Alice y Betsy aprendieron de la manera más terrible que no todo lo lindo y adorable tenía que ser bueno, en algunos casos era solo la maldad encarnada.
La llegada de Oscar a sus vidas fue la oportunidad única para ambas, tenían el privilegio de disfrutar de su compañía sin la imperiosa necesidad de su cuidado, era como tener una linda mascota para jugar pero sin necesidad de alimentarla ni asearla.
Lo único que no les agrado es que Oscar se había vuelto tan apegado a Susie que ni siquiera les hacía caso, en ciertos momentos Alice declaró haber visto como Oscar le sacaba la lengua o hacía gestos ofensivos con la cara, Betsy sigue pensando que su amiga era muy exagerada.
Una de esas ocasiones poco comunes los principales representantes de cada especie mágica tendrán una reunión en el planeta de los alíen así que Susie se vio seriamente comprometida a asistir, sabía de los peligros del espacio, aun con protección adecuada sin magia la vida de cualquier pequeño corría serio peligro eso y sumándole varios factores diplomáticos.
Para evitar tal dilema Alice y Betsy se comprometieron a cuidar del pequeño que tanto sería un fin de semana para ambas brujas, muy a regañadientes Susie acepto claro duplicó la cantidad de objetos animados que cuidarían a Oscar.
En cuanto desapareció Susie de su vista usando su magia convirtió en bolas de pelusa a todos esos peluche que seguían a Oscar a todas partes, era un insulto a su inteligencia tener que ser cuidada por cosas tan insignificantes, todos excepto un par de ellos escaparon de la magia de Alice por su capacidad de camuflarse con el entorno.
Alice fue la primera en monopolizar al pequeño Oscar — Oscar tenemos tanta ropita nueva que aún no hemos modelado juntos— Alice estaba maravillada y el pequeño se divertía, luego de unas horas de extenuante cambio de ropas Oscar ya se estaba molestando, al ver esa expresión Alice supuso que ya tenia hambre, así que invoco pastelitos con glaseado extra y bebidas energéticas, sabia que aun tenia muchas cosas que ponerle, quien sabe algunos vestiditos o conjuntos, el último que le quedaba era uno de pequeño diablito para Oscar y uno de angel para ella.
Alice estaba maravillada pero Oscar, devoraba las botanas y bebidas como si no hubiera un mañana — Vaya que tenias hambre, se que Susie te da muchas verduras pero la tía Alice siempre te puede dar algo dulce— Así que con su magia convocó otra tanda de muffin los mas dulces y simpáticos que hubiera hecho antes, tanto que hasta cantaban en lo que el pequeño Oscar los devoraba.
Alice decidió dejar a Oscar un momento pues había escuchado una leve explosión en el cuarto de Betsy — Oscar se buen chico y espera en lo que reviso — Invocando un par mas de bebidas para que su compañero de modelaje la espera.
— Betsy, estas bien — Alice grita buscando a su compañera
— Todo bien Alice — grito Betsy — Mas que bien, por fin logre perfeccionar un nuevo elixir de transformación —
Alice no estaba nada impresionada — Otra vez con tus pociones, no puede usar simplemente magia— Explicó Alice
— Pero que corta de visión eres — Betsy tomó un trago de la bebida color azul y se transformó en una serpiente, en un ave y por último en un objeto — No siempre puedes tener una varita o tener el talento que se requiera, con solo usar un poco de tu magia interna puedes transformarte en lo que imagines — Betsy termino de explicarle.
— ¿No es exactamente lo mismo?, dependes de la magia — Alice le mostró la varita y se transformó a sí misma en una copia de Betsy — Vez? —
Betsy quería ahorcar a su amiga — Lo dice la bruja más poderosa de la isla, — Mientras gruñía de coraje, dejó su pócima sobre la mesa y salió con su amiga por un poco de café.
Después de unos momentos — No estabas cuidando de Oscar? — comentó en tono preocupante Betsy
— Bueno está encerrado en mi cuarto no tiene a donde ir — Alice se justificó
Todo se oía bien hasta que escucho como se rompía algo, eso alertó a ambas brujas que a toda prisa corrieron y lo que contemplaron hizo que Alice cayera de rodillas y lloraba de pena — Mis cosas — Toda la habitación era un caos de destrucción, ropa rota totalmente, muebles destrozados, su closet destruido, un desorden y caos total en toda la habitación e incluso se horrorizo mas cuando miro que la cama tenía una mancha de orina.
Alice enojada se levantó en furia — Ese niño aprenderá a las viejas usanzas, busco entre sus cosas un cinturón y aun con lagrimas en el rostro comenzó a buscarlo — Oscar dónde estás pequeño monstruo destructor — mientras Betsy trataba de detenerla.
— Alice no hagas ninguna tontería, tu dejaste al niño solo — Betsy trataba de detenerla pero Alice era demasiado fuerte — simplemente la hacia aun lado con su mano.
Cuando escucho como tiraban un montón de botellas — No mi habitación — Betsy corrió en pánico, sabía que tenía muchos químicos peligrosos — Oscar dónde estás — Cuando entro la habitación estaba totalmente a Oscuras, su lámpara estaba rota solo se veían botellas rotas.
Betsy noto un par de ojos que se veían abajo de su cama y una risita que más que risa parecía un leve gruñido.
Alice entró hecha un manojo de coraje — Betsy dónde está Oscar, ni tu vas a protegerlo — tomo a Betsy de su ropa y la lanzó fuera de su propio cuarto y cerró la puerta.
— Alice, se que estas enojada pero la violencia no es la respuesta — Betsy golpeaba la puerta puerta Alice en su afán de locura la había sellado con magia.
Alice noto ese par de ojos que se veían entre las sombras de la habitación aun Obscura — Ahí estas, ella se acerco y noto que ese par de ojitos la comenzaban a mirar y era más grandes de lo que recordaba, se detuvo cuando empezó a notar que los ojos se elevaban más y más alto, hasta que la mirada la tenía sobre ella.
Mientras Betsy usaba diferentes hechizos para tratar de desbloquear la puerta solo miro como Alice salía disparada por una de las frágiles paredes de madera estampándose en el suelo junto a Betsy.
Alice miró a su amiga — De casualidad Susie le ha contado historias sobre dragones escupe fuego a Oscar? — Dicha pregunta tomó más sentido para Betsy cuando de su habitación una columna de fuego fue disparado hacia su dirección.
Betsy invoco su escoba y tomó a su amiga del brazo a quien literalmente arrastró a la salida mas próxima, mientras escuchaba risas graves de fondo
— AAAALIIICEEE, VAMOS A JUGARRRRR— un enorme dragón rojo tan grande como un gran árbol comenzó a lanzar fuego por toda la casa.
A varios metros de altura, Betsy contemplaba como toda la casa se envolvió en tonos rojizos.
— Amm dime que la casa no esta en llamas — Alice no tenía el valor de voltear a ver.
Alice solo miro como se derrumbaba el resto del edificio y un gran dragón que lanzaba fuego iba arrasando el bosque colina abajo justo hacia la playa.
Habrá sido el golpe o la sensación de perder todo el coraje de Alice se había esfumado y ahora solo sentía culpa y remordimiento — Betsy podrías decirle a Susie que me engripe de nuevo —
Betsy trato de ser comprensiva — Solo si prometes no enojarte con Oscar, literalmente fue mi culpa por no guardar las cosas peligrosas, y debemos de empezar a buscar otra excusa, temo que Susie no seguirá creyendo que una simple gripe puede ocasionar tanto desastre —
Ambas brujas a una distancia segura cuidaron que Oscar en su infantil juego no lastimara a nadie y a esperar a que se cansara o pasara el efecto de la pócima.
Con cara de pena Alice comentó a su amiga — Con todo el azúcar que le di creo tomará mucho tiempo —
Ambas brujas rogaban que no llegara Susie antes de limpiar la mayor parte del desastre.
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El pequeño alquimista
FantasíaUn pequeño con un gran poder . . . Una bruja que lo cuidara de mala gana y una chica que le arrebataron todo