Cada historia tiene una perspectiva diferente y esta misma se podría interpretar de diferentes formas, he aquí cuando tres brujas discuten un problema que si bien era ajeno terminaron involucrados.
El pueblo estaba siendo reparado con una eficiencia que sería la envidia de cualquier empresa, los elfos y los pequeños alíen fueron capaces de volver todo a la normalidad antes de que volviera a salir el sol.
Mientras en la cabaña de las brujas se discutía este reciente incidente.
— A si que cuánto nos costará este incidente — preguntó Susie quien por el momento había vuelto a su forma habitual.
— Yo me encargo de los gasto— Se lamentó Alice — Al final solo fue mi culpa, fui yo quien involucró a la reina lobo con Oscar, era una gran asistente estaba dispuesta a ayudarnos en conseguir todo tipo de material y bueno la principal razón para involucrarla es que estaba en una situación muy complicada financieramente hablando—
— En tan malas condiciones se encuentran — Preguntó Betsy sorprendida
— Tan grave como se oye— Comentó Alice — Desde que nos mudamos a la isla con los pocos sobrevivientes a sido el grupo que más difícilmente se ha adaptado, su manada fue enormemente diezmada cuando la magia comenzó a desaparecer, los pocos que llegaron a la isla fueron obligados a abandonar su hábitos depredadores para evitar conflictos, sobre todo los yetis quienes son sus presas naturales—
— Para evitar que murieran de hambre la reina obligó a su manada a vivir en el pueblo y que ganaran su propio sustento — Alice se sentía incómoda admitiendo — La reina lobo nunca abandonó sus territorios y sólo sobrevivía con raíces, frutas y de vez en cuando algún miembro de su manada le llevaba carne, pero por su naturaleza lo ofrendado era algo más que un simple bocadillo—
— Esa pulgosa — Susie se quejó — Es tan orgullosa y obstinada que nunca se rebajaría a tanto, primero pide ayuda a cualquier facción antes de pasar penurias, sigo creyendo que todo fue más que una farsa.
— En cuanto a Oscar él la encontró mal hace años— Alice estaba dudando si seguir contando o no — Ella estaba en un estado de desnutrición cuando la encontramos, Oscar se compadeció y la alimento con un simple desayuno que llevaba en uno de sus paseos por el bosque y desde entonces Oscar se hizo cargo de alimentarla más seguido y ella en agradecimiento nos ayudó con materiales solo que su orgullo le impedía dar la cara y para agradecer ella solo prefirió ocultarse en un muro—
— Es por eso que odio a los lobos — Grito enojada Susie — saben, esa reina es una completa embaucadora y ustedes cayeron redonditos en su trampa.
— Amm Susie creo que .. — No dejaron terminar a Betsy
— Lo se, no puedo evitar sentirme así — Susie se levantó arrojando la silla que se destrozó en la pared, eso solo dejo una sonrisa de satisfacción, apareció una nueva y volvió a sentarse dejando caer su cara en la mesa — Odio esto es como volver a la pubertad es difícil de controlar, como rayos hace esa pulgosa para mantenerse siempre tan calmada—
— Entonces — Betsy volteo a mirar a Oscar quien estaba jugando a traer la pelota con Erizo — Cuándo vuelve Oscar a la normalidad, no debería de ser el de antes después que amaneciera? —
— Ese es el motivo de esta reunión, hay dos factores — Susie trataba de buscar las palabras correctas — Oscar no es un niño lobo común, la reina lo escogió como un especie de heredero de linaje, él no tiene la maldición del hombre lobo, él es la maldición por eso puede estar en esa forma el tiempo que desee — Susie les mostró la cola que ahora tenía— y creo que yo también, la vida apesta — Susie comenzó una infantil rabieta — Ahora que tendré que usar un collar anti pulgas — Se siguió quejando con la cara aplastada en la mesa — No me gustan las croquetas para perro —
— No te preocupes te apoyaremos en esta, transición — Anuncio Betsy
— No importa ya estoy mejor — Susie aclaró su voz — Además Oscar es un ser mágico—
— Ya lo sabia— Expresó Alice sin dudar
— Era demasiado obvio — Recalco Betsy
— ¿En serio? — Susie se sentía frustrada ante este dato — Es un gusano resplandor el no necesita magia el produce magia, así que aunque la luna se retire el sigue alimentando su propia maldición—
— Y por qué no lo cansan, debe tener un límite — Comentó Erizo mientras le enseñaba a Oscar a dar la patita
— la niña tiene razón — Respiro para calmarse — Y deja de tratar a Oscar como a un perro— gritó toda alterada —
Erizo escondió de golpe la pelota que le iba a arrojar para seguir jugando.
— Perdona niña, es esta condición — Comenzó a lloriquear — Tengo hambre y quiero un enorme filete haaaa!! —
————————————-
Efectivamente una semana después de turnarse en cansar a este niño lobo, Oscar y Erizo estaban en la playa de la isla lanzando y divirtiéndose con un frisby.
Erizo a pesar de querer seguir jugando prefirió sentarse en una sombra que un frondoso pino ofrecía, ella no tenía tanta resistencia como quisiera, Oscar seguía tan activo como el primer día.
Oscar siguió a su amiga cargando su frisby y feliz meneando la cola, cuando miro que Erizo se sentó en la sombra este se acurruco en su regazo era un hábito de este pequeño lobo que sólo compartía con Susie.
El sonido del mar era muy tranquilo y arrullaba con mucha facilidad, Erizo no podía evitar a veces quedarse dormida y en este caso Oscar era una almohada de lo más cómoda.
————————
Sin saber cuánto tiempo había pasado Erizo se despertó con el movimiento repentino de Oscar quien ahora se estaba estirando como si se acabara de despertar de un agradable sueño.
— He, donde estamos — Oscar no ubicaba el lugar
— Oscar!! — Erizo lo abrazo de gusto — no sabes cuanto te hemos extrañado.
— Adonde me fui o de que hablas — Oscar comentó confundido — y mi playera—
Erizo se levantó y encamino a Oscar — Vamos de vuelta a casa las demás estarán ansiosas de platicarte todo lo que ha pasado.
————————
cada una de las brujas estaban felices de ver a Oscar de regreso, aunque este aseguraba no recordar nada, eso no importaba este reencuentro amerita un festejo.
Una de las mas felices de tener de vuelta a su pequeño era Susie quien abrazaba a su pequeño.
fue un festejo simple, lleno de bebidas y mucha carne que Susie y Oscar compiten por ver quien devoraba más
————————
Todos descansaban en la cabaña cada uno satisfecho y al fin tranquilo de que todo volvería a la normalidad.
Oscar a escondidas visitaba la habitación de Susie a quien como de costumbre lo recibió con los brazos abiertos.
— Oscar ese habito de mentir debes dejarlo por tu propio bien — Comentó Susie
— ¿Mentir? — Comentó Oscar
— Tu susodicha amnesia — Comentó Susie — Eres realmente un mal mentiroso—
Oscar abrazo con fuerza a su madre — Lo siento, tenía mucho miedo, miedo que me odiaran o me temieran, recuerdo todo, el dolor de esa noche, como destruía todo y lo disfrutaba, quería lastimar a Betsy y Alice — Oscar estaba en llanto —
— Shhh, tranquilo — Susie abrazo con fuerza a Oscar — No estás solo en esto, mira — Susie le mostró su cola y sus caninos que sobresalen de su boca — Somos iguales, solo que a ti te falta un poco de experiencia—
Oscar estaba feliz por esas palabras y recordó lo que dijo sobre Betsy, a veces uno hace cosas tontas por quien ama.
ESTÁS LEYENDO
El pequeño alquimista
FantasyUn pequeño con un gran poder . . . Una bruja que lo cuidara de mala gana y una chica que le arrebataron todo