Capítulo 24: Bengala

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Me despiertan los rayos de luz, ver el sol de nuevo y sentir ese calor sobre mi cuerpo era más de lo que podía pedir, seguía sorprendiéndome como la vida de todos nosotros cambió de un momento a otro; fue un grave error creer que el ser humano podía tener el control de todo, aquí están nuestras consecuencias.

Me giré y el lado de Ethan estaba vacío, genial, a empezar el día con problemas, me cambié y bajé para buscarlo, no lo encontré así que me quedé almorzando con Jack y los chicos, claro que mi amigo seguía embobado con Megan y no apartaba su vista de ella, algo que a Enzo y a mí nos pareció divertido.

Esto es por lo que lucho, para que en algún momento no tengamos que preocuparnos por si hay criaturas que desean comernos allá afuera, que podamos mantener una vida mínimamente normal, que no haya miedo ni preocupaciones, como sociedad cometimos muchos errores, de algunos aprendimos, de otros no tanto, pero ¿es necesaria nuestra extinción?

Al cabo de un rato fui a un lugar alejado, supuse que Ethan se encontraría aquí y no me equivoqué, estaba entrenando, se había quitado la playera y se mantenía concentrado en sus movimientos, dando golpe tras golpe, había activado una simulación.

—Puedo sentir tus bellos ojos sobre mí —comentó mientras daba el golpe final a su oponente.

—¿Cómo sabías que era yo?

—Porque nadie me conoce mejor que tú —toma una toalla y se acerca a mí.

—¿En serio?

—No le digas a mi madre que te dije eso —bromea.

—¿Sigues enfadado?

—No te importó mucho que me fuera enfadado ayer.

Y aquí vamos de nuevo, no quería lidiar con esto, pero allá vamos.

—Ethan quie

—No —interrumpió—. No estoy molesto —me crucé de brazos—. Bien, ya no estoy molesto, fue un momento de celos, pero nada más, incluso me puse a investigar una manera de llegar al domo donde está Rebeca sin que nos vean, podremos rescatar a Alex.

—No escuché nada después de celos.

—No lo voy a repetir si es lo que quieres —añade entre risas.

De inmediato nota que no estoy bromeando.

—¿Por qué tendrías celos?

—Rachel...

—Si no nos comunicamos créeme que estas peleas van a ser constantes.

Y eso es algo que no debemos permitirnos con todo lo que está pasando.

—No lo sé, a veces tengo la sensación de que siempre hay alguien encima de mí, si no es Jack es Alex, tu problema con Rebeca, tu acto suicida al ir a Bridgen, rescatar al resto de personas, los zombies —se forma en su rostro una sonrisa burlona—. ¿Te das cuenta que en importancia estoy debajo de un zombie?

—Ethan, no puedes esperar que mantengamos una relación de lo más normal, me pides que haga de cuenta que no tenemos problemas, no puedo ignorar que personas inocentes están muriendo allá afuera.

—¿Y nosotros qué? ¿No te importa nuestra relación?

—Por supuesto que me importa, sabes bien que eres uno de los motores de mi vida.

—Ser egoístas de vez en cuando no está mal, Rachel, considéralo —mi mirada cae sobre su torso desnudo—. ¿Es demasiada tentación?

—Algo —confieso.

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