El pequeño alquimista

Parte 10 Oscar el explorador

Han pasado ya 8 años desde que Oscar apareció en las playas de esta isla, una isla que está protegida y aislada por la magia del mundo exterior, se espera que un plan maestro creado desde el inicio sería la clave para dar nueva vida a una recluida magia que solo está presente en esta isla y cada uno de sus habitantes.

O al menos eso creían, hace años se dieron cuenta de un hecho increíble Oscar era un ser mágico y no uno cualquiera era un gusano resplandor uno de los seres mágicos más raros y difíciles de encontrar tan complicado es encontrarlos que algunos comenzaban a creer que solo son cuentos y mitos entre los seres mágicos.

Pero que los hacía tan especiales? nadie lo sabía solo eran suposiciones, teorías y conspiraciones que aun los seres mágicos más antiguos desconocían, cada uno tenía su propia versión, sus cuentos y leyendas sobre lo que significaba la presencia de un gusano resplandor, lo único que sabían era que estos tenían la capacidad de generar magia una muy especial y eran capaces de transmitirlas a otros, aunque para llegar a eso tendrían que llegar a pasar muchísimos años así que a vista de cualquier ser mágico no era más que un niño común y corriente, por ese motivo todos los testigos juraron mantener esa información en secreto.

Por el momento un par de monstruos Ava y Mortimer pensaban todo los contrario, se encontraban corriendo colina arriba tratando de alcanzar a un pequeño prófugo.

— Oscar, mas despacio dame un respiro — Mortimer se recargaba en un árbol tratando de recuperar el aliento — Ava todo queda en tus manos — El monstruo azul se derrumbaba en el suelo por falta de aire.

— Vamos más aprisa casi llegamos a la escuela— Gritaba un pequeño Oscar quien llevaba mucho tramo adelantado, Ava apenas podía seguirle el paso.

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Desde que llegaron a la isla las brujas, esta se a convertido en un santuario de todo tipo de seres mágicos, algunos no necesariamente les afectaba la escasez de magia como a los Monstruos pero se sienten más cómodos que en las grandes urbes otros simplemente buscan la comodidad y la tranquilidad.

La relación de los monstruos con las brujas fue un poco hostil desde el inicio, mas que hostil fue una relacion mas de intimidación sobre todo de parte de Alice quien en su afán de aburrición le gustaba molestar a varios de estos sobre todo un grupo de monstruos letrados que tenían su chalet en las cercanías.

El día que ocurrió el incidente donde perdieron su cabaña las brujas, este grupo de monstruos ofrecieron refugio y alimentos a las desafortunadas, rápidamente Oscar atrajo la atención de estos monstruos podría decirse que le tomaron cariño e involuntariamente se convirtieron en sus nuevas niñeras.

Susie estaba más que encantada sobre todo por el hecho de perder mucho de los materiales que necesitaba para crear nuevos cuidadores igual de eficientes, por ahora solo habian sobrevivido Jimjam, pues estaba fuera ese día del incidente, un peluche y un veterano pañal de la primera generación que a Susie le dio algo de lastima deshacerse de el, al menos este trio se hacían compañía al no requerirse más sus servicios.

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Un nuevo gusto adquirido de Oscar fue la naturaleza y la exploración, esto debido a la influencia de sus nuevos amigos y un nuevo rol que comenzó a tomar Betsy, después del incidente era necesario recolectar mucho material que necesitaban y Betsy aprovechó para enseñarle a Oscar los diferentes tipos de plantas, usos y cuáles podían ser buenas y que otras terminarían provocando un dolor en la pancita, Oscar demostró ser muy capaz de aprender, observar y utilizar lo aprendido bueno al menos lo básico.

— Seee!! — Oscar gritaba de emoción — Ahora tendrán que invitarme un helado —

Efectivamente comenzó a aprender como manipular a los que estaban a su alrededor Susie no era exactamente la mejor influencia de todas.