Parte 4 La historia del bebe que desaparecía todos los días a la misma hora.

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Vamos a imaginar solo por un momento que tu trabajo es solo cuidar a un pequeño que a simple vista es como cualquier otro, solo que en tu guardia el pequeño ha desaparecido.

La pequeña elfa estaba horrorizada, un solo bebe huérfano, en un orfanato había desaparecido en su guardia, el lugar estaba solitario, los horarios de la guardería habían terminado así que las posibilidades eran infinitas.

— ¿Se pudo haber escapado?, No, estaba encerrado en su cuna — La mente de la elfa volaba mientras seguía buscando — Un secuestro? — Acusar a alguien de la comunidad de algo tan grave era solo un suicidio social nadie volvería a confiar e ella.

La elfa comenzó a recorrer todas las instalaciones y posibles lugares donde pudo haberse escondido, el baño — No es un lugar peligroso — Gritó la elfa mientras corría hacia el lugar — Para su fortuna nada — La cocina — Sentía que su alma escapaba de su cuerpo por solo pensar en un accidente ocasionado por cazuelas, o tenedores o un cuchillo, ella sabia que no solo sería despedida, sería enjuiciada, tratada como una paria entre su gente si algo le pasaba al pequeño — No está aquí — La elfa respiro aliviada.

Después de 2 horas de búsqueda angustiante escucho una pequeña carcajada del bebe —Abuuu buu — Se oía en los dormitorios.

Ahí estaba donde originalmente debería de haber estado, para la joven elfa fue el alivio más grande de su vida, le trajo la cena y lo arropo para dormir mientras ella agradeció mentalmente que nadie se enterara de lo ocurrido, quién sabe puede que solo esté trabajando de más.

Al día siguiente, justo a la misma hora la pequeña elfa había vuelto de su recorrido vespertino y su corazón se hundió al darse cuenta que el pequeño había desaparecido de nuevo — Joder — Grito mentalmente para si misma la pesadilla de ayer se estaba repitiendo y esta vez estaba segura no era un sueño.

Revisó el dormitorio, las ventanas, los ductos de ventilación, bajo las camas y nada no había rastros del pequeño bebe — Acaso ese niño es una criatura mágica — Pensó la elfa — espera, acaso no fueron las brujas quienes trajeron al niño a este lugar— ella estaba nerviosa — Podría ser esta una prueba de las brujas para evaluar nuestras capacidades y solo estamos siendo juzgados por nuestro desempeño — La elfa corrió a toda prisa por las instalaciones, decidió buscar alrededor de la manera mas discreta posible, sabia que esto podría ser riesgoso y muy escandaloso si alguien se enteraba.

Pero al regresar derrotada lo volvió a escuchar — Guu gaa pffff — justo venía del dormitorio.

Ahí estaba el pequeño riendo nuevamente, acaso se estarán burlando de ella las brujas — Que escondes pequeño— La elfa miró muy desconfiada al pequeño bebe.

A la mañana siguiente la joven empleada estaba decidida a resolver este misterio, cerro la habitación de los dormitorios, las ventanas, sello cualquier posible salida y acompañó al bebe Oscar, llevó juguetes para interactuar con él no quería apartar su vista del pequeño.

Una hora más tarde la pobre empezaba a bostezar — No debí empezar la guardia tan pronto — la música de cuna, el ambiente relajado y la baja iluminación estaban haciendo efecto en ella, el bebe empezó a bostezar y pronto ella empezaría a seguirle el acto.

No aguantaba más, tenía que ir por su taza de café expreso, decidió apurar el paso pero por cualquier cosa cerró la puerta de los dormitorios.

Apunto de llegar a la cafetera, escucho la risa del bebe, esta se movía rápidamente entre los diferentes espacios del lugar el dormitorio, ahora en el baño, en el jardín — Qué carajos esta pasando — Acaso es un espíritu o estará maldito? — Ella dudando corrió a la sala de los dormitorios, la abrió con cuidado y miro la cuna que estaba iluminada, estaba sola, pero desde la entrada se podían ver unos ojos que se reflejaban justo abajo de la cuna que levemente comenzaban a desvanecerse.

— Noooooooooooooo!!!!! nooooooooo!! — expresó mientras caminaba a paso veloz a la recepción.

Marco al teléfono — Jefe tenemos un problema con el pequeño bebe es urgente que venga ahora mismo — La joven elfa espero un momento y escuchó las excusas que le daba su jefe — No me importa con quien esté cenando venga ahora mismo — La elfa azotó el teléfono — A lo poco escucho un par de cosas que caían al suelo desde los dormitorios.

— Valgo demasiado, esperare afuera— La joven elfa tomó sus cosas y espero afuera del edificio, ya casi terminaba su turno y la que se queda de noche no tardaba en llegar.

Curiosamente fueron llegando juntos, la del turno de la noche y el jefe, la joven elfa había explicado lo sucedido y que esta era la tercera vez que ocurre, ahora las cosas se habían tornado más extrañas y tenía miedo fuera algo que ella no pudiera manejar, su cara y angustia eran visibles eso convenció al líder del grupo.

Los tres entraron con cautela el edificio se veía y oía normal, pasaron al dormitorio y ahí estaba el pequeño Oscar dormido se veía que tenia un feliz y plácido sueño.

El líder no sabia que decir así que por el bien de su salud mental, la asigno a otra área, tal vez estaba trabajando demasiado.

El resto de la semana no hubo ningún incidente relacionado a la desaparición repentina del bebe, el jefe del equipo determinó que solo se trataba de un caso de estrés laboral

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Mientras en el recinto de las brujas.

— Alice ami no me engañas — Señaló Betsy — Se que fuiste tu quien se ha traído al pequeño bebe Oscar —

Alice se veía indignada — yo, como te atreves a acusarme de esa manera y — Solo noto como Betsy desviaba la mirada atrás de ella — deja adivino se salió de su escondite — Alice levantó al pequeño Oscar — Es que tu no entiendes aun teníamos tanto que compartir — Alice decidió arriesgarse y le mostró unas fotos con ellos dos posando juntos — Es tan fotogénico — Alice abrazaba al pequeño que se veía contento con las caricias que hacía en su mejilla.

— No me vas a delatar verdad Betsy — Tomo el bebe Oscar y se lo mostró a Betsy — Vamos tía Betsy déjame jugar mas — Alice trataba de hacer una vocecita que convenciera a su amiga.

Después de mucho dudar Betsy cedió — Bien pero también me lo debes prestar, hay libros que encontré sobre crianza y hay consejos que quiero practicar.

Alice abrazó a su amiga y ahora cómplice — Pero qué haremos para que no se den cuenta— Preguntó Alice — Hoy casi me descubre la encargada, sabes cuanto dure oculta debajo de las camas? — Lo bueno es que se fue pronto y pude salir de ese lugar —

Betsy saco un muñeco, con un poco de formula que tenía preparada le daría vida, cuando este reacciono saludo a ambas brujas — Escúchame tenemos una misión para ti — Betsy se dirigió al muñeco — Tomaras el lugar del bebe durante ciertas horas, contamos contigo — Betsy solo miro como el muñeco le saludaba y se preparaba para recibir más indicaciones.

— Hooo, así que ya tenias planeado secuestrarlo también — Alice se divertía con su amiga— en lo que hundía sus dedos en su estómago repetidamente.

— Bien, tienes razón — Betsy le dolía admitirlo — Creo que ayudaría un cambio de aire en este lugar, desde que Ramona se fue al tiempo congelado, las demás brujas del aquelarre se fueran a explorar el mundo y Susie en ese estado tan depresivo este lugar se ha vuelto tan triste y solitario— Betsy tomó al pequeño.

— Hemos esperado mucho tiempo a nuevas instrucciones del libro y la espera ha sido muy larga y pesada — Betsy le dio un pequeño besito en la frente al pequeño bebe — Podríamos alegrar un poco el lugar con un poco de compañía.

— Me has leído la mente — Alice se recargo en su amiga — Dime y Susie — Ambas se quedaron pensando cómo evitarla.

— No tenemos que decirle ahora mismo — Ambas estaban de acuerdo.

Betsy se levantó y se llevó al pequeño bebe Oscar.

— Espera a donde te lo llevas aun no termina de modelar para mi — Alice se quejaba

— Mi turno — Betsy le saco la lengua y se retiraba con el pequeño

— Aaaaaahh, bien solo recuerda que en una hora debemos regresarlo al orfanato— Alice le señaló una tabla con los horarios y tiempos de recorrido de los encargados del lugar.

Así es como Betsy se había vuelto cómplice de una travesura que a largo plazo traería más cambios de los que había previsto. 

El pequeño alquimistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora