Oscar contemplaba el cielo estrellado mientras llegaba al muelle para tomar su velero y regresar a casa, para su desagradable sorpresa el lugar estaba cerrado, cosa que le daba poca importancia fácilmente podría brincar la malla y estaría rumbo a casa en pocos minutos, al tomar su mochila para lanzarla noto que el talismán que su madre le había dado comenzaba a vibrar con mayor intensidad, el sabia como funcionaban estos artilugios, pero era raro que funcionara fuera de la isla, solo lo traía como un amuleto de la suerte.
Oscar dudó un momento pero a estas horas ya estaría castigado por mucho tiempo, no tenía nada que perder.
El amuleto funcionaba de una manera simple, este solo se colocaba en la palma de su mano y este giraba como si estuviera flotando en agua y apunta a su destino, unos decían que invoca algún tipo de hada y los más escépticos decían que eran los antepasados que se preocupaban de guiar a los más jóvenes por el buen camino de regreso a casa, lo que a fin de cuentas fuera lo que lo moviera este trataba de indicarle un camino a Oscar, asi que decidió caminar entre las calles esa noche fría.
No fueron más de 15 minutos cuando su solitario andar lo llevó a una calle en particular, no tenía nada diferente a las demás, mientras seguía avanzando noto que esta calle en particular tenía algunas casas algo descuidadas y un par de ellas se veía abandonada.
Al fin después de un par de casas el talismán apuntó directo a una vieja casa abandonada de ya hace mucho, tenía cintas policiales en algunas partes y un par de sellos de lo que parecía ser el gobierno local, estaba oscuro y era casi imposible diferenciar lo que se ocultaba en la penumbra de la noche.
Oscar tenía su confiable lámpara a la mano pero solo se podía distinguir años de polvo, solo una vieja casa más, era un fastidio para Oscar tanto andar para nada, decidió regresar al muelle, pero el talismán no dejaba de tratar de llevarlo a esa vieja casa, la duda comenzó a llegar al pequeño Oscar varios minutos de indecisión después sabía que tenía que obtener respuestas.
Le tomó un rato encontrar por donde escabullirse dentro de la casa pues todo estaba cerrado, esta casa llevaba abandonada ya muchos años, curiosamente no había sido saqueada o vandalizada así que todo estaba en su respectivo lugar.
Oscar se acercó a cada espacio de la casa, no había nada fuera de lugar solo unas fotos viejas de una pareja que posiblemente habitó el lugar, títulos de estudio, hasta que en la sala principal divisó un pequeño marco en una mesita frente a la televisión, era la misma pareja cargando un pequeño bebe elefante, la pareja se veía feliz junto al pequeño, tal vez el amuleto comenzaba a fallar Oscar decidió salir de ahí.
Resignado a terminar castigado tal vez el resto de su vida decidió usar el vial de emergencia, solo lo dejo caer y lo pisó con la intención de romper ese diminuto frasco no más grueso que un lápiz, el líquido que contenía comenzó a burbujear y a generar una columna de humo que se veía hasta a una gran altura, esta cambiaba de tonos a los ojos de Oscar, Betsy le había dicho que emitirá una señal que cualquier bruja que lo viera lo interpretaría como una señal de auxilio.
Mientras Oscar contemplaba la columna el talismán nuevamente comenzó a vibrar esta vez con mayor intensidad, sin más que hacer y de mala gana Oscar decidió seguir para ver hacia donde lo guiaba, aun entrando a la casa no dejaba de señalar esto lo condujo a la planta alta donde en una de las habitaciones miro lo que seria un clásico cuarto familiar, gran cama y justo al lado una cuna, a diferencia de la planta baja había mas y mas fotos por todas partes.
Un pequeño bebe elefante posando solo o con su familia, en la cuna noto algo que más que curioso parecía una broma más del destino el nombre de Oscar estaba escrito en cada rincón de la cuna.
Oscar encontró un viejo álbum familiar, esta pareja tenía demasiadas fotos juntos y para el desagrado de Oscar le empezaba a ver mas y mas parecido entre las fotos de cuando el era mas pequeño a estas viejas fotos, una tras otra cada foto era una especie de broma cruel.
Oscar siempre se preguntó quién había sido su padre y este donde estaba, pero nunca encontró la oportunidad de saberlo, ¿por que en la escuela casi todos los niños se parecían a sus padres, yetis, elfos, y su madre no tenía ningún parecido con el.
Además de la insistencia de que Susie le dijera madre a sus tías Alice y Betsy no es que le importara él tenía una familia feliz que lo amaba y quería incondicionalmente pero dentro de él comenzaba a sentir angustia.
Oscar no reconocía este sentimiento quería dejar de ver las fotos pero cada una que pasaba veía a esta feliz pareja con el pequeño bebe en sus brazos, hacían que su estómago se sintiera extraño.
A los pocos minutos Susie entró en la casa y comenzó a gritar el nombre de Oscar, esta subió a la planta alta al no oír respuestas y ahí estaba sentado en una orilla de una vieja cama mirando viejas fotos, la primera reacción de Susie fue abrazarlo, sabía que lo regañara más tarde por ahora estaba feliz de verlo sano y salvo.
Oscar estaba inquietantemente serio — Todo bien Oscar, te duele algo dímelo no estoy enojada contigo— Susie trato de ser la persona más calmada y tranquila del mundo en estos momentos.
Sin dejar de mirar las fotos — Y ellos quienes son mama y por que sus fotos se parecen mucho de cuando yo era pequeño —
Susie miró de reojo el álbum de fotos y reconoció a esta joven pareja, un nudo se le formó en la garganta, sabía que esto pasaría tarde o temprano.
— Cariño ellos son tus padres biológicos— Susie no dejaba de abrazar a su pequeño.
— y que les paso — Pregunto con cautela.
— ellos ya no están, cuando te encontramos en la playa se ve que dieron hasta lo último de si para protegerte, no los conocí pero su solo acto dice mas que mil palabras— Susie con dificultades podía decirle todo eso a su preciado niño.
— Podemos ir a casa mamá — Oscar con un tono triste se dirigió a Susie, estas palabras casi hacen que llore.
Oscar tomó una de las fotos y partió de regreso a la isla abrazado de Susie, fue un viaje tranquilo y silencioso, ambos no tenían palabras que expresar.
Al llegar a la isla Betsy y Alice estaban algo nerviosas sobre todo por temor a como castigaría a Oscar para su sorpresa su regreso fue muy callado Oscar solo se fue a dormir y Susie se quedó a platicar con sus amigas contándoles lo ocurrido.
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Ya era algo noche y Susie no podía conciliar el sueño, era ese momento que cualquier madre quisiera dejar para después pero irremediablemente termina estampando en la cara.
A los pocos segundos tocando la puerta Oscar se asomo.
— Sé que estoy grande pero puedo acompañarte esta noche — Oscar espero en la puerta como un niño asustado y temeroso.
Sin más Susie solo le hizo señas para que se acercara y le dejó un espacio en su cama, Oscar se acercó y se acomodo, se le repego y entre pequeñas lágrimas le preguntó — ¿Puedes seguir siendo mi mama ? — Oscar preguntó temeroso.
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El pequeño alquimista
FantasyUn pequeño con un gran poder . . . Una bruja que lo cuidara de mala gana y una chica que le arrebataron todo