Hoy no solo era el primer día de clases de Oscar en la nueva escuela, hoy tenía una misión de reconocimiento, conocer más sobre Erizo fue una misión que en particular le encargó su madre y una especie de castigo por lastimar a su tía Alice, a pesar que solo fue en defensa personal.
A Oscar le tocó caminar para llegar a su destino desde muy temprano, ya que Susie estaba en la Isla y Alice había desaparecido desde las primeras horas del día.
En el camino a la escuela fue una agradable sorpresa encontrarse con un rostro conocido.
— Hola buen día — Oscar saludaba entusiasmado mientras acelera el paso para juntarse con esta chica que conoció no hace mucho— Te acuerdas de mi, creo nos conocimos en el parque y creo no en las mejores circunstancias —
La chica llamada Lucy se sorprendió al verlo — Qué sorpresa tan grande — Se puso a pensar un poco — eres. . . Omar? o algo así —
— Oscar, un placer y creo que tu nombre es Lucy verdad, lo escuche de otro chico — Oscar se sentía Orgulloso
— No entiendo cómo me reconociste? — Cuestiono Lucy — Me pinte el cabello, traigo lentes de contacto e incluso me pusieron esta estúpida cola de caballo —
— No lo se solo te reconocí a simple vista — Oscar comentó con cierta duda sobre lo que había dicho.
— Así que tu primer día de escuela? no hace una semana termine en este lugar — Lucy señaló la ruta — Si me acaban de transferir y parece que vamos a la misma escuela, eso es increíble y? Encontraste tu cartera o estaba mirando mal? al menos mi mentira alejo a esos brabucones de ti—
— Mentiste? Entonces Erizo no robó mi cartera ? — Cuestiono Oscar
Lucy se comenzó a reír — claro que no tu se la diste, estabas hipnotizado con ese videojuego, tuve que mentir por que ese grupo solo buscaba a Erizo y si estuvo mal pero no se me hacia justo que por su culpa te agredieran—
— Vaya eso fue considerado — Oscar comenzó a sentir algo de culpa — me siento estúpido, debo encontrar a Erizo y disculparme todo el tiempo pensé que me había robado — pero pronto recuperó el semblante — Son excelentes noticias para Betsy —
Lucy no entendía a quién se refería pero por el momento solo quería llegar pronto a la escuela o al menos a una ruta mayor transitada ella sentía que los estaban siguiendo.
Oscar estaba contento de haber encontrado a Lucy una vez más si no hubiera sido por su intervención posiblemente se habría metido en más problemas para ver utilizado el vial rojo.
— Y de dónde vienes tú exactamente— comentó Lucy con curiosidad
— Acabo de mudarme, antes vivíamos en una isla que se encuentra al este— Oscar tratado de señalar la dirección de dónde venía.
— eso explica un poco tu acento y tu forma de hablar diferente— Lucy se rió un poco con el comentario — ha de ser fabuloso poder vivir en una isla propia, serían como las vacaciones de ensueño — Lucy suspiro un poco — como están las cosas ahora desearía estar en esa isla.
— Sabes me caes bien— dijo algo desanimada — Así que solo te lo diré una sola vez, no me vuelvas a dirigir la palabra — se detuvo en seco y lo miro amenazante — ni me saludes, ni me busques, nada quedo claro — Así Lucy salió corriendo tomando distancia de un Oscar confundido.
Al fin llegó Oscar a su destino un poco temprano había poca gente aun en la entrada, curiosamente al que conocieron un día antes el director estaba en la entrada esperándolo.
— Que gusto verte Oscar — Saludo muy cordialmente
— Buen día — Oscar saludo al sonriente director pero decidió volver — Créame no vale la pena recibir nada de mi madre, al final terminara tan canoso como mi antiguo profesor —
Oscar avanzó a lo que sería su nueva aula, en la cual curiosamente ya había una banca con un letrero con su nombre y la leyenda "reservado", Oscar estaba pensando muy seriamente discutir con su madre que no debería de intervenir tanto en su vida.
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A pesar de los esfuerzos de Oscar de localizar a Erizo su búsqueda fue algo infructuosa, no estaba en ningún salón o espacio de la escuela, claro después de la impresión del día anterior sería claro que ella lo evitaría a toda costa.
Oscar ahora sentía la necesidad de explicarle más la confusión sobre todo a su madre que conociéndola también planeaba entrometerse.
En un momento determinado de su búsqueda Oscar comenzó a darse cuenta de algo irónico, alguien lo estaba siguiendo, intentó sorprender a su acosador varias veces al girar en alguna esquina, pero nunca llegaba a encontrarlo, ni siquiera en los baños se sintió tranquilo, alguien había convertido a Oscar en su objetivo de vigilancia.
Oscar se molestó y lo primero que le vino a la mente fue Alice, tenía que ser ella la que lo hacía sentirse observado.
Ya era momento de regresar a casa y Oscar no se sentía tranquilo, se sentía observado.
Una curiosa imagen le llamo la atención, a las afueras de la escuela discutiendo con un agente de transito estaba Alice quien portaba un traje de cuero obscuro, lentes negros y una motocicleta que había visto en la televisión no hace mucho parecía que se llamaban Harley ella noto a Oscar y lo saludo muy natural.
— Oscar— Grito saludando y agitando los brazos— Mira la belleza que nos llevara a casa.
— Niño conoces a esta mujer — Preguntó la transito.
— Si, mi tía Alice — Oscar miró con un aire de desaire— que hizo ahora— .
— Nada solo se ve un poco sospechosa y más frente a una escuela — Comentó la oficial aliviada — Lo lamento pero no pueden viajar menores en ese tipo de vehículos sin — La oficial se detuvo al ver que tenia un carro especial para pasajeros y un casco que le mostraba Alice — Debió ser mi imaginación — Así la oficial se retiró sin decir mas.
Oscar no dejaba de sorprenderle lo hábil que suele ser Alice con la magia aunque fuera una ilusión el casco que le dio no lo era, Oscar se subió en la parte trasera.
— Sujétate esta cosa es más ruidosa e inestable que la escoba— Fue la última advertencia antes de acelerar a fondo, al pobre de Oscar no no le toco mas que sujetarse como podía en este caso ya era cuestión de vida o muerte.
Llegando a Casa
— Oscar se que me quieres mucho pero ya llegamos— Alice insistió juguetonamente con Oscar.
— No siento los brazos, creo que me quede trabado — Su quejo Oscar quien seguía aferrado por su vida.
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Al entrar a su casa la gran sorpresa que tuvo Oscar, Erizo estaba platicando con Betsy. En la mesa estaba su cartera y una gran suma de dinero.
Oscar comenzó a sudar frío cuando recordó que para su expedición había tomado "prestado" un poco de efectivo de la cartera de Susie.
En el pensamiento de Oscar comenzó a surgir la idea de volver a fugarse de casa, con pequeños pasos lentos sabía que nadie se daría cuenta que el pequeño Oscar podría desaparecer una semana más o una semana menos.
Alice corto su paso — Así que fuiste tu, todos me deben una disculpa por culparme — Alice señalo a Betsy — Y tú tendrás que confesar a Susie cómo es que tu mesada se había multiplicado tan exponencialmente— Alice abrazo a Oscar y habló en tono seductor — A menos que quieras hacer un trato—
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Erizo y Betsy miraban como sus invitados estaban peleando.
— No les hagas caso — Betsy seguía tomando su café — Son así casi a diario—
— regresando a lo nuestro — tomo la mano de Erizo — te gustaría saber por qué eres tan especial—
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El pequeño alquimista
FantasyUn pequeño con un gran poder . . . Una bruja que lo cuidara de mala gana y una chica que le arrebataron todo