43

230 21 1
                                        

Cali

Observo embobada el gran jardín de los Galiano, ni siquiera lo observo, mi mente esta en blanco, desde la ultima noche en la habitación de Halek algo se encendió en mi, no entiendo ni siquiera que sentimiento es, solo se que estoy molesta.

Harta de que todo se vaya a la mierda, que siempre este tratando de ayudar con la mierda de los demás cuando ni ellos mismo se ayudan, y solo eso me jode a mí.Ninguno de los chicos entiende lo que me hizo sentir Halek, ni siquiera Henzo o Helio, pense que almenos uno de ellos lo comprendería, al único que no le quise hablar fue a Hades, no le he visto. Evito a todos en esta casa desde aquella noche, parece como si hubiera sido ayer pero fue hace una semana. Ni siquiera me percato que estoy apretando la taza que tengo en la mano hasta que una voz aguda me saca de mis pensamientos.

—Mami, te sangra la mano—dice Ares,enseguida observo mi mano y veo el color rojo tiñendo.

—Si, corazón, me corte con la taza y ¿tu hermano?—cuestiono, ya que en la cocina solo estamos él y yo, no escucho a Luk.

—Esta con los abuelos, nos quieren llevar a una cabaña que tienen, este fin de semana ¿nos dejas?—me comenta Ares haciendo unos ojos de cachorro, mi relacion con la mamá de ellos no esta muy bien, pero no quisera arruinarles eso a ellos.

—Claro que si, corazón— antes de que me diga algo más, entra Henzo a la cocina, rapidamente escondo mi mano.

Se acerca a mi besando mi mejilla, sus labios calientes impactan con mi mejilla que hasta el momento que esos se posan en ella, me genera un escalofrío y Henzo parece notar que algo esta mal.

—¿Todo bien?—asiento tranquilamente, auqnue noto que no lo convence mi respuesta, me mira tratando de entenderme pero por el momento lo deja pasar.—Los niños se iran con mamá¿los dejas ir? se que no estas muy bien con ella en este momento, pero entendemos si no quieres dejarlos.

—No hay ningun problema, les vendría bien despejarse—Miro a Ares.—preparen sus cosas.

Sale corriendo de la cocina dejandome sola con Henzo, me mira como si supiera que hice, y lo sabe, mira mas alla de mi aun teniendo mi mano detras sabe lo que paso, una de esas noches a solas con él, le conte sobre mis reacciones a ciertas cosas, y sucede que cuando tengo estres ante ciertas cosas me lastimo golpeando algo y ejerciendo presión en algun objeto.

—Dame tu mano—ordena sin siquiera permitirme hablar.—No pense que estuvieras estresada o inquietada con algo.

Suelta mi mano y empieza a buscar todas las cosas para curarla, no es algo tan profundo que necesite puntos pero aun asi duele, ni siquiera sentí el momento en el que se reventó en mi mano.

—Es algo normal, no sucede nada.

—No quieras convencerme a mi con eso, claro que te pasan cosas, quieres lidiar con todos nosotros pero cada uno es diferente, nosotros estamos aqui para ayudarte.—dice mientras limpia la sangre de mi mano para empezar a untar la crema que hara que cicatrice.

Aquellas palabras me inquietaban, confiaba en ellos pero no siempre estarian ahí, con la llegada de Halek todos estan inquietos, no hay nadie que este tranquilo, quisiera creer que sí, pero intente acercarme a él y solo me alejo, desde hace días no me he acercado a ese cuarto. Había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que me sentí humillada por alguien. 

—Solo quisiera ayudar.

Henzo coloca su mano en mi mejilla y empieza a frotarla ligeramente, me recuesto en ella, ambos nos miramos, parece que esta tratando de ver la tormenta que hay en mí, si logra entender que sucede lo haría mucho mejor que yo, porque ni siquiera se descifrar lo que me sucede.

—No puedes ayudar a alguien que no quiere que lo ayuden.—declara, alejando su mano de mi mejilla, dejándome sin su calor.

—Eso es lo que siempre hago, ayudar sin que a veces me lo pidan.—Se ríe.

—Claro, eres abogada, pero no significa que tengas que arreglar todo a tu paso, todos estamos estamos rotos de una forma u otra.—Se acerca mas a mí, haciéndome sentir el calor de su cuerpo.

—No es que piense que estén rotos, solo quiero ayudarlos, pero no se como...—Noto una lagrima deslizarse por mi mejilla hasta que él la limpia, sin pedirlo, sus brazos me rodean.

—Dejame a mi ayudarte, permitenos ayudarte, ya no estas sola.—Me aferro a él, perdiendome entre sus brazos, pidiéndole sin necesitar palabras que no me deje caer.

Me aleja un poco de él para poder levantar mi rostro, y depositar un cálido beso, se siente tan intimó sin necesidad de algo más, es tan significativo.

Un carraspeo nos interrumpe, nos alejamos y veo que en la entrada están parados Hades y Helio.

—¿Nos perdimos algo?—inquiere Helio divertido.

—Nada, solo conversábamos.—responde Henzo, guardando el botiquín.

No tardan en hacerme preguntas sobre lo que me paso y sin mas explicación les cuento la verdad,ambos me miran sin expresión alguna pero son interrumpidos por Henzo que habla acerca de un cargamento que les llegara desde Rusia y tiene que cuadrar los ultimos detalles, sin olvidar que los Sicilia estan detras de ellos, Simón y Hache entran hablando de lo mismo, pero él único que esta sobre mis movimientos es Hades, se que tendre que hablar con él sobre que sucede, y tampoco esta muy feliz de lo que esta pasando.

Me excuso que tengo que arreglar unas cosas de mi habitación, Henzo y Helio me besan rapidamente, y Simón y Hache no se percatan que me voy por estar peleando quien cocinara en la cena,ni animos de comer tengo.Se que él único que me seguira sera Hades.

Sera un largo día, al llegar a mi habitación una voz me detiene.

—¿Podemos hablar?

+

+

+

BESOS DESDE EL CIELO:3

Lamento mucho haber estado muy inactiva estos últimos meses, pero tuve un bloqueo, este capitulo lo hice demasiadas veces y ninguna me gustaba, mis ideas no estaban claras y les pido una disculpa, espero que pueda escribir mas seguido.

El Ángel De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora