El miércoles, al igual que los anteriores días, no hubo demasiado fuera de lo normal, salvo por el hecho de que tu rutina en la que Sugawara pasaba el timepo contigo todo el día, ahora se resumía en ir y venir por todo el gimnasio alentando al equipo, lanzando consejos y charlando con las managers.
Así pues, el caos realmente llegó, aquel miércoles por la noche:
-mañana tendremos los primeros partidos de las preliminares, como bien saben, perder aquí significa olvidarnos de las nacionales - decía Ukai. - así que, mañana demuestren que los cuervos han vuelto.
-¡si! - dijeron todos.
Era notorio que muchos estaban nerviosos, pero nadie como Hinata que se tambaleaba de un lado a otro. Los chicos decían que era normal pero no podías dejarlo pasar así como así.
-¿Hinata-kun? - preguntaste acercándote a él.
-si... - respondió dándote la cara, estaba pálido.
-¿estas bien?
-si, si, sin presión...
Guardaste silencio un poco mientras lo observabas de pies a cabeza.
-okay... - dijiste y rebuscaste en tus bolsillos de tu pantalón deportivo - pensaba dárselos mañana a cada uno, pero parece que lo necesitas ahora.
Si, llevabas todo el día cargando con pequeños amuletos de la suerte que habías logrado conseguir en el festival de unos meses atrás. Habías investigado como cargarlos de buena suerte y añadiendo un toque único, habías decidido jugar con ellos en los bolsillos.
-¿qué es? - pregunto Hinata recuperándose un poco.
-amuletos de la suerte, junto con su esfuerzo seguro ganarán - le dijiste entregándole una pequeña bolsita roja en forma de llavero con un cuervo bordado en dorado. - no más nervios, ¿si, Hinata-kun?
-¡Nakamura-san! Muchas gracias - dijo Shoyo llamando la atención de todos.
-pequeños cuervos, hagan una fila delante mío, que les daré su estrellita en la frente -bromeaste.
Los chicos sonrieron divertidos y Ukai los incitó a que se acercaran tal como pedías. Uno a uno les entregaste un amuleto, agredecian al paso, inclusive el gruñon de Tsukishima y el serio de Kageyama. También le diste uno a cada manager, uno a tu amiga y uno al profesor Takeda y a Ukai. Al final solo te quedaba uno, de un cuervo peligris que se había quedado donde estaba.
Suspiraste dudosa de dárselo o no, pero que más daba, el era un compañero de equipo, antes de tu interés amoroso o antes que un amigo.
-no digas nada solo aceptalo - le dijiste acercándote a él y tendiendole el amuleto.
-no, graci...
-dije que no dijeras nada, no lo aceptes por mi, hazlo por el equipo - le dijiste interrumpiendolo-todos tienen el suyo, es de mala suerte que tu no lleves uno.
-¿por el equipo? Ja, desde cuando te importa trabajar en equipo, Capitana - dijo Kōshi de mal humor.
Si, eras la capitana, no podías seguir negándolo todo el tiempo, tenías que vivir con ese pasado aún. Que el te lo dijera como insulto te dolía, pero aún así no le darías el gusto de que te arruinara ni tu día ni tu acción, así que sonreíste y le tomaste la mano para ponerle el amuleto sobre su palma.
-Capitana a mucha honra, Sugawara-san - le dijiste con cierto orgullo que no sabias que sentías por el apodo.
Una vez entregado el objeto, lo soltaste y te marchaste sin darle oportunidad de ofenderte una vez más. Aunque tampoco es que el quisiese hacerlo, hace tan solo unos segundos, si hubieses entrado a su mente descubririas lo mucho que se había arrepentido de haber abierto la boca, habría bastado con que simplemente aceptará el amuleto, pero tenía que decir algo inteligente.
-una sola cosa, Sugawara, solo te pido una sola cosa - le dijo Daichi a su amigo llegando detrás de él.
El de cabello grisaseo chasqueo la lengua y se fue. Si bien a su capitán le causaba conflicto el verlo actuar de ese modo, no podía hacer nada más al respecto, después de todo ni el mismo estaba enterado de lo que había pasado, no sabía la historia completa.
Por tu parte, te fuiste a despedir de todos, recordándoles que estarías ahí para apoyarlos al día siguiente. Tus padres te recogieron como de costumbre y cuando llegaste a casa hiciste lo de rutina antes de bajar a cenar.
De principio les contaste tu día a tus padres, se había vuelto una extraña tradición desde su pelea y ahora, incluso más que nunca, prestaban toda su atención a la más mínima cosa que les mencionaras. El enojo ya se les había bajado un poco, aunque ahora parecían verdaderamente arrepentidos y preocupados.
-el domingo iremos a Tokio, regresamos el martes por la tarde - te informo tu padre para romper el silencio que se formó luego de que hicieras una pausa para procesar si debías añadir lo de Sugawara o no.
-pero, el lunes comienzo la escuela de nuevo - dijiste con duda más que con otra cosa.
-si, te dejaremos quedarte, con la condición de que te reportes a cualquier lado que salgas, el martes pasaremos por tu como siempre a la escuela, ¿entendido? - explicó tu madre, quizá comenzaba a ceder o quizá no, como fuese, estarías feliz de pasar de nuevo tiempo con tus 4 amigos al salir de la escuela.
-de acuerdo - aceptaste con entusiasmo. Chasqueaste los dedos recordando - ¿mañana me acompañarán a los partidos? Me gustaría que vieran a los chicos jugar...
-por supuesto, tu padre y yo pedimos permisos en el trabajo - comento tu madre con una diminuta sonrisa.
-¡genial! Seremos la porra del equipo, aunque quizá tenga que ayudarlos de vez en cuando - razonaste imaginando cada posible escenario.
Y así, tu mente vago de un punto a otro, incluso pensaste en la posibilidad de ver a Oikawa, aunque era poco probable ya que seguramente el se presentaría hasta las eliminatorias en unos meses. Como fuese, apenas si pudiste conciliar el sueño.
La mañana siguiente, sin haber dormido más que un par de horas, igual te levantaste y te pusiste el uniforme deportivo de Karasuno sin quejas. Bajaste, desayunaste y apresuraste a tus padres para que te llevara al recinto donde serían las preliminares de voley. Yumeko llegaría con el equipo y de hecho, ya estaban todos ahí cuando llegaste.
-¡chicos! - les gritaste cuando los divisaste apenas bajando las cosas del autobus.
-¡Zukki-san! - grito Nishinoya lanzándose hacia ti, antes de que Sawamura lo detuviera por el cuello.
Tanaka estaba embobado intentando ayudar a Kiyoko. Tsukishima miraba con recelo a los chicos que pasaban y los miraban con curiosidad y Yamaguchi, fue más normal y te saludo.
-¿vienes con tus padres? - te pregunto en voz baja.
-si, serán sus animadores, así que perdón por... - comenzaste a decir cuando tu madre y padre bajaron con unas camisetas negras con el lema de Karasuno escrito en letras blancas.
Llevaban unos conos como los que habían usado los chicos en tu partido contra las de Seijoh y derrochaban entusiasmo.
-les dije que era demasiado - dijiste sintiendo tanta vergüenza que no sabias donde ocultarte.
-dijiste que vinieramos a verlos, eso incluye la porra - respondió tu padre.
Ambos se acercaron a saludar a Tadashi quien miraba divertido la escena. Saludaron también al profesor, al entrenador y al equipo... El vicecapitan, se mostró muy amable, como si entre tu y el no hubiese pasado nada.
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Sugawara's love (Haikyuu!!)
FanficAmor por el vóleibol, amor por tus amigos, amor por Karasuno, amor por la victoria, amor por el presente, amor, amor, amor... Si te dijera que un día estarías muriendo y reviviendo por la emoción de una competencia, ¿Me creerias? Si te dijera que e...