El Ángel De La Muerte

12

La detonación de no solo un coche perfora mis oídos,han detonado tres carros enfrente de la ADE, escucho como Amira grita siendo aventada al suelo por la gran explosión, todo pasa demasiado rápido y me voy levantando, mi cuerpo duele por cómo caí pensé que era lejos pero los autos detonaron sucesivamente y cada vez acercándose, el último traía más bombas por que se destruyó. Mi mente está en blanco y mi cuerpo duele pero aun así trato de pararme.

—¡Ale!—me llamo Amira.

Intentó llegar hasta ella, está un poco lejos de donde nos encontrábamos, no se como llego hasta ahí por tal explosión, de mi brazo empieza a caer sangre pero ni siquiera presto atención a eso, solo necesito llegar hasta mi mejor amiga.

Escucho un chillido proveniente de la avenida, y veo como tres autos se detienen abruptamente, de ellos bajan tres hombres de cada auto, puedo reconocer que son los hombres de Sicila, los puedo identificar por sus tatuajes en forma de cruz que tienen en su mano derecha. Trato de llegar más rápido a ella pero se me hace imposible, un hombre llega antes que yo y la toma, otro me jala a mí del brazo.

Nos arrodillan a Amira, dos guardias de la entrada junto a mi.

Nos rodean aquellos hombres armados y entre ellos abren paso a uno, con botas negras y una playera pegada azul. Su rostro lo reconozco tan bien al igual que su manera elegante de caminar : el hijo de Sicilia, Pablo Sicilia el hijo mayor de la mafia.

Sin dudarlo, asesina a los dos guardias, sin decir nada, simplemente lo hace, causando un grito de horror en Amira.

—¿Qué quieren?—inquiero.

— Venganza, encerraste a mi padre en una de las cárceles de máxima seguridad— contesta un poco molesto.

—Te puedo ayudar a sacarlo— le suplico—pero deja que ella se vaya—muevo mi cabeza hacia mi amiga.

—¡No!—replica— Las matare a ambas.

—Te serviré más viva que muerta— me tomó del brazo.

—No.

—Te lo pido, dejala, matame a mi pero no a ella— le suplicó mientras veía como uno de sus hombres jala del brazo a Amira haciendo que se levante— ¡Ella no tiene nada que ver con tu padre!

La toman del cabello y todo parece desaparecer, ella es mi hermana, la tía de mis hijos, la novia de mi mejor amigo y confidente.

—¡No,dejala!—trato de zafarme del agarre de Pablo—¡Te lo suplico, dejala!

Escucho como en el edificio se escuchan disparos pero nadie sale, y se escuchan sirenas.

—¡Sueltala!—le suplico.

—Matala ya— ordena Pablo.

—¡TE LO SUPLICO,HARÉ LO QUE QUIERAS!—me hinco rogándole por la vida de mi amiga.

—¡Hazlo!

—¡Por favor no, no!— no se como logro zafarme del Pablo y trato de llegar hasta ella, ninguno de los otros hombres trata de detenerme.

Siento que mi mundo se congela y no hago más que gritar por ayuda.

—¡Déjala!—gritó alguien, no se quien es..

El hombre con Amira, alza su arma, y dándole una sonrisa complica a los demás le dispara en el pecho a Amira.

Todo se detiene, parece todo más lento y ruego a todos los santos que esto no sea real. Mi amiga se desplomó contra el suelo al tiempo que tocaba su herida tratando de detener el sangrado.

—¡Amira!

—Me he roto una uña—dice cuando logró llegar a ella— Tenía una excusa para que fuéramos al salón