Capítulo 37: Y cuando todo acabe

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Rutas trazadas, equipo listo, armamento equipado, parece que no me he olvidado de nada, mañana salimos directo a Bridgen, está volviéndome loca tener el plan listo, pero no a Ethan a mi lado.

Ha pasado solo un día, Alex ha hecho lo mejor que puede, los grupos de rescate no dejan de buscar, yo he salido por mi cuenta esperando encontrarlo y nada, parece que cuando por fin se nos presenta la oportunidad de estar juntos de nuevo algo tiene que estropearlo, no sé cuánto tiempo más podré seguir de esta manera.

Tenemos la sangre de Rebeca, la de Jack, la mía, en estos momentos estoy esperando con Jack a que su padre despierte, la extracción ha terminado, tuvo las mismas complicaciones que su hijo, pero al menos ahora está estable.

—Cada vez estamos más cerca, ¿no? —le da un sorbo a su café manteniendo la mirada fija en su padre.

Mejor no hablar de ello.

—Te has vuelto adicto al café.

Sonríe de lado, me conoce tan bien que apuesto a que sabe que no quiero hablar de mañana.

—Sí, el café es lo único bueno en mi vida desde que todo este caos comenzó.

—¿Qué hay de Megan?

—Megan, mi padre y tú son tema aparte —me entrega la taza—. Deberías probarlo, lo preparó mi novia.

—No tendrá veneno, ¿o sí? —empiezo a reírme y le doy un sorbo mientras Jack sigue hablando-

—Le pediré que se case conmigo.

Juro que estuve a nada de ahogarme.

—¡¿Qué?!

Él comienza reírse de mí eso es obvio.

—Esperaba una reacción de alegría —añade entre risas—. No una de pánico absoluto.

—Me tomó por sorpresa, es todo —necesitaba tranquilizarme—. ¿Estás hablando en serio?

—Por supuesto, no sé por qué todos creen que casarme en medio de un apocalipsis zombie no es posible.

—Tengo un par de ideas.

—Hablando ayer con papá me entregó esto —saca de su bolsillo un anillo—. Era de mamá, dijo que si quería entregárselo a alguien me asegurara primero de estar enamorado.

—¿Y estás enamorado de Megan?

—Más de lo que imaginas, hemos charlado de tanto, nos hemos conocido, mientras tú estabas ocupada con todo lo del programa también pasé tiempo de calidad con mi novia, estoy seguro de esto, Rachel, la quiero conmigo el resto de mi vida.

Era lindo escucharlo decir eso, tenía la idea de que a este paso yo terminaría casándome primero, veo que me equivoqué.

—Estoy feliz por ti —confesé—. En serio, lo mereces más que nadie.

—Sé que no te quedarás atrás —intentaba reprimir su risa—. Déjame decirte que antes de la traición y todo esto charlé con Ethan.

—No hay anillo.

—Eso es lo que tú crees, además ¿quién dijo que se necesitaba un anillo? —iba a responder, pero se adelantó para agregar—. No me digas que es porque siempre ha sido así, la gente cambia, las circunstancias también, espero que sepas que no tendrás una boda de lujo con doscientos invitados, dudo que quieras a tantos zombies reunidos para presenciar tu matrimonio.

—Jack...

La idea a estas alturas sonaba bien, pero al mismo tiempo parecía imposible.

—Rachel, para amar a una persona no necesitas dinero, no necesitas un anillo, ¿a quién quieres probarle que estás casada? —buen punto—. Si dos personas se aman eso debería ser suficiente, da igual si no hubo fiesta, si no hubo pastel o si no tuviste regalos, estarás con la persona de las que estás enamorada. ¿qué más quieres?

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