Sugawara's love (Haikyuu!!)

🏐SETENTA Y SIETE🏐

El vicecapitan y Tsuki aún seguían impactados, por lo que para que reaccionaran Nishinoya y Tanaka les dieron un golpe en el hombro.

-¿les comió la lengua el gato? - les reclamo Tanaka profundamente molesto por su silencio.

Tu soltaste una carcajada por los nervios, mientras Yumeko se escondía detrás de ti. Tadashi también comenzó a reír mientras les ponía una mano encima de los hombros de cada uno.

-repitan conmigo... - les dijo burlon, mientras los otros dos de segundo les enumeraban las razones por las que debían decirles a ustedes que estaban hermosas, el caos reinaba.

Tsuki miraba mal a todos y Sugawara reía nerviosamente.

-¡Okumura, te buscan! - gritaron desde la puerta uno de sus compañeros de clase, frenando el escándalo de sus 5 amigos, pues prestaron atención al instante.

-¡ya voy! - soltó enseguida Yumeko aliviada por poder irse.

La castaña salió corriendo y solo escucharon su grito emocionado antes de volviera solo para asomar la cabeza dentro del salón.

-Mitzuki, nos devolvieron las llaves del gimnasio, iré a avisarle a todas - explico emocionada tu amiga.

-¿qué? No espera, no te puedes ir... - comenzaste a decirle.

-muy tarde, ya me voy - te interrumpió ella mientras te guiñaba el ojo y luego se fue sin decir más.

-Yumeko-san no debería ir sola - comentó Tanaka pensativo.

-es verdad, hoy se ve muy bonita para que ande sola, ¡andando! - coincidió Nishinoya.

Ambos de segundo salieron corriendo detrás de tu amiga, sin que ninguno de primero, o el de tercero, pudieran detenerlos.

-bien, perdiste tu oportunidad Tsuki - comentó Tadashi sentándose en el lugar de Mitzuki.

-definitivamente, Yumeko estaba muy linda y no le dijiste nada - coincidió Sugawara aprovechando el cambio de tema para hablar.

-solo segui el ejemplo de mi senpai - se defendió Tsukishima con una sonrisa inocentemente burlona.

Sugawara puso cara de pocker y volvió al sonrojo de antes.

-yo... Esto... - comenzó a decir con nervios.

-Tsuki, deja en paz a Suga-san o me encargaré de que Yumeko sepa TODO - amenazaste al instante.

-debí esperarlo, la parejita se defiende - comentó burlon Tsuki.

-Tsuki... - lo llamo Yamaguchi con cansancio - pues hacemos mal cuarteto, las veremos mas tarde para ver si Tsuki se anima a decir un cumplido coherente.

-¿qué? - soltó Tsuki, pero su amigo fue más rápido lo tomó por el cuello de la camisa y se lo llevó.

Soltaste una risa nerviosa y caminaste hace el lugar de Nishinoya, donde tomaste asiento.

-es raro ver a Tsukishima así - comentó para romper el hielo Sugawara.

-es bastante tierno con Yumeko, me parece que al final serán pareja ellos - le dijiste invitándolo a sentarse en tu lugar, el accedió y se sentó frente a ti.

-crecen tan rápido - exclamó como padre orgulloso, lo que te hizo reír.

-oh, ibas a preguntarme algo cuando llegaste, ¿verdad?, ¿qué era? - recordaste.

-ah si, ¿cómo te fue en tu examen? - pregunto el mayor con tranquilidad, el ambiente había dejado toda la incomodidad de hace unos segundos y ahora estaban tan cómodos como siempre.

-bastante bien, lo pasé con una buena nota - le respondiste tratando de no sonar demasiado arrogante; si no la hubieras reprobado a propósito, la nota hubiera sido la misma.

-me alegra, por un momento me preocupo que no pudieras entrenar el resto del trimestre - comentó el chico.

-oh, tranquilo, Suga-san, nada me hará dejar de entrenar - le dijiste para apaciguar su preocupación.

La verdad que ya nada podía quitarte la felicidad que te daba entrenar, además tenías la oportunidad de pasar más tiempo con él, así que sin lugar a dudas entrenar te daba toda la felicidad del mundo.

-es bueno saberlo, sería una lástima ya no poder disfrutar de tu presencia, sobre toda ahora que estás tan linda - soltó Sugawara con cierto nerviosismo, lo que le dio a su cumplido un plus de ternura que te hizo sonreír tontamente.

-sutil, Suga-san - soltaste agachado la cabeza para que no viera lo roja que estabas.

-¿fue demasiado? - pregunto apenado.

-nunca es demasiado cuando lo dices tu... - susurraste sin pensar, te llevaste la mano a la boca y alzaste la mirada con pánico.

El sentimiento se disipó cuando lo viste: te miraba con ternura y tenía una sonrisa dibujada en el rostro, su cabeza un poco ladeada delataba lo mucho que le había gustó escuchar aquello, de nuevo parecía sonrojado, pero estaba demasiado ocupado saboreando cada una de tus palabras que no le prestaba atención al calor del ambiente.

Te olvidaste completamente de comer, de cómo se hablaba y hasta de respirar. No pasó demasiado hasta que regreso Yumeko dando saltitos emocionada.

-ya lleg... - anunció pero el pequeño ambiente que se habían formado tu y Sugawara la detuvo.

-te veré después, Nazzu... - comentó Sugawara al ser el primero en percatarse de la presencia de tu amiga.

Si no lo conocieras demasiado dirías que le daba igual quien estuviera presente, pero como si lo conocías bien, sabias que se iba porque prefería los momentos a solas juntos, además cada que interrumpian sus momentos así, se marchaba.

Quizá era lo mejor, esos instantes como el de ahora, se disfrutaban mejor cuando solo ustedes sabían de ellos, así seguían siendo especiales.

Sugawara se fue tan tranquilamente como había llegado y Yumeko sólo pudo abrir la boca sorprendida pero sin atreverse a decir nada.

-traición - le reclamaste recuperando el habla.

-claro que no - soltó Yumeko en su defensa.

-pero no te podrás librar cuando vayamos a casa - le dijiste con una sonrisa malévola.

-ni que lo estuviera evitando... - comenzó a decir la castaña.

-¿ah no? Apuesto a que Tsuki tenía un par de cosas que decir, ¿por que no te quedaste? ¿Acaso temias lo que dijera? - le insististe, si te había dejado lidiar sola con Suga, sin duda buscarías venganza aunque no la quisieras realmente, solo querías distraerte.

-por supuesto que no, es solo que... - comenzó a decir Yumeko adquiriendo un color carmesí en todo el rostro - es que el... Es que...

Soltaste una carcajada, ahora no podías aguantar la emoción de que se quedarán juntos, ya había elegido un bando hacia mucho, pero ahora no podías ocultarlo más. Entre ambas se molestaron entre sí después de ello y sólo se detuvieron cuando las clases volvieron a empezar, aunque ninguna pareció muy interesada en oír lo que el profesor decia, sobre todo porque sólo quedaban dos semanas más de clases. En teoría en 2 semanas sólo se veían repasos y entrega de trabajos finales, así que lo interesante había pasado, pero la verdadera preocupación era: ¿qué les tenía deparado el verano?