La noche estaba iniciando cuando Betsy reaccionó de su letargo, se sentía algo desorientada pero reconocía el cuarto, estaban en la isla, a pesar de que el cuarto tenía una luz tenue pudo ver un grupo de pequeños alíen que por lo general ayudan en casos de emergencia, pero su relajada expresión y el hecho que estaban jugando cartas era fácil saber que no habría problemas con ella, la misma magia que reside en la isla era tan fuerte en algunos lados que simples heridas suelen sanar con facilidad, puede que el medicamento que tenia Oscar estuviera llena de calmantes.
De camino a la sala alcanzó a escuchar a Susie y Alice discutiendo
— Ya te dije que no— Susie hablo firmemente
Alice se acercó molesta a su amiga y se expresó en tono bajo — Dame una razón, solo una para no matar a esa escoria —
— Por que mi mejor amiga me prometió que nunca más lo haría — Betsy acompaño a sus amigas en su pequeña reunión tan radiante como siempre.
— Por que me preocupas así — Alice abrazó a su compañera — sabes cuanto me tuve que contener de no hacer una tontería —
— Lo lamento, yo solo actué sin pensar, esa niña ha vivido demasiada violencia no quiero que crezca llena de resentimiento — Betsy estaba algo apenada por su descuido.
En poco se escucharon pasos a toda prisa de Oscar quien sin dudar se abalanzó a abrazar a Betsy — no vuelvas a hacer tonterías de nuevo, pudiste solo dormirla o cegarla, por que te pones en peligro? — Oscar se sentía realmente angustiado porque él amaba demasiado a su familia.
Betsy levantó un poco la vista y notó que a lo lejos estaba Erizo con los ojos rojos de tanto haber llorado y angustiada por saber si Betsy no tomaría personal las acciones de su madre.
— Oscar me das un momento — Betsy se dirigió a la asustada Erizo — Me alegra que estés bien —
Erizo levantó la mirada y solo sintió alegría en su corazón al sentirse abrigada por el cálido abrazo de Betsy — lo lamento, por mi culpa —
— Shhh — Betsy la interrumpió — Fue mi decisión cuidar lo que es importante para mi —
Erizo no tuvo que volver a justificarse más, sabía muy en el fondo que ahora todo estaría bien.
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Susie y Alice regresaron para limpiar el desastre y alejar la atención de los vecinos y cualquier curioso que estuviera cerca de la escena.
Oscar los alcanzaría más tarde, por el momento solo observa de lejos una escena que lo deja pensativo.
Betsy se quedó en la isla al cuidado de los pequeños alien, Erizo rogo por dejarla acompañarla sentía que debería de estar a su lado cuidándola.
Alice solo salió a pasear en su moto y Susie se quedó cuidando el portal en la casa en compañía de Oscar.
Ya eran altas horas de la noche y Oscar estaba mirando el techo de su cuarto cuando sintió que una cabecera aterrizó en su rostro y una voz conocida estaba en su cuarto.
— Hazte a un lado Oscar — Susie ordenó seria
— Tampoco puedes dormir — Comentó Oscar algo apagado.
— Solo quiero hablar con alguien — Susie empujo un poco más a Oscar para ponerse mas cómoda.
— Creo que necesitare una cama más grande — Se quejó Oscar
— Na esta es cómoda — Mientras vuelve a empujar a Oscar un poco más.
— ¿Por qué se portó así Betsy? — Susurro Oscar
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El pequeño alquimista
FantasyUn pequeño con un gran poder . . . Una bruja que lo cuidara de mala gana y una chica que le arrebataron todo