos. Hijo querido, ¿Cómo te sientes?, ¿Estás listo? —expresó Daniela—

—No puedo estar más feliz mamá, ya no puedo esperar ni un minuto más —exclamó el menor—

—Bueno papá, hermano, nosotras iremos con Luca arriba.Tú, papá y el señor Paguro se quedarán contigo para ayudarte Alberto, y recuerden, cuándo salgan hacía la playa nos avisan para que Luca vaya después, ya que es de mala suerte que lo veas antes de estar en el altar hermano —exclamó la pelirroja—

Mi Corazón Es Todo Tuyo (LucaxAlberto +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora