Una semana había pasado desde que Susie y sus demás amigas habían dejado al pequeño Oscar en el orfanato, según los encargados sin ninguna novedad, pero los comentarios de los residentes de pueblo hablan de una elfa con demasiado estrés laboral, algunos comenzaron a difundir rumores que el lugar estaba embrujado, lo cual no tenía sentido.
Susie al fin se había animado a hablar con Ramona desde hace mucho tiempo y esta le comenzó a platicar todo lo ocurrido durante los últimos días.
— Es triste — Ramona se lamentaba por la joven pareja — ¿pero dónde está? nunca creí llegar a verte como una madre con pequeños— Ramona se veía muy interesada — Vamos quiero ver al pequeño —
Susie estaba en un aprieto pero su honestidad era innegable — Lo dejamos en un orfanato— La expresión de su amiga le incomodó un poco.
— Comprendo — Dijo ramona — Si el tiempo congelado no afectará el ritmo de crecimiento lo tendría conmigo, pero temo que un bebe que no crece seria demasiado cruel para un ser viviente —
— Si seria divertido verte lidiar con ese pequeño, en un solo dia ocasiono mas desastres que cuando Alice se enfermo de gripa— Aseguro Susie.
— Bueno, aun no soy tan mayor, aun puedo aprender — Ramona se oía mas animada de lo habitual y eso reconforto mucho a Susie.
Luego de seguir hablando durante horas al final tuvieron que despedirse, nuevamente y eso no le gustaba nada a esta bruja, siempre ocurría de la misma manera hablaban un poco y nuevamente toda la alegría se iba del lugar, seguir recordando que está atrapada por quien sabe cuánto era muy complicado, tener que fingir para no preocuparla.
Una idea se le atravesó por la mente — Y si le mandamos al chico para que le haga compañía — Pensó Susie — Tal vez unas horas al día no seria perjudicial para el bebe— y de repente comenzaron a surgirle las negativas — La comida, la responsabilidad, si se enferma — eran demasiadas cosas para tomar en cuenta.
Susie se puso hacer planes, tendrían primero que aprender sobre criar a un niño, por ahora no tenía ni siquiera nociones de ello, era un mundo inexplorado y por ahora sus únicos acercamientos estaban relacionados con orina y diarrea.
Susie pasó toda la noche y parte de la mañana leyendo libros sobre maternidad, remedios y consejos, a pesar de el sueño sabía que a no tener nada más que hacer el sueño seguía siendo una actividad opcional.
Al siguiente día despertó sobre su escritorio ya era muy tarde y no supo en qué momento se había quedado dormida, decidió ir por un café expreso, requería mantenerse despierta.
A pesar de su cansancio, algo llamó su atención, en uno de los libros que tenía hablaba sobre las mejores formas en las que podría dormir un pequeño infante, la importancia del contacto materno y la soledad que podría sufrir un menor.
Esto dejó algo pensativa a Susie, acaso habrá condenado al pequeño al mismo destino que a Ramona, un lugar solitario sin ninguna compañía más que pequeños que se encargan de alimentarla y ver que solo este saludable, no es que menospreciara el esfuerzo de los pequeños alien, pero la similitud eran gigantesca.
Acaso ella condenó al pequeño Oscar?, pero acaso estaban preparadas para siquiera criar a un niño?, Susie estaba segura que los elfos hacen un buen trabajo, pero años conociéndolos sabe lo frío y calculadores que llegan a ser, incluso los recién nacidos son capaces de cambiarse el pañal ellos solos, la diferencia de su estilo de vida es brutal.
Susie decidió ir sola al orfanato.
— ¿Alguien? — Susie tocaba el timbre de la recepción — Donde está el encargado — Susie se desesperó y decidió entrar al lugar.
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El pequeño alquimista
FantasyUn pequeño con un gran poder . . . Una bruja que lo cuidara de mala gana y una chica que le arrebataron todo