🏐OCHENTA Y TRES🏐

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Como todo lo bueno, el festival acabó antes de que se dieran cuenta. Y como un sueño, llegó el lunes prometiendo hacerlos olvidar el domingo.

El entrenamiento del lunes fue tan normal e irreal que ninguno parecía procesarlo. Ukai había escuchado fragmentos de todo lo que había sucedido el día anterior, pero sus planes de entrenamiento de ese día los dejó tan cansados que al fin del día ninguno quería ni hablar.

-¡Tsuki! ¡Cargame! - suplicaste mientras salían del gimnasio de la escuela por la noche.

-deja de molestar - se quejo Tsuki odiando a todo el mundo por el cansancio.

-sabía que el que Ukai sugiriera ir a festival traería consecuencias - se lamento Yamaguchi.

-eh, pero las risas no faltaron - les recordaste con más ánimo- además, no se pueden arrepentir ya que ambos pasaron románticos momentos con sus chicas, ¿cierto?

-¿y tu como sabes? - soltó Tsuki alarmado.

-Yumeko es mi amiga lo olvidas - le dijiste con una risa malévola - y Yamaguchi me contó personalmente lo que hizo con Yachi...

Yamaguchi sonrió sonrojado.

-¡ah! ¡El amor está en aire! - gritaste con emoción.

Tsukishima estaba tan cansado que dejó pasar la oportunidad de burlarse de ti, Yamaguchi siguió pensando en el festival y tu estabas tan feliz que olvidaste el cansancio.

Al llegar a casa, tras saludar a tus padres y prepárate para por fin ir a descansar, recibiste una llamada inesperada:

-¿Miwa? - dijiste al escuchar el saludo del otro lado de la línea.

-hola, hola, tomé tu numero del teléfono de Tobio, espero no te moleste - te dijo con su energía de siempre.

-para nada, se me olvido dártelo la última vez ahora que recuerdo - le dijiste dejándote caer en la cama. - dime, ¿necesitabas algo?

-efectivamente, requiero dos bellas modelos que me permitan practicar unos maquillajes con ellas - te dijo en tono formal - el fin de semana tengo que maquillar a una novia para su boda y necesito checar unas ideas.

-¡wow! Suena importante, ¿te servirá una sola modelo? Esque tengo entrenamiento toda la semana, pero Yumeko esta libre, le puedo decir que te ayude - le dijiste intentando no caer dormida.

-ya me temía eso, por eso llame, creí que sería raro que le marcará directamente a Yumeko-San, además Tobio se negó a darme el teléfono de ella - comentó Miwa.

-yo no me negué a nada, ni siquiera me avisaste - se quejo Kageyama, escuchaste a lo lejos y comenzaste a reír.

-no hay problema, ahora mismo le llamo - le dijiste entre risas - ¿para mañana cierto?

-¡si, por favor! - suplico Miwa.

-de acuerdo, deja le digo, pero cuenta con ella, solo mandame tu dirección para dársela a ella - le dijiste.

La mayor accedió y después de terminar la llamada te envío lo que pediste. Le marcaste a Yumeko inmediatamente y tras escuchar todo, aceptó sin pedírselo dos veces. Así pues, le confirmaste a Miwa y después con toda tranquilidad dormiste plácidamente.

Al día siguiente hiciste lo de rutina; mientras tu amiga, al medio día fue a casa de los hermanos Kageyama, donde Miwa la recibió gustosa. Ciertamente el día pasó con normalidad, Ukai se volvió a poner intenso con el entrenamiento, tu conviviste mucho con Sugawara, todos estaban más relajados. Por otro lado, tu querida amiga estaba siendo torturada una y otra vez por la hermana mayor de Tobio, pues la maquillaba y desmaquillaba una y otra vez, corrigiendo delineados o sombras; para el final del día la pobre Yumeko tenía la cara muy irritada.

-¡ya llegue! - anunció Tobio al entrar a su casa.

-oye, Tobio ven un segundo - llamó Miwa a su hermano desde la sala.

El chico se acercó al llamado y se encontró con Yumeko suplicando piedad con la mirada.

-¿qué opinas de este maquillaje? ¿Será ideal para una boda? - pregunto Miwa poniéndose a lado de su hermano.

El pobre chico se había sorprendido al ver a la invitada, pero aún más por lo hermosa que quedaba con el maquillaje.

-dime, ¿te dan ganas de casarte? - pregunto Miwa absolutamente perdida en la crítica a si trabajo.

-¿qué? ¿Cómo voy a saber eso? - pregunto Tobio con nerviosismo.

-ya lo sé... - suspiro Miwa y luego se dirigió a Yumeko - ¿tu que opinas, Yumeko-San?

-creo que el primero era el indicado, pero no conozco a la novia - comentó la castaña con nerviosismo.

-a mi también me gustó el primero... - pensó la mayor Kageyama - ¿crees que puedas venir mañana de nuevo? Prometo darte un tratamiento facial para la irritación, por favor...

-emm claro, no hay problema - acepto Yumeko a la primera.

-¡perfecto! - celebró Miwa y luego pareció notar la presencia de su hermano - oh, no prepare la cena, pero puedo hacerlo mientras acompañas a Yumeko-San a su casa.

-Miwa-San, no hay problema, puedo irme sola - se apresuró a decir Yumeko mientas recogía sus cosas.

-ni hablar, es lo menos que puedo hacer por tu ayuda, además a Tobio no le molesta, ¿verdad? - la pelinegra le dio una de sus miradas de hermana mayor al pobre chico y, este tras chistar un poco, aceptó.

Minutos más tarde Miwa despedía a Okumura en la puerta y le pedía a Kageyama algunos ingredientes para la cena. Al final los dos menores se fueron en silencio.

-no sabía que conocías a mi hermana -comentó Tobio después de un rato.

-Mitzuki me la presentó, al parecer es clienta frecuente de Miwa - explicó Yumeko con tranquilidad.

Antes, el hecho de que Kageyama la llevara a casa la habría puesto nerviosa, pero con lo sucedido los últimos meses ya no se sentía incomoda ni nada por el estilo.

-ya veo... - dijo el chico y luego negó con la cabeza - lamento que tengas que volver mañana... A veces es un poco...

-no hay problema - negó la chica con una sonrisa para calmar al armador - la verdad eso es mejor que estar sola...

-¿sola? - pregunto con curiosidad Tobio.

-si, mis padres se la viven trabajando así que todo el tiempo estoy sola en casa - confesó la castaña, la verdad es que Miwa le había contado la situación con su familia aquella tarde y aunque no le tenía la confianza a la mayor para contarle su situación, si le tenía confianza al armador -y la verdad me divertí mucho hoy con tu hermana...

-¿en serio?

-si, no creí que ella fuera tan enérgica y alegre, muy diferente a ti exteriormente - se aventuró a analizar Yumeko.

-si, a veces es un dolor de cabeza - se quejo Tobio disfrutando de la charla.

-así deben ser los hermanos, supongo - bromeó Yumeko, antes de reír al recordar una de las historias de Kageyama de niño.

Tobio se sentía tranquilo al lado de la chica, tanto que no noto que el viaje había llegado a su fin; la verdad, la chica misma lo hacía sentir cálido, del mismo modo que alguna vez sintió al estar a lado de su difunto abuelo, y también parecía emocionado del mismo modo que cuando jugaba con todo el equipo o cuando descubrió que Hinata podía con sus ataques rápidos. Así que, cuando llegaron a la casa de ella, la idea de que no quería dejarla marchar le cruzó por la cabeza, lo ignoro y la despidió con normalidad; aunque de regreso no pudo evitar ser absorbido por sus propios pensamientos.

Sugawara's love (Haikyuu!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora