🏐CIENTO VEINTICINCO🏐

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-¡¿que?! ¡¿Quién tiene novia?! - pregunto Hinata que hiba pasando por ahí.

-pues obvio que... - comenzaste a decir animada.

Tsukishima te arrojó si toalla a la cabeza y miró mal a Hinata.

-que te importa - le dijo al de baja estatura y se fue.

-¡amarshima, idiota! - soltó Shoyo molesto.

Yumeko fingió que alguien le hablaba y salió corriendo también. Por su parte, tu y Yamaguchi soltaron una carcajada a la que el pequeño rematador no pudo evitar ponerle una mueca de confusión.

Pará el final del día, casi sin querer todo el equipo se había enterado del noviazgo de Yumeko y Tsuki... Todo gracias a que se te ocurrió gritarlo a los 4 viento mientras corrias despavorida para motivar a Tsukishima a correr más de lo que necesariamente debía correr. Lo lograste, pero al costo de terminar muerta a la mitad de la cancha con un Kei demasiado molesto. El entrenador y todo el mundo había visto el drama, pero se limitaron a reír o a unirse en el caso de Nishinoya y Hinata, lo cual evidentemente había molestado más al de lentes.

Así pues, sintiendo como los pulmones se te quemaban por la carrera y los gritos, comenzaste a reír con ganas.

-¿qué te pasa? - pregunto Tsukishima recuperando el aliento.

-perdió la cabeza - dijo Yumeko acercándose aún con la cara completamente carmesí.

-¡Dios! Hagamoslo de nuevo - dijiste entre risas rodando en el suelo mientras sostenias tu estómago.

Por segunda ocasión en el día, te sentías del mismo modo que cuando pasabas tus mejores días con Oikawa e Iwaizumi, lo que te hacía sentir extremadamente feliz. Misma felicidad que cierto armador asociaba a que ya te habías arreglado con Akaashi y que ahora salían, pero no podía estar más equivocado.

-¡Bingo! - dijo Ukai mientras se burlaba de tu actitud. - descansamos un poco de la rutina de entrenamiento...

-¿eh? - dijeron todos y hasta tu dejando de reírte en seco.

-si, hagamos un juego que no es juego, no reglas solo diviértanse pasando el balón y conectando - dijo el entrenador con una sonrisa animada.

-oh, ¿cómo la papa caliente pero estilo voley? - preguntaste curiosa, te incorporaste.

-eso mismo, queda eliminado quien deje caer el balón - añadió Ukai.

Entre todos se miraron y no tardaron demasiado en poner el balón en juego. Ya que no había reglas, el gimnasio entero se convirtió en la cancha, podían rematar, recibir, colocar, ir contra alguien, simplemente pasar el balón o lo que fuese, lo único que no estaba permitido era tirar el balón; así que, todo el mundo corría de un lado a otro, saltaba o ría burlon si alguien perdía, a veces chocaban y otras se engañaban entre sí. Los primero en salir fueron Narita, Hinata, Asahi y Shimizu (que para sorpresa del equipo decidió unirse a la diversión); a ellos le siguieron Tanaka, Yamaguchi, Kinnoshita. Más tarde Tsukishima, Sugawara, Kageyama y Ennoshita. De modo que la gran semi final fue entre Nishinoya, Yumeko y yo, en la cual Yumeko definitivamente salió cuando Nishinoya levantó el balón mal a propósito.

-¡Noya-San vs Mitzuki-San! Es el duelo más esperado del año - comenzó a anunciar Tanaka como si se tratara de un encuentro peligroso. - ¡apuestas, apuestas, hagan sus apuestas!

La verdad, estabas tan divertida simplemente yendo por el balón que no te molestabas en prestar atencion a nada más que eso. Nuevamente, tu mente te llevó a cuando jugabas con Oikawa e Iwaizumi, al principio solo les lazabas el balon, pero después simplemente lo seguías y celebrabas cuando no caía.

De pronto el balón fue demasiado lejos para que lo atraparas y aunque al principio sentías que tu vida dependía de ello, al final una oleada de abrumadora de dicha te inundó y, si bien, seguiste intentando alcanzar el balón, a sabiendas de que no llegarías, disfrutaste esos segundos de bajo vuelo y el choque contra el suelo en un intento desesperado, no por ganar, sino por seguir jugando.

-¡NISHINOYA LE GANÓ A SU SENSEI! - gritaron todos sorprendidos mientras cargaban a Noya por los aires.

Te quedaste en el suelo un segundo y luego te tiraste boca arriba.

-¿Mitzuki? - pregunto Yumeko acercándose a ti.

Había un bullicio de todo el mundo de fondo, pero tus latidos resonaban con fuerza impidiendote prestarles atención. Pero algo más si que llamó tu atención, las lágrimas caían de tus ojos con plena libertad y sonreas en contraste.

-amo el voley - dijiste con voz temblorosa.

-¿estas bien? Debiste golpearte la cabeza - pensó Yumeko sorprendida por tu repentina actitud.

-nop, solo lo amo, lo amo, lo amo - repetiste abriendo todas tus extremidades como si fueses una estrella. - Dios, como pude olvidar lo bien que se sentía...

-que bueno que estas en Karasuno - te dijo Yumeko divertida por tu pequeña explosión de locura - aquí será difícil que lo vuelvas a olvidar.

Te ayudo a levantarte y te limpiaste el rostro justo a timepo para saltar y chocar palmas con Nishinoya.

-oh, ¿estás bien, Zukki-san? - pregunto Noya preocupado por lo rojo de tus ojos.

-de maravilla, ¡fue demasiada emoción!... - soltaste sorbiendo la nariz - un paso, un solo paso más y seguiríamos jugando, ¡increíble!

El equipo entero te veía entre alegría y confusión, pero daba igual, Ukai, Takeda, Daichi y Tsukishima entendían exactamente a qué te referías. Y en el caso de cierto armador no pudo evitar sonreír ante tu propia felicidad, aunque seguida se reprochó por ello.

-y recuerden equipo, un paso hace la diferencia entre seguir jugando o no - dijiste medio en broma.

-¿qué hay de ganar? - te dijo irónico Tsukishima en voz baja.

Le lánzate una mirada furibunda y le mostraste la lengua.

-también eso... - dijiste.

Ukai pareció satisfecho con el resultado y a los pocos minutos sacó sus observaciones, sabias que no era un simple juego sin sentido, el entrenador siempre tenía un objetivo y en este caso había sido evaluar la resistencia y la habilidad para conectar puntos del mismo modo que lo hacía Nekoma.

Después de ello, el día de entrenamiento terminó formalmente. Tus padres fueron a recogerte, sorprendidos por tu buen estado de ánimo, que se mantuvo incluso cuando le contabas tu día a Akaashi y el te contaba el suyo. Aquella noche descansarias plenamente, mejor que los últimos días.

Así pues, sin mayores novedades, el día acabo. Y el día siguiente prometió igualar al anterior, salvo por el hecho de que cierto alumno de tercero definitivamente ignoro tu presencia al punto de engañarse así mismo sobre tu existencia. Pero, ya no te preocupaba demasiado, aún dolía claro, sin embargo luego del día anterior, solo podías esperar con ansias sentir el balón rebotar en tus brazos, tener la piel roja y ardiente o incluso sentir el dolor de cuerpo luego de un intenso entrenamiento. Aquello era lo único que deseabas al despertarte y al llegar al gimnasio. El voley comenzaba a salvarte lentamente como lo había hecho antes...

Sugawara's love (Haikyuu!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora