Saliste del gimnasio y caminaste hacia los sanitarios de los hombres, esperabas encontrarte a Tsuki de camino o por lo menos, poder gritarle desde la puerta que se diera prisa; pero jamás pensaste que podría pasar lo que tenías delante de ti.
-¿Tsuki...? - lo llamaste.
Sentado aún costado del pasillo techado que conectaba a ambos gimnasios, casi llegando a donde habías salido hace unos instantes, estaba el rubio: tenía la cara escondida en sus brazos sobre sus rodillas y se notaba, pese a la poca luz, un ligero temblor en todo su cuerpo.
-¿Tsuki...? - repetíste acercándote a él y colocando una mano sobre su hombro.
El siguió sin darte la cara pese a que lo moviste un poco, no entendías que pasaba pero de igual forma, te sentaste a su lado esperando a que estuviera listo para hablar. No lo hizo de inmediato, pero si levantó el rostro y se quito los lentes que ya tenían ligeras gotas de agua recorriendo el cristal. Te acercaste más y le pasaste el brazo por los hombros.
-¿qué pasó? - le preguntaste sintiendo que se te partía el corazón tal como había sucedido la semana pasada con Oikawa.
El chico negó con la cabeza y siguió soltando lágrimas silenciosas. Jamás lo oíste gimotear, ni lo viste llorar realmente, Tsuki se había mantenido oculto apretando la mandíbula con frustración, encajandose las uñas en el brazo, intentando deshacer el nudo en su garganta y sin poder parar su llanto, ni mucho menos el dolor abrazador que tenía en el pecho.
-la perdí... - soltó cuando logro articular una sola frase en voz baja.
-¿de que hablas? - dijiste temerosa de lo que podías escuchar.
-maldita sea... - maldijo Tsukishima alzando la mirada y pasando agresivamente su brazo por su rostro para limpiarse.
Te volteo a ver, tenía el ceño fruncido, la nariz enrojecida por el llanto y los ojos aun llorosos.
-la perdí, definitivamente la perdí - te dijo entre dientes en un intento de controlar la frustración que sentía. - ella estaba con el Rey, estaba con ese idiota, felizmente en sus brazos a la mitad de la cancha...
Su hostilidad era palpable con cada palabra, la ira le recorría la mirada y la empapaba, pero sus lágrimas clamaban arrepentimiento y dolor.
-eso no es posible, debe de haber una explicación - dijiste intentado calmarlo.
-ya no importa... - negó Tsuki con la voz entrecortada - siempre supe que no podríamos estar juntos, siempre espere esto, ¿qué caso tiene buscarle explicaciones?
-¿cómo puedes decir eso? Sabes que no es cierto, ella te quiere, esto no es como lo viste, quizá se cayeron o Hinata los empujó o algo... - dijiste mientras se te encogia el corazón. - no te puedes rendir, la quieres demasiado como para que te rindas...
-¡¿crees que no lo sé?! ¡Dios, la amo demasiado! ¿Crees que no me gustaría creer lo que dices? - comenzó a alzar la voz - pero eso no es lo que yo vi y no puedo seguir engañadome, Yumeko ya eligió y no fue a mi, esa es la realidad...
-te equivocas, no eligió y no necesita hacerlo - le llevaste la contra - dejame hablar con ella, seguro esto es un mal entendido...
-¿por qué no lo dejas así? No hay finales felices, tú lo dijiste en la mañana, el amor no es así de fácil - te reprochó, ya no solo estaba frustrado, también estaba molesto consigo mismo y con el mundo. - que hables con ella o no lo hagas, no cambiará el hecho de que me odia, debes saberlo bien...
-no te odia, ¡despierta ya, Tsukishima! Si te odiara no hubiera puesto atención en lo que te pasaba ayer, tampoco se habría molestado en pensar en no venir en primer lugar - le dijiste comenzando a enfurecer por su bloqueo - si te odiara simplemente no te daría importancia porque así es ella, pero ese no es el caso...
-¿entonces cuál es? Dímelo, porque yo estoy aquí sintiéndome un fracasado con este dolor que no me deja respirar y ella está allá riendo con Kageyama - te interrumpió Kei, las lágrimas nuevamente le brotaban sin detenerse y tenía una mano en el pecho - ¿por qué soy yo a quien más le duele amarla?
-ella te ama demasiado, tanto que no pudo pensar en hacerte daño el lunes pese a lo molesta que estaba, te ama tanto que se trago su orgullo y te hablo ayer, te ama tanto que le duele - le dijiste sintiendo que dentro de poco también comenzarías a llorar -... Tsuki, se que las cosas con ella no empezaron bien y que han dicho cosas que no querían decir, pero debes creerme cuando te digo que Yumeko te ama a ti, no a Kageyama, no a Kuroo, a nadie más que a ti...
-no puedo creerlo después de lo que vi... - se negó nuevamente el chico. - se que no te agradara escucharlo, pero de verdad, ya no puedo seguir amando de esta forma a Yumeko, ya no quiero amarla y matarme por eso...
Se levantó y tú junto con él, para poder detenerlo antes de que se atreviera a dar un paso.
-Tsuki, no lo hagas, no digas que solo es una chica, así como dices que el voley es solo un club... - le súplicaste - no haz tenido suficiente con reprimir tu amor por el voley, ¿sabes lo doloroso que es reprimir lo que sientes por alguien? ¿Sabes lo que se siente que ese amor te queme por dentro? No quieres eso, Tsuki...
-si, no sé lo que es, así que iré a averiguarlo - sentenció el chico soltandose de tu agarre y marchandose a los dormitorios.
-maldición - dijiste para ti misma, habías comenzado a llorar de frustración por no poder ayudar a tu amigo.
-¿eso es lo que sentiste cuando me terminaste? - dijeron a tus espaldas, diste un brinco.
-Keiji, yo... - comenzaste a decirle volteando a verlo.
Ahí estaba el ojiazul, iluminado por la tenue luz del pasillo y con la luna detrás de él. Tenía una expresión de dolor, decepción y agobio, todo lo que menos querías ver en él.
-¿si eso sentías, por qué lo hiciste? ¿Por qué me dejaste si sabias que yo era feliz a tu lado? - te insistió Akaashi con un nudo en la garganta - para ser alguien que piensa en el otro antes que en sí misma, fuiste muy egoísta al dejarme diciendo que yo no encajaba en tu vida, yo sentí lo mismo que tú... ¿Por qué Mitzuki? ¿Por qué nos hiciste eso?
Sus palabras eran puñaladas directas al corazón, se encajaban con fuerza y luego eran jaladas sin piedad. No podías más, toda la carga que habías olvidado regresaba a ti con sus reclamos.
-Keiji, lo hice porque te amaba...
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Sugawara's love (Haikyuu!!)
FanficAmor por el vóleibol, amor por tus amigos, amor por Karasuno, amor por la victoria, amor por el presente, amor, amor, amor... Si te dijera que un día estarías muriendo y reviviendo por la emoción de una competencia, ¿Me creerias? Si te dijera que e...