Oscar despertó agitado por los reclamos de Susie, a pesar de que aún es temprano las actividades en esa casa comenzaban a primera hora del día y era raro, a Oscar nunca se le había hecho tarde jamás, puede que incluso sea parte del supuesto bajón de energía por abusar tanto de las pociones.
Iniciar el día era algo pesado, al sentarse aun con cansancio en el borde de la cama y contemplar el vacío infinito del sueño mientras cabeceaba, un nuevo reclamo de Susie lo alteró. — Ya voy estoy arreglando mi cama — Oscar tuvo que mentir.
Observo el suelo de su cuarto, había manchas de barro por la entrada de su ventana y sus pantuflas estaban destrozadas — Alice — Fue lo primero que pensó Oscar.
Cuando Oscar salió aun con sueño de su cuarto escuchó un sobresalto de parte de Betsy — No, mi jardín — Este había sido destrozado posiblemente por algún perro travieso o Alice que intenta incriminarlo, ósea el barro en su cuarto, el jardín — Alice se te están acabando las ideas — Pensó Oscar.
Al mirarse al espejo comenzó a notar que tenía ahora indicios de barba, pero no una barba frondosa y varonil era de esas barbas donde un cabello por un lado y otro por otro — Alice — pensó Oscar.
Al estarse lavando los dientes se dio cuenta que sus dientes estaban algo diferentes pero no supo que, de seguro era culpa de Alice.
Al regresar a su cuarto y empezar a prepararse para su día comenzó a notar que ahora también tenia pelo en pecho igual que su supuesta barba toda desalineada — En serio Alice— Pensó mentalmente Oscar, así que para evitar contratiempos decidió que hoy llevaría cubrebocas y alegaría que está algo engripado.
Al momento de estar desayunando literalmente nadie tomó en cuenta la desaliñada barba de Oscar claro excepto Erizo que se le quedó mirando durante rato sin saber que poder comentar.
Alice tenía el turno de cuidar los pendientes en la isla así que era una coartada perfecta.
— ¿Así que ahora con barba de adolescente? — Pregunto Susie — Oscar la pubertad te golpeará realmente mal — Susie no podía evitar verle el lado gracioso era una broma simple pero divertida así que antes que Oscar se fuera usando su magia acabó con esa crisis de vello facial.
— Oscar le mostró el pelo en pecho pero Susie decidió no hacer nada esa era una pelea entre ellos así que no era muy bueno meterse demasiado.
— Bien, llevaré sudadera — Comentó Oscar aun cansado.
Oscar subió a su cuarto a buscar otro tipo de ropa, así que Erizo aprovecho para preguntarle a Betsy que pasaba.
— Es cosa de ese par a la larga aprendimos a no meternos en sus juegos— Betsy continuó con su desayuno listos cada quien para tener su día de actividades.
—————————
Oscar estaba más somnoliento que le era imposible mantener la cara levantada, cuando se dio cuenta ya todos habían salido al receso, Oscar se había quedado dormido.
Decidió ir al baño a lavarse la cara y jurarse a sí mismo no abusar nunca más de sus pociones, — Bueno un ultimo no hará daño— Pensó Oscar al fin de cuentas era viernes y tendría todo el fin de semana para recuperarse, quién sabe fingir enfermedad para evitar el castigo y descansar era una de sus primeras opciones.
Lo bueno es que el baño estaba solo a si que Oscar aun somnoliento se tomó nuevamente su poción para sobrepasar el día, para su sorpresa comenzó a notar como la barba comenzaba a brotar nuevamente cabello por cabello de la misma manera que en la mañana.
Oscar debía reconocer el esfuerzo de Alice para humillarlo, su magia era poderosa así que sus bromas eran casi imposibles de eludir Oscar se vio forzado a usar su cubrebocas.
———————-
De regreso a su casa a pesar de estar más despierto Oscar estaba algo bajo de energía así que no le veía sentido platicar, en cambio Erizo parecía una de esas fangirl hablando de su artista favorito en este caso no dejaba de hablar de Betsy.
Algo alertó a Oscar podía "oler" un curioso perfume.
— Hey espérenme — Era Lucy quien trataba de alcanzarlos — que habíamos dicho sobre regresar juntos — se quejo su amiga.
— Es por Oscar está algo enfermo — Comentó Erizo
— Tienes razón, no me lo tomes a mal Oscar pero tu aspecto da miedo — Lucy aceleró el paso aún tenía otras cosas que hacer.
— Que raro te ves incluso con mejor semblante que otros días — Erizo trataba de animar a Oscar que a su vista sufría por las bromas de Alice, pero recordando las palabras de Betsy prefirió no contar nada más.
———————
Oscar prefirió dormir el resto del día, por raro que parezca todo mundo estaba ocupado así que nadie se dio cuenta del holgazán de Oscar.
Ya se había hecho de noche la luna llena se asomaba por la ventana.
Y entonces todo le comenzó a doler, cada parte de su cuerpo sentía dolor, empezó a gritar tratando de buscar ayuda pero por el momento estaba solo sin nadie que escuchara su lamento.
Su corazón latía acelerado, Oscar podía sentir como palpitaba en sus oídos cada vez con más fuerza, como ese palpitar se sentía incluso en sus dedos.
No supo como término en el suelo, su respiración estaba agitada cuando trató de levantarse, su cuerpo estaba sudando sin control, incluso su vista se le nublo con el sudor que escurría de su frente.
y entre los lamentos de molestia luchaba por tratar de calmarse, hasta que no sintió nada más.
Solo fue calma, una agradable calma.
Miro con algo de euforia como sus dedos se estiran y llenan de pelo, dejando a la vista las garras que ahora poseía.
Ahora no era dolor lo que sentía, era alegría y euforia, se sentía bien estirarse y enterrar las garras en el piso, era un éxtasis morder y arrancar pedazos de la cama, Oscar nunca habia sentido tan extaciante momento, eventualmente no supo en que momento se perdió en su euforia.
—————————————
Cuando Betsy llegó acompañada de Erizo quedó impactada de los rastros de destrucción que había por toda la casa,
— Susie, Alice, Oscar!!! — Betsy corrió dentro seguida de Erizo que a diferencia de otras ocasiones tenía lista la varita para detener lo que fuera, siguió el rastro de daño cuando al llegar al cuarto de Oscar miró señas de violencia, pero Oscar no estaba presente preocupada siguió el rastro directo al portal que daba a la isla.
— Erizo cierra la puerta y espera fuera de la casa, en cuanto lleguen las demás diles lo que viste — Betsy partió con prisas siguiendo el rastro de destrucción dejado por este intruso y su mayor temor era que le hubiera pasado algo a Oscar, voló a toda prisa no se perdonaría a sí misma si algo le llegara pasar.
ESTÁS LEYENDO
El pequeño alquimista
FantasyUn pequeño con un gran poder . . . Una bruja que lo cuidara de mala gana y una chica que le arrebataron todo