37

370 38 23
                                    

Halek, 3 horas antes

Me siento mareado, no veo nada.

Pasó mi mano libre por todo mi cuerpo, tengo cortadas recientes, y siento la sangre recorrer aquellos orificios.

—Levántate, marica— alguien tira de mi brazo, haciendo que una herida de días vuelva a arder.

—¿A donde me llevas?— vocifero.

Trato de ver algún indicio de donde estoy para poder irme pero no logro reconocer nada, solo oscuridad y un poco de luz que llego a notar, mis pies descalzos sienten tierra y a veces cemento pero es lo único que puedo saber.

Escucho que abre una puerta, y sin decirme más me empujan dentro de ¿un cuarto? No tengo nada en las manos así que quito la venda de mis ojos, y me encuentro con una gran cama y solo eso, no hay ventanas, parece un cuarto de hotel, luce elegante.

Lo único que veo distinto es qué hay dos puertas una donde entre y la otra parece moverse, como si alguien fuera a abrirla. Sin esperar más, entra alguien.

—Halek Galiano, el marica de la escuela—vocifera Lucie, la hermana de Clara.

—Púdrete—espetó.

—¿A si recibes a tu ex cuñada?Me rompes el corazón.

—Jodete ¿Que quieres de mi?— antes de que responda se abre la puerta de la habitación de nueva cuenta y aparece dos personas más.

Samantha, mi hermana.

Pablo Sicilia.

—¿Sammy?—apenas digo esto Pablo me golpea el rostro.

—No hables puto marica, mataste a la mujer que más amaba—grita.

¿Pablo amaba a Clara?

Es imposible, nunca los vimos juntos, NUNCA.

Yo solo trato de recomponerme y tratar de entender este retorcido juego de aquel trío.

—¿Que mierda hace aquí mi hermana?—inquiero.

—Ella fue la que nos dijo dónde estarías, ha sido de mucha ayuda ¿verdad,amor?— se acerca Lucie a mi hermana y la besa, Sam solo se queda quieta sin moverse o algo.

Maldita traicionera.

—No te matare, si eso piensas...—interrumpo a Pablo.

—Me vale un carajo lo que hagas.

—Te haré algo mejor, algo que te dolerá toda la vida o si bien me va te matarás— hace caso omiso a lo que dije y se encoge de hombros.

Sin esperar más, Lucie llama a unos guardias, y con las fuerzas que tengo trato de luchar contra ellos, pero es inútil.

Me colocan boca bajo en la gran cama, pero amarran cada extremidad a ella, sin permitir que me mueva o haga algo.

Escucho como alguien deja caer algo...como ropa, el sonido sordo que hace esta al rozar la alfombra. No logro mover mi cabeza para saber quien es.

Uñas manos frías rompen lo único que cubría mi miembro, siento un terror apoderándose de mi, siento cada parte de mi cuerpo temblar.

Deseo que esto sea solo una pesadilla.

—¡Hare lo que quieras! ¡Mátame! pero no hagas esto—imploro.

Es lo único que puedo hacer.

—¿Lo escucharon chicas? Esta marica quiere que lo mate— se coloca encima de mi, siento toda su desnudes, se acerca a mi oído susurrando— Ellas serán testigos de cómo rompo tu culo, te haré gritar.

—Si lo haces, juro que te matare.—digo decidió pero no puedo sentirme seguro de ello.

Pablo no responde, trato de moverme lo más que puedo para poder zafarme pero es inútil, pesa más que yo, no logro reunir la fuerza para pararlo.

Separa mis nalgas y se introduce de golpe a mi.Me abre completamente sin ningún rastro de lentitud, y sabe lo que hace, sabe que está abriendo mi entrada, arde demasiado.

Arde, siento como desgarra una parte de mi.

Lo hace...

Una...

Dos...

Tres...

Y no para, le pido que lo haga, me quema y el dolor es de los más insoportable, como si me cortara,azota mi trasero, de su boca solo salen mierdas como "tus hermanos te follaban así", " Entiendo por que les gustaba hacer esto", "Malditos incestuosos".

Todo lo que salía de su boca eran mentiras, mis hermanos y yo nos respetábamos, nos gustaba compartir pero nunca lo hacíamos con nosotros, era enfermo.

Siento las lágrimas picar mis ojos por tanto dolor, el rostro de Lucie aparece en mi campo de vision, parece sorprendida por lo de Pablo, pareciendo que me iba a tortura de otra forma, no me detengo en ella, busco por la habitación a Sammy, mi hermana.

Me está violando y mi hermana no me ayuda.

Al toparme con sus ojos, están rojos y se encuentro sollozando pero sin perder la postura, susurró su nombre en busca de ayuda, que trate de impedirlo pero antes de siquiera emitir algún ruido.

Me desmayo.

Siento que mi cuerpo se encuentra en el limbo, veo a una hermosa mujer tendiéndome su mano, cabello castaño, ojos cafés y una hermosa sonrisa, pide que la acompañe, lo hago.

¿Estoy en el cielo?

Si es así, quizás solo ha sido un mal sueño.

Me despertaré y no sentiré asco de mi mismo, no recordaré que me violara Pablo, quito una parte de mi.

Despertare en una cabaña a lado de una mujer hermosa, nos levantaremos por el sonido de nuestros hijos entrando a la habitación y saltando en nuestra cama, una vida normal.

UNA VIDA NORMAL...

UNA ESPOSA QUE AMO...

MIS HIJOS...

En cambio, me levanto en el momento que mi cuerpo se estrella en el pavimento frente a una gran casa, traigo ropa conmigo, sin perder mucho tiempo y pensando en que regresarán por mi, corro a la entrada de la casa.

Y golpeó la puerta de esta, escuchó la voz de una mujer.

—¡Ya voy, tranquilo!

Al abrir la mujer se queda pálida, al igual que ella es mi único refugio.

—¿Mamá?—es lo único que logro pronunciar.

—¿Halek?—dice acercándose a mi.—¡Por dios! Eres tú Halek.—Me acerca a si, y comienza llorar.

Estoy en casa, pero no me siento así.

+

+

+

Este capítulo me destrozo el corazón, mañana habrá otro pero desde el punto de vista de Cali.

BESOS

El Ángel De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora