Parte 7 los terribles 3

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La definitiva decisión de Susie de adoptar al pequeño Oscar se convirtió en un catalizador que transformó la vida de cada una de las brujas, cada una de ellas se vio involucrada directa e indirectamente.

Susie preparaba una poción y Oscar miraba asombrado a la expectativa los experimentos de su madre adoptiva, esta vertió el líquido en un pomo de talco, en rollo de papel higiénico, un paquete de toallitas húmedas, unos seguros y unos pañales de tela, Una pequeña nube de humo reveló como estos objetos cobran vida, pero a diferencia de la mayoría de objetos estos eran más inteligentes y disciplinados, era un toque extra que Susie le dio a la fórmula para animar objetos.

El pañal más grande se presentó — Mi señora gracias por el don de la vida ¿Cuál es nuestro glorioso propósito?

Susie quien ya había repetido este proceso cientos de veces señaló al pequeño Oscar — El pequeño necesita un cambio de pañal, vamos muévanse, chop chop —

Los objetos recién animados corrieron hacia el pequeño bebe e hicieron su trabajo con orgullo, al final después de su sagrada labor regresaron con el resto de los objetos de limpieza que ahora se movían al son de una tonada militar a una sección nueva y separada de la cabaña donde pañales de tela veteranos veían con recelo a los nuevos.

— Tela fresca — decía un pañal de tela entre las sombras.

— he visto cosas horribles — Decía otro pañal de tela que estaba en posición fetal junto a un pomo de talco que trataba de consolarlo.

El nuevo grupo se veía algo nervioso, pero pronto fueron abordados por el primero de su tipo — Bienvenidos, no hagan caso al cabo estuvo en primera línea en la semana de estreñimiento, fue horrible perdimos a varios ese día, pero partieron como héroes — El pañal veterano guio al nuevo pelotón al área de descanso y los instaló en su nueva vivienda.

— Son nuevos así que deben saber que siempre debemos estar listos, cuando su compañero les indique, otro escuadrón realizará el cambio y la limpieza necesaria y se presentará al área de lavado y desinfección y tomará un nuevo turno — El pañal les señalaba la ruta. — Ustedes los nuevos tendrán el honor más grande de todos, y es la gloriosa pañalera, ustedes afortunados estarán listos para las jornadas fuera del hogar y nos representaran a todos como se debe—

El pañal de tela veterano les dio oficialmente la gran bienvenida junto a sus demás compañeros.

Susie no se le había visto tan contenta en años, su comunicación con Ramona era casi diaria, ellas platicaban a través del espejo cuando el pequeño Oscar estaba a su cuidado y este se había vuelto muy apegado a Susie al grado de llamar su atención casi todo el tiempo, ni siquiera ir sola al baño podía, el pequeño Oscar insistió en seguirla todo el tiempo e incluso ideó formas de burlar las diferentes cunas que Susie le llegó a conseguir, al final se resignó y prefiere cargar con él en cada salida que tenían.

— Me sorprende — Ramona expresó con asombro — Nunca creí que te adaptarías tan rápido a cuidar de un pequeño.

— Es muy fácil, es más complicado tener que lidiar con las demás brujas del aquelarre, solo no les digas — Susie aclaro esto último en voz baja.

— Claro que no, hasta yo sé lo complicado que es tratarlas, algunas parecen niños chiquitos, eso explicaría lo fácil que te adaptaste — Ramona le hacía gestos al pequeño Oscar.

— Para ser honestos no ha sido solo mío todo el mérito, las demás me han ayudado tanto que a veces pienso que ellas querían quedarse con Oscar solo que hasta la fecha no lo han admitido— Susie sonreía de solo acordarse.

— es increíble que ya tenga más de dos años con nosotros — Ramona comentó —

— Si, ya hasta va a comenzar a dejar el pañal, empieza a correr por todos lados y es bueno que aprenda — Susie abrazaba a su pequeño Oscar — quien estaba tan inquieto que usaba a Susie para escalarla y estar sobre ella.

— Y estoy muy agradecida con mis amigas, ellas son las que más han sufrido por mi culpa y las travesuras de Oscar— Aunque en realidad se sigue riendo de su infortunio.

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Para Susie la maternidad no planeada fue más fácil gracias que a la gran mayoría gracias a su magia, la necesidad de atención del pequeño Oscar la obligó a perfeccionar la fórmula para reanimar objetos aún más poderosa que el uso de fantasmas o espíritus, ella necesitaba que los objetos lo siguieran y cuidaran aun cuando ella no estuviera observando al pequeño y con tal inspiración en cuestión de semanas ya había logrado su cometido y como resultado tenía un escuadrón con disciplina militar de pañales y objetos de limpieza, un conjunto de peluches que se camuflaban con el ambiente para evitar daños en cualquier caída que pudiera sufrir el pequeño ya la satisfacción de alimentarlo y mimarlo solo recae en ella.

Cuando el pequeño Oscar comenzó a decir sus primeras palabras fue de los momentos mas felices de Susie, corrió a presumirles a sus amigas — "Subi ,, Sussssiii, Sugsi — Balbuceaba el pequeño.

No debería decir mamá? — Cuestiono Alice — Es tu pequeño a fin de cuentas, ella solo veía como Oscar le sacaba la lengua.

Debemos admitir que se oye lindo — Betsy comenzó a cargarlo — Ella lo levantaba tratando de animarlo.

Betsy él acaba de — El pequeño le vomitó encima — Olvídalo — Susie tomó de vuelta en sus manos al pequeño. — Pobrecito de Oscar se mareo— Susie le besó un cachecito para animarlo — Vamos a limpiarte.

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Cuando Oscar comenzó a caminar caminaba entusiasmado por todo el cuarto, corría alrededor de Susie, de un lado a otro, siempre alegre y feliz, por supuesto Susie no se preocupaba cada que perdía el equilibrio y estaba apunto de caer en el suelo uno de los peluches se lanzaba para amortiguar la caída, Susie se divertía con esta actividad, Oscar corría por toda la sala y se trepaba en los asientos de la misma y al menos 20 peluches seguían con sigilo sus pasos otros se adelantaban , otros eran su sombra pero el pequeño nunca se dio cuenta que estos se movían.

El único momento del día en el que estos guardianes descansaban era en el momento de la siesta, ya que Susie acostumbraba acompañar al pequeño hiperactivo en su descanso, este par estaba tan unido que en ocasiones Alice y Betsy sentían envidia, de vez en cuando pasaban por el estudio de Susie para ver a este par dormir y sentían que eran ellas las que deberían ser mimadas, en una ocasión Alice creyó ver que el pequeño Oscar le sacaba la lengua en burla, Claro Betsy nunca le creyó.

Y la hora del baño era un ritual íntimo para ambos el pequeño brincaba y chapoteaba por todas partes y Susie le seguía el juego al finalizar el día este par terminaba rendidos y descansando como esa primera noche cuando Oscar se coló en su estudio por primera vez.

El pequeño alquimistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora