Habíamos corrido con suerte pues en la comisaría en la que nos encontrábamos estaba la caja de píldoras que necesitábamos para poder regresar al domo, con la ayuda que Alex había recibido fue más rápido encontrar la caja que se encontraba muy bien resguardada en uno los almacenes en el sótano.
Cada cinco años los policías se encargaban de ampliar más y más el lugar en donde se encontraban así que una comisaría podía ser un lugar amplio.
Ya habíamos conseguido lo que necesitábamos, sin embargo, no sería sencillo infiltrar a Jack en el domo mucho menos si los fundadores tenían un expediente detallado no solo de los jóvenes que conformaban el Programa F3, sino también de cada persona que se encontraba dentro de su preciado domo.
No sabíamos si usaban algún tipo de tecnología para detectar si había una persona desconocida en su lugar seguro, no tenía idea de cómo lo lograríamos, pero no dejaría a mi amigo morir aquí, no ahora que lo sé todo.
—¿Entonces cuál es el plan? No podemos llevar a Jack y lo sabes, lo descubrirían de inmediato.
—Te di un voto de confianza, lo menos que puedes hacer es darme uno a mí también.
Conocía bien esa mirada, se ponía más serio de lo normal, pero se mantenía callado, significa que lo estoy convenciendo.
—Alex.
—Bien, hagamos de esto una democracia, quién esté de acuerdo en llevarnos a Jack con nosotros levante la mano.
Alex había sido el único en no levantarla, incluso el mismo Jack había votado para irse con nosotros.
—Creo que la democracia habló.
—Me di cuenta, Ethan, gracias.
—Podríamos tal vez inyectar a cuantos zombies encontremos en el camino y así demostrarles a los fundadores que en realidad existe una cura y no tenemos solo que asesinarlos a todos —comentó Gael—. Creo que, si todos pasan por lo mismo que Jack, entonces día a día están sufriendo.
—Estoy de acuerdo con él, pero no tenemos suficiente anestesia o sea lo que sea.
—Puede que no, Cristina, pero si seguimos buscando aquí seguramente encontraremos la caja que Alex había mencionado.
—Gracias por el dato, Richard, ustedes quédense aquí, veré si puedo encontrarlas.
—Voy contigo —respondieron Ethan y Alex al mismo tiempo.
Esto solo se volvía más incómodo, me miraban, esperando que escogiera a uno.
—Creo que Jack se sentiría menos preocupado si tiene un rostro familiar cerca —Ethan había entendido que le pedía que se quedara.
—Descuida, hermano, yo la cuidaré bien —comentó tocando su hombro.
Él de inmediato reaccionó.
—¿Qué dijiste, idiota? —lo aventó hasta que chocó con una pared.
De no ser porque estaba ahí para detenerlo seguramente lo hubiera golpeado y eso habría acabado mal.
—¿¡En serio quieres ir con este idiota, Rachel!?
—Ethan, cálmate, solo necesito encontrar más anestesia, tan pronto como la tenga regresaré contigo —pensé que había logrado calmarlo.
—Bien, solo ten cuidado.
—Había olvidado que tenías un carácter del asco, siempre impulsivo. ¿Esa fue la razón por la que saliste del entrenamiento?
Mala elección de palabras, Ethan no lo pensó dos veces y regresó para soltarle un puñetazo en la cara, tan fuerte que había provocado que Alex cayera y que parte de su labio comenzara a sangrar.
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PROGRAMA F3
Khoa học viễn tưởngLa ciudad estaba en completa oscuridad, pero ellos no se encontraban solos, Rachel, Ethan y Zach, 3 desconocidos con una cosa en común: el miedo a morir. Deberán sobrevivir a las criaturas de la noche y llegar al domo, un lugar que promete ser su s...