Parte 21 Lo que sea necesario

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Erizo regreso a su casa y se dejó caer en el sillón de la sala, tenía que re-valorar toda su existencia, si tal cosa era posible puede que hasta lo mas descabellado también, puede que incluso lo que se consideraba fantasía todo el tiempo fue real, era una fantasía hecha realidad para ella, tenía que saber así que salió rumbo a la biblioteca más cercana.

Ya en el edificio extrañamente solitario, consulto en internet algunas notas sobre brujas que existían en las redes y cada una de ellas traía historias mas y mas descabelladas, nada que ver con lo que ella presenció hace unos momentos.

— Libros, si puede existir algo sobre las brujas — Pensó triunfante.

Era un tema amplio, las posibilidades e información era tan extensa pero al cabo de una hora todo lo que encontró fueron solo teorías e historias llenas de exageraciones pero eso a ella no le importaba, aún tenía fresca en su memoria, era como estar frente a un ángel, Erizo no pudo evitar sentir la cara caliente de solo acordarse.

Una vieja leyenda le llamó la atención, sobre todo por el hecho de que las brujas así como los magos siempre tienen algún aprendiz, — Aprendiz, una aprendiz de bruja — Erizo tras pensar esas palabras salió corriendo de vuelta a casa, sabía que lo quería y estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario, lo que fuera.

Antes de llegar a casa, se detuvo y la observó una vez más, definitivamente no valía la pena, nada en su vida justificaba quedarse atrás, sin pensarlo dos veces corrió a su cuarto y sacó la cartera de Oscar y ese cilindro, así como todo el dinero que en él tenía.

Busco en varios escondites de la casa y saco todo lo que tenía de ahorros personales de años, hasta la última moneda, joya o juguete que tuviera algún valor sentimental o monetario, si las historias de los libros estaba aunque sea remotamente cercanas un tributo digno podría ser suficiente y que mejor que cualquier cosa que tuviera una pizca de valor para ella.

Incluso después de pensarlo ella estaba dispuesta a hacer lo que le pidiera, si tan solo eso le acercaba a tan solo tener esa posibilidad, sería como esa fantasía, un sueño, poder volar entre las nubes, preparar pociones o bebidas para aliviar la angustia como ella sentía, por un momento recordó el bello rostro de Betsy estar al lado de ese ángel, Erizo se cacheteo a sí misma ambas mejillas — basta Erizo deja de pensar en eso — Ella continuó evaluando en su vida cualquier cosa de valor que pueda servir como tributo.

Después de unas horas, ahí estaba de pie frente a la casa de su vecina cargando su mochila llena con todo lo que considera que tendría valor, desde valor monetario, hasta valor emocional Erizo hoy estaba dispuesta a dejar todo, respiro hondo y toco la puerta.

Justamente a quien deseaba ver Betsy la recibió con su habitual sonrisa — Erizo llegas en un excelente momento — Esta la invito a pasar — Prueba esto, dime que opinas—

— Acaso era una prueba— Pensó Erizo. se tomó toda la sopa tan rápido como podía resistiendo lo caliente de la misma, dejo el plato limpio en cuestión de segundos.

— Veo que tenias hambre — Betsy le arrimo un poco de pan y una sopa más espesa.

— Trata de disfrutarlo esta vez — Le recomendó Betsy

Si bien no disfruté demasiado el primer plato, esta sopa estaba deliciosa y el pan recién hecho era el complemento perfecto.

— Y que opinas le faltara sal? — Betsy espero la respuesta.

— Está delicioso— Erizo no mentía, nunca en su vida había disfrutado de una rica sopa casera.

— Ahora si no tendrán forma de evitar comer saludable — Betsy se jactaba de su gran habilidad culinaria.

El pequeño alquimistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora